En la mañana le había costado mucho encontrar algo que ponerse, muchos factores influían en eso, el primero de ellos que la mayor parte de su ropa yacía sucia en el suelo de su habitación, debía encontrar la manera de poner la lavadora a funcionar, pero miraba tantos botones y todo le parecía de un mundo diferente y amorfo que ella no lograba comprender, lo otro es que de lo poco que sabía sobre la ropa es que no se podía lavar mezclando tipos de telas y colores, así que eso era muy confuso.
El segundo de los motivos no era menos angustiante, tuvo que elegir una mini falda gris con tribales sólo porque la tela estiraba, sus faldas a menudo eran de tubo hasta su pantorrilla, en telas poco flexibles y con cierre que se negaban en ese instante a subir, sabía que era culpa de esos dos kilos de más que ostentaba, realmente se sentía mal con esa prenda, los tribales no estaban de moda, además cuando se sentaba se le subía un poco más, no le parecía algo acorde para el trabajo.
Además estaba ese encuentro con Matthew y no quería brindarle una idea equivocada, entonces armonizó un poco la cosa con un suéter blanco, una bufanda del mismo color y panty medias, al menos de esa manera parecía mucho más vestida que si se la ponía con otro tipo de prendas, de verdad lo menos que le apetecía era crearse más conflictos.
Estuvo a punto de llamarlo varias veces y cancelarle, pero se dio cuenta que con el cambio de sim card que hizo el año anterior para no atenderle a François también se había ido el número de Matthew, intentó llamarle desde el número del que él se había comunicado con ella, pero estaba desconectado, así que no tenía otra opción que luego de trabajar ir donde Joe's.
Esa mañana fue incómoda, todo el tiempo su falda se subía por las piernas y ella debía evitar las miradas de Fred, cuando fue imposible lo miró fijamente echando fuego por su mirada, eso hizo que su compañero dejara de espiarla, en definitiva no sabía ni cuándo había comprado esa cosa y no recordaba haberla usado, tenía que hacer algo con sus kilos y con el mugre, pero ambas cosas requerían de mucho esfuerzo.
Salió de la emisora estirando su falda, aunque era algo infructífero, ella volvía a su lugar de inmediato, entonces jaló su suéter a ver si al menos la parte superior ayudaba, pero no era lo suficientemente largo, nunca se había sentido particularmente tímida con su cuerpo, por algo tenía ese tipo de ropa, sin embargo pensaba que para todo había un espacio y en definitiva ese tipo de prendas encajaban más con la vida nocturna de su amada Madrid.
Extrañaba Madrid y todo lo que con ella venía, desde que había salido de la universidad se la pasaba más laborando en otros países que en España, pero esos meses que estuvo allá le habían dicho cuánto disfrutaba de poder llegar a su casa, no a casas de alquiler, sino a la suya, ver a Cecilia, contar con alguien que limpiara ahora mismo le parecía un lujo, pero sobre todo lo que más extrañaba de Madrid eran las personas en ella.
Quizás era eso lo que hacía ese encuentro con Matthew tan complicado, verse con él era una reafirmación de todo eso, mirarlo a él era como ver un poco el paseo de la castellana, no sólo los lugares te evocaban personas, a veces estas últimas también podían hacer que rememoraras lugares y sobretodo tiempos mejores.
No podía quejarse de su vida en Washington, en muy poco tiempo había logrado establecerse, pero no se sentía como Madrid...
Al llegar a Joe's vio que Matthew ya se encontraba en una mesa, revisó su móvil viendo la hora, él siempre era absurdamente puntual, cuando la vio se levantó de inmediato y ella también de forma automática lo reparó de los pies a la cabeza, iba impecable, como de costumbre, llevaba una camisa denim con un blazer color mostaza y un pantalón vino tinto, el cinturón y los zapatos eran de un color similar al blazer, de manera inevitable sintió que su corazón latía a un ritmo más rápido del habitual.
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EL DÉCIMO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro3
RomanceEste es el tercer libro de una saga, el primero se llama "El Sexto Mandamiento", el segundo "El Octavo Mandamiento" y el cuarto "El Quinto Mandamiento". Rebecca sabe que no tiene nada: no tiene empleo, está a punto de perder su apartamento y el hom...