CAPÍTULO XXVI

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Con este texto me ha perseguido la desgracia, así que valorenlo mucho, lo primero que me pasó es que por un daño en el prestador de servicio me quedé sin internet en mi casa toda una noche, como si eso no fuera suficiente, llevo dos días enteros sin internet en mi trabajo y hoy mientras editaba se me perdió un pedazo  que tuve que rehacer.

Para las que digan qué tiene que ver el internet con escribir, les aclaro que los documentos de mis libros los manejo en un formato de google docs, precisamente para poder tener mis textos a donde quiera que voy, algo que es bueno la mayoría de las veces, pero no esta semana.

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JUNIO

Denunciar no había servido para nada, pero intentaba no poner sus pensamientos en voz alta para no hacer sentir mal a Marianne, los ineptos de la policía estaban convencidos que lo que decían los medios era verdad y François se encontraba en una de las plataformas petroleras de su familia que había sufrido un atentado por parte de un grupo armado denominado delta, ni siquiera querían investigar nada al respecto porque para ellos todo era claro y ella no podía contradecir esa versión porque eso invalidaría la mentira que le había dado a los detectives americanos.

Se había finalmente atrevido a mirar el contenido de la USB, pero no en su laptop, sino en el PC de su padre, si habían intervenido su computador no sería seguro que ella la introdujera allí y aunque sonaba tan paranoide como Jullian, empezaba a comprender que era la única posición que se debía tener frente a eso.

Zeus, había hallado tanta información que le había costado decidir por dónde empezar, en Excel habían unas gráficas que si era honesta no entendía muy bien, eso sería un problema porque tendría que hallar a un contador o un experto en finanzas.

Por varios días alterno entre la cama y el estudio de su padre, pasaba largos períodos del día allí sentada sin comer mucho, al menos eso parecía calmarlos porque no la molestaban tanto como cuando se hallaba en la cama, no sabían que su ensimismamiento en ese computador no difería mucho del letargo en el caía cuando estaba acostada, después de todo, ambas cosas se trataban de lo mismo: François.

Su padre por fin había desistido de llevarla al psiquiatra de nuevo, ella le dijo que podía salir sola de eso y aunque escéptico aceptó, suponía que tenía mucho que ver que su madre le contara que estaba retomando el periodismo, eso no era del todo cierto, pero ellos no tenía por qué saberlo y la única que sabía la verdad era Marianne y como acostumbraba no interfería en sus decisiones.

Entre los archivos que habían en la USB se encontraban varios gráficos en los que mostraban diferentes picos, pero el mes era el mismo, los activos no correspondían con los que habían declarado, eso la hizo morderse el labio y pensar que se trataba de algo similar a lo que había pasado con las empresas vinculadas en lo de los paraísos fiscales y el escándalo del Privatbank AMRO. Entonces consideró que tenía que hablarle a Jullian, para que averiguara al respecto, el asunto residía en encontrar la manera, su celular no era seguro y no sabía si el de las personas que la rodeaban si lo era.

Sin entender bien esos balances, dejó esa carpeta y pasó a otro archivo, ese si le interesó y no porque el otro no fuese importante, sino que ese si estaba en un idioma mucho más claro. Esa noche se desveló leyendo, entre más lo hacía, más se convencía que Jacques LeBlanc había estado asociado con lo que ocurría en medio oriente, aunque esos archivos no mencionaban a Siria, sino a Water INC, se percató que no habían elementos que desconociera, ya conocía de antemano que el padre de François había sobornado a entes gubernamentales para operar el fracking en una zona de reserva natural, donde para su muy mala suerte la población aledaña había sufrido fuertes quebrantos de salud.

EL DÉCIMO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora