CAPÍTULO XXXVI

718 56 52
                                    


OCTUBRE

El camino entero estaba repleto de hojas color ocre, los árboles se teñían de naranja y el clima se sentía bastante fresco, las estaciones traían el invierno, pero Rebecca llevaba demasiado tiempo viviendo en uno.

En ese instante caminaba de forma lenta con Matt tomándola de gancho por el parque el retiro, ella había insistido, él se había negado, pero finalmente había terminado accediendo, llevaba tanto tiempo encerrada que lo único que quería hacer era escapar un poco.

-Siempre me gustó Madrid en otoño- Habló Matt de repente, ella lo miró, pero no dijo nada, hace mucho no disfrutaba de nada y hubo un tiempo en que el otoño la hacía pensar en François, sin dejar de caminar movió de manera inconsciente su anillo de compromiso con su dedo pulgar, en ese lugar François le había pedido ser su esposa- ¿Vamos muy rápido?- Le preguntó al notarla distraída, ella negó con su cabeza porque iban bastante despacio.

Realmente lo que la tenía así era algo que François le había dicho y que aún no asimilaba, al parecer el dichoso infiltrado que ayudaba a Thomas era su asistente Philippe, se le había acercado con una chorrada de mentiras a decirle que le tenía afecto y a ensuciar a Thomas planteando que él quería hundir a François con la USB que ella le había entregado.

Rebecca no creía ni una sola palabra y para variar eso le había traído problemas con François, sus peleas constantes la tenían agotada, no iba a decir que no, él no entendía que su palabra no pudiera bastar para que ella se alejara de Thomas y dejase de confiar en él, pero duh, era evidente que para ella era más fácil confiar en Thomas que en un traidor como Philippe, François había olvidado que se había hecho pasar por él en su wathsapp, que había informado cada uno de sus movimientos a esos psicópatas, por el contrario Thomas le había salvado su trasero mil y una vez.

-Ya le he perdido el gusto hasta a eso.- Le contestó honestamente en referencia al otoño en Madrid, Matt la miró serio.

-Te voy a sacar de todo esto, lo prometo.- Ella le asintió, porque de alguna manera le creía, pero no sabía si eso le iba a devolver el sabor por los placeres sencillos. Se mojó los labios.

-¿Me dejarás ir contigo?

-¿A dónde?

-Con Marie Keller, como habíamos planeado antes de todo esto.

-No creo que sea buena idea Rebecca, ahora necesitas pensar en tu recuperación.

-Necesito pensar en vivir Matt y en tener calidad de vida, entre más posterguemos eso más tiempo les estamos dando a esos sujetos, ya no quiero vivir con miedo.

-Y yo no quiero que vivas con miedo.

-Entonces déjame ir contigo- Lo miró suplicante y él a su vez la miró lelo y terminó asintiendo.

Eso le dio cierta calma, temía no poderlo convencer, no quería quedarse en su casa encogida por el miedo, no quería ni siquiera poder estar en el recibidor del apartamento que compartía con Edna sin recordar el sonido de los disparos, era agobiante tenerse que quedar en una de las suites del Palace con François, sentía que retrocedía a ese tiempo en que sólo fue miedo y terrores nocturnos, aunque estos últimos jamás la habían dejado, pero al menos no se sentía como una rata de laboratorio que permitía que jugaran con ella, eso era lo que no quería volver a sentir.

Cuando Matt y ella llegaron a la recepción del Palace notó que Thomas se hallaba allí fumándose un cigarrillo que apagó en un cenicero tan pronto como la vio, Matt apretó la mandíbula claramente incómodo y la miró.

EL DÉCIMO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora