¿Qué escondes?

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Por la mañana, la habitación es iluminada por una pálida luz que medio traspasa las cortinas. Me asusto un poco, no reconozco el lugar, pero cuando giro la cabeza veo a Niall dormido con sus labios entreabiertos, sus rubios cabellos revueltos, sus ojos aun cerrados, su brazo alrededor de mis costillas, por debajo de mi camisa. Piel contra piel, recuerdo que la camisa es de Niall, me doy el placer de mirarle un poco más. Su rostro está a centímetros del mío, me giro dentro del brazo de Niall un poco para acostarme sobre mi lado derecho y quedar completamente frente a frente con él. Recorro su rostro con la mirada, cabellos rubios y castaños, cejas castañas, su suave inahalar se refleja en sus fosas nasales y exhala a través de sus labios entre abiertos, sus labios rosados.

Oh, sus labios.

El superior es delgado y el inferior es lleno y rosado, se ve tan suave y besable que no puedo evitar delinear su labio con mis dedos. Niall arruga la nariz en forma de autoreflejo pero no despierta. Retiro mis dedos rápido, como si acabara de hacer alguna travesura. No debería de apreciar a Niall demasiado. Mientras veo la luz pálida golpear su piel e iluminarla, pienso en lo estúpido y riesgoso que ha sido aceptar el trato. Estúpido, porque yo sé mi situación y no quiero que Niall sea testigo de lo que me aterra en los sueños y que viví hace algunos años, Niall no merece que lo orille a ese risco que es solo mío, por eso me mostré cautelosa sobre quedarme con él la noche anterior.

¡Rayos!

Él me vio tener la pesadilla, a eso me refiero con riesgoso, no quiero que él sepa la razón implícita que me trajo a Dublín. Simplemente porque es algo que estoy tratando de superar, pero él me hace olvidarlo, Niall me hace sentir bien. Lo que tengo que hacer es llevar bien esto con ayuda de lo ya pautado; No celos, ni nada. Bien, quizá puedo asirme a que no acordamos lo que significa ni nada cuando hicimos el trato, sí, puedo pedirle que nada de cosas muy personales, si él no anda de curioso en mi vida, no tendré que explicarle nada más allá de la cama y eso nos mantendrá a salvo a ambos. Mantendrá a Niall a salvo de mi tormento.

Me remuevo en el brazo de Niall para soltarme de él, pero suelta un sonido ronco de su garganta. Me aprieta contra él, abre un ojo.

-¿Qué haces?-su voz está recien despertando y suena ronca. Mi piel se eriza con anticipación.

-¿Que no es obvio? Me voy.-Trato de quitarme su brazo de encima pero él pone resistencia.

Niall abre los dos ojos, tuerce la boca y junta las cejas para luego preguntar:

-¿Por qué?

-Porque pienso cumplir con el trato. Sólo sexo. Ni siquiera debemos volver a dormir juntos.

Hora de poner las cartas sobre la mesa.

-Pero no dormimos del todo-me alza las cejas, coqueto-. Y por eso tengo sueño.

Niall se acurruca contra mí.

No lo hagas. Me haces todo muy difícil.

Por un momento quisiera dejarme llevar y dormir con él hasta más tarde, no pensar en nada y dejar que me abrace aunque sea un ratito. Sacudo la cabeza para ordenarme las ideas. Esto no se trata sólo de mí, también se trata de Niall y de mantener cierta distancia en ciertas cosas con él, así que cuando aclaremos qué significa el ni nada también voy a añadir que después del sexo, no pienso quedarme un minuto más y él tampoco va a quedarse después. Depende de quién vaya a casa de quién, de dónde nos encontremos; eso es algo que también hay que acordar.

-Niall, de verdad tengo que irme.

Suspira y quita su brazo de encima de mí, se hace a un lado y cruza los brazos, sus músculos se marcan ligeramente. Me levanto de la cama y piso el short de franelilla que me prestó lo noche anterior.

Tóxico |N. H.| (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora