42. Pasado en presente

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Perdida, es como justamente me siento ahora.

De camino a casa, le expliqué a papá que quería pensar algunas cosas, que necesitaba estar un momento sola. Y que por eso no le dije a nadie dónde estaba. Aunque pensándolo bien, la excusa fue bastante absurda pues paso bastante tiempo sola en Dublín y luego él me dijo que Vanessa me había visto por última vez con Mark. Para tranquilizarlo a él, le dije que me fui por mi cuenta y dejé a Mark en el Paradise.

Mi cabeza está llena de un montón de imágenes borrosas, de palabras sin sentido y frases incompletas; como una laguna mental.

Al llegar a casa, papá me abre la puerta de la camioneta.

-Supongo que sabes que estás castigada-aunque más que enojado, papá parece únicamente exhausto.

Sólo asiento.

-Bien.

Entramos al calor de la gran casa y mi familia está regada por toda la sala. Mis primos, los pequeños supongo que están durmiendo. Mis tíos y mi abuela están en la sala. La expresión de mi abuela al verme es de auténtico alivio. Todos están con sus teléfonos en el oído, hablan con sabrá Dios quiénes pero se callan cuando me ven. Quizá trataban de localizarme. Sólo se escucha la voz del reportero de las noticias locales, mis ojos se enfocan en la pantalla que está en la pared.

-La hija de Leonard Sanders, el empresario dueño de la enorme cadena de tiendas deportivas Martí, se encuentra desaparecida. El empresario ha movilizado a la policía de la localidad para iniciar la búsqueda de su hija. Se presume que podría haber sido secuestrada. Ya que la joven no volvió de una conocida discoteca-bar y no se sabe nada de ella. Por el momento...
Wow.

Todo esto es un alboroto.¿Secuestrada?. ¿De verdad?

Miro a mi padre, él también se quedó viendo el televisor. Papá se acerca al teléfono y oprime el botón de marcación rápida.

-¿Charles?. Buenos días. Necesito que le notifiques a la policía que mi hija ya está conmigo.

Charles es la mano derecha de mi padre y su amigo de los domingos de fútbol. Las llamadas con Charles fueron muy frecuentes cuando pasó todo el asunto de Vincent. Charles se encargó de que la noticia de aquélla fatidíca noche en que cumplí quince años y viví el peor tormento hasta ahora, no se regara. Aún me sorprende la eficacia y la rapidez con la que él trabajó.

-Por favor también informa a todos los medios locales. No quiero que esto llegue a los noticieros internacionales. No estoy de humor para explicar nada ahora a la prensa.

Una pausa, papá escucha a Charles y luego se lleva los dedos al puente de la nariz.

-Rayos-bufa él-. Cambien al canal ocho-pide en voz alta y mi tía Lorraine cambia de canal.

Y ahí estaba. Mi cara de hace cinco años. Creo que ésa es la única foto de mí que la prensa tiene. Esto se había regado como pólvora

El reportero también dice las mismas palabras que él anterior; secuestrada, desaparecida.

Me asusto al sentir zumbidos provenientes de mi teléfono celular en mi bolso.

Es Perrie.

-¿Hola?

-¡Dios!. Eres tú. ________, ¿estás bien?

-Sí. Soy yo. Y estoy bien.

-Santo cielo, estaba asustada. ¿Qué pasó?

-Fue un mal entendido. Estoy en mi casa y ya todo está bien.

-Créeme que estaba muy preocupada. Estoy en casa de mis padres y ellos estaban viendo el televisor y entonces te vi y dijeron que estabas secuestrada y...-habla muy rápido, me preocupa que se quede sin aire.

Tóxico |N. H.| (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora