• Cedric Diggory - 041

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Un día para nada soleado, la tensión estaba presente. Harry y Cedric como campeones de Hogwarts. Todos estaban desconcertados, se sepune que solo eran tres, no cuatro. Harry Potter era el colado en esta ocasión, bueno, casi siempre lo es.

Tejones y leones, era extraña esa nueva rivalidad creada por el icónico torneo en el que participan las tres escuelas mas importantes de la zona, Beuxbatons, Dumstrang y obviamente Hogwarts.
Muchos estaban sorprendidos, los tejones demostraba su lado mas Slytherin y los leones su lado mas cerrado.

Las relaciónes entre Hufflepuf y Gryffindor se distanciaban cada día mas, algunas parejas intentaban que no pasara pero era casi imposible. Sobre todo
la pareja conformada por Cedric y Keisy. Llevaban dos años en una relación que se podría describir como perfecta aunque por aquella situación tan reñida se habían distanciado, Cedric siempre estaba rodeado de personas que ignoraban a los Slytherin y Gryffindor, y la joven Keisy pertenecía a la casa de los valientes, con un año de diferencia.

Kei andaba sin un rumbo fijo por los terrenos del castillo. A lo lejos observo al chico castaño, sus miradas se conectaron por un instante, instante que fue interrumpido por un chico que le dijo algo a Cedric provocando que fijase su mirada en el. Keisy siguió su rumbo aleatorio llegando muy cerca del sauce boxeador, en todos los años que llevaba ahí no sabia la razón exacta de por que el término boxeador.

- No le veo ningún guante - dijo en voz baja soltando una risa.

Admiro por unos momentos el majestuoso árbol que tenia enfrente, era enorme de corteza perfectamente imperfecta. Las pocas hojas que tenia eran de un color verde fuerte, el sol resaltaba aun mas sus colores.

Se acerco un poco y visualizo un pequeño agujero en la parte inferior del tronco, se acerco un poco mas.

- ¡Kei! - escucho antes de sentir como caía. Cerro los ojos esperando el gran impacto pero solo sintió un calor debajo de ella y unas manos rodeándola por la cintura.

Se paro rápidamente al saber de quien se trataba.

- ¿Ni un gracias? - pregunto intentando sonreír pero le era un poco difícil, un piedra le había pegado justo en la rodilla.

- Callate, Cedric - le dijo claramente enojada. El chico se paro con dificultad y ella tuvo que aguantar las ganas de ayudarle.

- ¿Por que estas tan enojada?

- No me has hablado en días, no esperes que te hable como si nada. Me has ignorado - le contesto con los brazos cruzados.

- Es una larga historia - dio un suspiro revolviendo su cabello, a Kei le encantaba eso.

- Tengo tiempo.

- Mis compañeros decidieron aplicarle la ley del hielo a todos los leones - Kei rodó los ojos por lo obvio que era eso - y no me han dejado solo ni un momento solo, hasta para ir al baño Jake me sigue. Nunca creí que eso tuviera tanta presión y de saber que eso me alejaría de ti jamas hubiese puesto mi nombre en el cáliz.

- ¿Prefieres no decepcionar a tus amigos que hablarme? - no espero respuesta y se giro bruscamente con la idea de ir directamente a su habitación.

Cedric corrió hacia ella y por un mal paso cayó encima de ella.

- Quitate - le dijo intentando levantarse.

- No hasta que me dejes terminar - tomo sus muñecas poniéndolas a la altura de su cabeza evitando que forcejeará - hoy me harte de eso y los mande a todos a la mierda - dijo en voz alta para que Kei volteara a a verlo.

- ¿Que? - pregunto incrédula por las palabras del chico.

- Ya lo dije, me harte de su comportamiento y decidí aclarar la situación diciendo que le creía a Potter y no seguiría con esa estúpida regla de la ley del hielo. Después te vine a buscar y te vi cerca del sauce boxeador ¿Que te sucede? ¿No te advierte algo el nombre? - ahora el molesto era él, sin darse cuenta había apretado un poco las muñecas de la chica.

- Cedric... - el chico se dio cuenta de la fuerza que ejercía en las muñecas de la chica y rápidamente la soltó.

- Lo siento - susurro avergonzado por su comportamiento. No era la clase de persona que solía enojarse. La brazo pasando sus manos por debajo de su cintura y escondiendo su cara en el cuello de la chica.

- Tranquilo - susurro acariciando su suave cabello. El joven Diggory se sentía mejor, estando con ella los problemas se desvanecían por completo, hasta el hecho de estar en pleno pasto a la vista de todos le importaba muy poco.

- Te amo - la chica se sorprendió, era la primera vez que lo decía. Hasta ese momento solo ocupaban un "Te quiero" pero sabia que esa palabra quedaba chica.

- También te amo - Cedric subió su mirada dando un suave beso en los labios de la castaña.

- ¿Interrumpo algo? - se escucho la voz de la profesora Mcgonagall. Ambos jóvenes se pararon rápidamente y negaron nerviosos - vayanse antes de causar mas problemas - dijo seria provocando que Kei y Cedric se fueran casi corriendo - jóvenes - suspiro dibujando una sonrisa melancólica en su rostro.

One Shots De Harry Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora