Capítulo 4 - Noche

5K 641 203
                                    

Dimensión N° S-004

En cuanto abrió los ojos, sintió una vibra rara en su habitación, más no le dio importancia y simplemente se levantó de su cama. Antes de irse a dormir la noche anterior, había estado pensando mucho -demasiado para su gusto- sobre lo rudo que había sido con Morty al decirle esas palabras e insultos que todos juntos formaron algo muy nefasto para el simple adolescente de dieciocho años que era su nieto. Tan sentimental.

Rodó los ojos de solo pensar en ese hecho, quizás debía ofrecer una disculpa sencilla o lo que sea, quizás compensarlo llevándolo a Blips and Chitz o alguna aventura lo suficiente simple y divertida. Con esto en mente, bajó las escaleras sin mucha prisa y cuando llegó a la mesa, encontró el lugar de Morty vacío. No le dio mucha importancia y solo esperó a que Beth sirviera el desayuno.

— Rick —Llamó Jerry, el aludido lo miró con una mala cara. Jerry sintió escalofríos.— ¿P-puedes ir a despertar a Morty? —Pidió regresando su vista a la tablet donde reventaba globos.

Dio un bufido de molestia.— ¿Y por qué mejor no vas tu? Deberías al menos hacer eso sí seguirás de desempleado. —En cuanto Beth puso el plato frente a Rick, este solo tomó la cuchara para empezar a degustar el delicioso omelette.

— ¡Beth! —Lloriqueó Jerry dejando la tablet a un lado.

Suspiró.— Papá tiene razón, ¿por qué no vas tu? -Le dio la razón a Rick.

— ¡Ja! Ahí lo tienes —Fue lo único que agregó sin despegar su vista del desayuno.

Jerry arrastró la silla y se levantó a regañadientes mientras murmuraba cosas. Cuando el salió, Summer entró al comedor sin despegar la vista de su celular. Nadie le dio mucha importancia a eso y lo dejaron pasar –como siempre hacían–.

Con desgano, Jerry subió las escaleras. En cuanto llegó a la puerta de la habitación de su hijo, recordando las palabras que con anterioridad este había repetido, tocó la puerta.

— Morty, ya es hora de desayunar. —Sin respuesta.— Morty, abre —Repitió tocando de nuevo la puerta. Nada. Suspiró con fastidio.— ¡Si no abres, lo haré yo! —Esto era simplemente increíble, incluso Morty le hacía declives.— ¡Es todo! ¡Entraré! —Avisó casi golpeando la puerta para abrirla de manera dramática.

Para Jerry, en su mente eso sonaba genial y con sentido. Que idiota.

— Morty, te dije que... —Su voz se esfumó.

Morty no estaba aquí. ¿¡Qué se supone que le dijera a Beth?! ¡Todo debía ser culpa de Rick! –e indirectamente lo era– con esa idea en mente, bajó cada peldaño de la escalera en una velocidad increíble, incluso para alguien como Jerry eso era algo asombroso.

— ¿Y -burp- Morty? —Rick se odió en cuanto preguntó por él, para su suerte no había sonado con preocupación.

— ¿Qué? ¡Tu deberías saberlo! —Gritó nervioso, señalando a Rick.

— ¿Y-yo? -burp- Discul-burp-pa por "saber" donde-burp- está Morty? —Hizo énfasis poniendo sus dedos en comillas y rodando los ojos. Regresó su vista al casi vacío plato.

— ¿Y Morty, Jerry? —Esta vez fue Beth quien retomó la pregunta.

Comenzó a reír nerviosamente.— S-sobre eso —Rascó su brazo.

— ¿Qué Jerry? ¿Qué? —Lo miró Beth con una cara de fastidio, presionando a Jerry.

— Morty no está en su habitación.

— N-no bro-burp-mees con eso, Jerry —Rick frunció el ceño, levantándose de la mesa.— Iré a ver-burp-lo por mi -burp- mismo —Sacó el contenedor con alcohol de su bata para dar un trago algo corto.

En cuanto volvió a meter el contenedor, buscó el lanza-portales, quizás el maldito de Morty se la había sacado mientras todos dormían y habría huido o perdido en alguna dimensión. Resopló cuando encontró el lanza-portales, quizás Jerry hoy estaba más idiota que de costumbre. En cuanto llegó a la habitación, abrió la puerta ignorando que quizás podría estar autocomplaciendo con la ayuda de su laptop.

— M-Morty —Llamó.

Decir que no estaba sorprendido sería mentir, pero tampoco le daba importancia. Era Morty. Morty. Aquel chico que siempre regresaba, como la vez que robó el lanza-portales para ir por su familia. Estuvieron a punto de morir. Le restó importancia y bajó de nuevo al comedor.

— Al parecer el inútil de Jerry no estaba equivocado. —Se escuchó un "¡hey!" de parte de Jerry por llamarle inútil.

— ¿Y qué haremos? —Beth estaba muy preocupada por el paradero de su hijo menor, y sí no estaba con su padre, eso solo la asustaba aun más.

— Pfff, De-burp-jarlo —Se dirigió a la sala interesándose poco en el tema.

— ¡Papá!

Rodó los ojos.— No te preocupes por eso, cariño —Su voz sonó tranquilizadora.— Estamos -burp- hablando de Morty, regresará para el anochecer y cuando menos te lo esperes.

Pero Morty no regresó esa noche.

The Flesh Curtains [Rickorty]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora