The Flesh Curtains [Rickorty]

Capítulo 12 - Increíble

• Dimensión N° E-137

En cuanto Morty salió de la habitación, miró como el ahora backstage estaba hecho un verdadero asco. No pudo evitar hacer un gesto de desagrado cuando sintió el olor que infestaba el lugar.

— Esto es increíble —Dijo caminando entre la gente tirada que dormía o que simplemente seguía drogándose.— ¿Alguien me indica la salida? —Su voz estaba cansada y francamente, él también.

Miró unos lentes de sol en la mesa y después a los lados, nadie parecía ser dueño de los lentes, así que sin mucha culpa, los tomó.

— ¿Puedo ayudarte? —Morty giró la cabeza en dirección a la persona que le había hablado.

— Oh, Bird Person, gracias a... No importa, sí por favor —Se interrumpió así mismo caminando lentamente, el dolor en su trasero aun no se quitaba por completo.

— La salida es por acá —Comenzó a conducir a Morty por la puerta más simple.

Abrió la puerta comprobando que en efecto, era la salida.— Gracias..., supongo que hasta luego —Se despidió saliendo del lugar sin esperar respuesta.

En cuanto salió, sintió la luz del sol y como el brillo casi lo dejaba ciego, sin pensarlo mucho, se puso los lentes que había sacado del lugar y sin mucho problema, supo ubicarse. Ahora que eran de día, el festival parecía mucho más tranquilo que anoche, la gente que estaba ahora por las calles simplemente hablaba y no lucía como un lugar de mala muerte o algo parecido.

No fue realmente difícil encontrar el remolque de sus amigos, así que sin pensarlo mucho, entró en este. Casi se le sale el corazón del pecho cuando lo agarraron y pusieron una navaja debajo de su cuello.

— ¡S-soy Morty! ¡Morty! —Gritaba repetitivamente mientras se sacaba los lentes de sol y la tiraba.

Clavó el cuchillo en una de las paredes.— Joder, no entres tan de repente, me asusté —Bob pasó una mano por su cara, despeinándose.

Sulem le pasó la pipa bong a Carlos.— ¿Dónde estabas? Te buscamos.

— Sí llamas "buscar" a gritar su nombre en dirección al remolque, sí, te buscamos —Bromeó Carlos.

— Ajá, sí —Su voz sonó molesta.— ¿Dónde estabas, Morty? —Volvió a repetir la pregunta, cambiando la voz a una más maternal.

Se tiró de cara al colchón.— Terminé en la cama de Rick Sánchez.

Bob escupió la cerveza que bebía.— ¿¡Rick Sánchez!?

— ¡Oh, Dios! ¡No lo puedo creer! —Comenzó a reírse a carcajadas Carlos.

— Debes estar bromeando. —Replicó Sulem sorprendida.

Levantó la cabeza.— Sulem, creéme cuando te digo que me gustaría estar bromeando.

— Eso es increíble, enserio ¡in-cre-í-ble! —Casi deletreó Bob uniéndose a las risas junto a Carlos.

— ¿Y te dolió?

— ¡Cállate Carlos! —Gritó Sulem tirándole una almohada a la cara.

Dejó caer su cabeza de nuevo mientras Sulem acariciaba su cabello intentando comprenderlo. Porque sí, acostarse con Rick Sánchez, quien en esta dimensión era una estrella de rock, era increíble.