Capítulo 24 - Semana libre

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Dimensión N° E-137

Su cámara nueva la llevaba colgada en el cuello gracias a la correa de la misma. Los ojos le brillaban de la emoción. Rick por otro lado estaba irritado, usando una chamarra de azul oscuro y un cubre-bocas negro para evitar llamar la atención y que lo descubrieran. Ya era lo suficiente malo tener que salir solo para subirle el ánimo o algo semejante a Morty como para que "fans" también se añadieran a la lista. Sacó unos lentes negros y se los puso.

— Siempre quise ir al Jardín Botánico. —Insinuó querer ir, mirando los alrededores del Central Park.

Rodó los ojos.— ¿Así qué te gustan las plantas, eh? —Metió las manos en sus bolsillos.

— Mi... Abuelo me llevaba a varios lugares y siempre veía plantas muy interesantes.

— ¿Pero...?

Bufó.— Pero siempre salía con su mierda de que era la misma basura sin importancia. -Soltó con amargura.

Se rió.— Tu abuelo no parece un sujeto muy carismático. Vamos. —Bruscamente tomó su brazo y lo jaló.

— ¿¡A dónde vamos?! —Exclamó sintiéndose arrastrado hasta la banqueta, donde Rick pidió un taxi.

Lo metió a empujones al vehículo.— Al Jardín Botánico, ¿a dónde más, idiota?

La felicidad de Morty era tanta, que tenía que llevarse las manos a la boca para evitar gritar. Rick simplemente ignoraba esto, aunque por dentro se sentía feliz por el estado de Morty, sabía que al acabar el día, se reprendería una vez más como cada vez que tenían sexo. Cuando el taxi llegó a su destino, Morty casi lo empujó para salir.

Lo primero que vieron fue una hermosa fuente en frente del invernadero de cristal, parecía un pequeño museo con plantas exhibidas y no solo dentro, también afuera. Morty no pudo evitar fotografiar todo el bello escenario. Eso había sido el lunes y aunque Rick se mostraba molesto e irritado, seguía a Morty a todos lados.

— ¿Alguna vez has ido a un zoológico, Rick? —Preguntó mirando las fotos que había tomado, sentado en la cama a un lado del mencionado.

Dejó caer su cabeza en la almohada.— ¿Quieres ir a un zoológico? —Respondió con otra pregunta, directo.

— ¿Podemos ir? ¿Sí o no? —Frunció el ceño.

Pasó una mano por su cara de fastidio.— No te acostumbres.

Y entonces el martes habían ido al zoológico del Central Park. Esta vez Rick se había puesto unos lentes de sol y la capucha de su chamarra para que no le reconocieran, aunque despertaba miradas curiosa con un "Me parece conocido" a lo que Rick simplemente soltaba un insulto los suficiente alto para ahuyentar a las personas; y a Morty. A él simplemente le daba igual, el lugar era tan amplio rodeado de animales diferentes que solo había visto en la televisión y el no podía evitar sacar fotos de cada uno y a veces, solo a veces cuando Rick no se daba cuenta, le tomaba fotos.

Aunque le costara aceptarlo, Rick sí se estaba divirtiendo y más aun por los estúpidos comentarios que hacían a Morty aparentar ser menor de edad. Y entonces la madrugada del miércoles, Rick se encontraba leyendo sobre más lugares turísticos a los que ir con Morty.

Lo despertó moviéndolo un poco.— ¿Quieres ver la estatua de la libertad?

Se talló un ojo, para desperezarse.— ¿Qué?

— Vamos a la isla de la libertad —Asumió para después levantarse de la cama e irse a vestir.

El hecho de que fuera idea de Rick lo confundía, principalmente porque el había dicho que "no se acostumbrara"; aunque decidió restarle importancia. Ahora que parecía que era Rick quien lo llevaba a rastras, sí tenía algo de interés de ir. Así que a esas horas, se vistieron rápido y tomaron el primer barco que zarpaba al complejo turístico.

Apoyados en el barandal, sentía la brisa del mar en su cara.— Esto sería agradable de no ser por esos idiotas. —Señaló a una pareja que imitaba la escena del Titanic.

Soltó una carcajada.— Eso me recuerda a mi papá —Sacó una cajetilla de cigarrillos.— ¿Quieres?

Se encogió de hombros y tomó uno.— ¿Por qué? —Morty encendió el cigarrillo de Rick mientras este lo tenía en su boca.

La cercanía de sus rostros era algo más íntima, a nivel personal y se sentía tan natural que ninguno dijo algo luego de separarse para que Morty encendiera su propio cigarrillo.

— Jerry, mi papá es fan de toda esa mierda —Relató con fastidio.

Fue el turno de Rick de reír.— No me sorprende entonces que hayas escapado de casa.

Le dio una calada.— Vi la película con mi abuelo y mi hermana, Summer, fue genial mientras duró la película porque me sentí en familia, ¿y sabes qué sucedió después? Luego de eso, pareciese que jamás ocurrió porque me siguieron tratando como sí fuera un bastardo.

— Suena complicado, hace años que no recuerdo la experiencia "familia" —Morty solo sonrió.

Fue decepcionante llegar a la isla, para ambos realmente. Les habían pedido apagar sus cigarrillos y todo era tan mecánico que Rick casi suelta la gorra que llevaba para hacer una escena y que todo fuera divertido. Al final terminaron fumando a orillas del lugar esperando al siguiente barco para regresar al hotel.

El jueves Rick tenía que ir a firmar algo, un contrato quizá, sí bien tenía la semana libre, eso era lo único que tenía que hacer. Morty accedió a ir con él y cuando estaban saliendo de la misma, mientras caminaban algo captó el interés de Morty.

— Nunca he ido a un museo de cera.

Rick lo miró con cara de querer matarlo.— ¿Por qué la necesidad de querer ir a ver figuras de cera que no hacen ni un carajo?

Torció los labios.— ¿Tienes una idea mejor?

Abrió la boca y luego la cerró. En el clavo. Casi a regañadientes y siendo arrastrado por Morty del brazo, entraron al lugar; era tan amplio que de no ser porque Rick no quería caminar y Morty lo llevaba agarrado del brazo, se habrían perdido. Como tal, Morty no se sintió a gusto tomando fotos por las malas vibras que daba Rick y solo estuvieron unas cuantas horas antes del cierre.

— ¿Te gustaría desperdiciar el viernes en un barco? —Preguntó abrazando el pecho desnudo de Rick.

Pasó su brazo detrás de Morty para acercarlo a él.— ¿Hablas del Ferry de Staten Island?

Asintió con un pequeño rubor en la mejillas. Esta era la primera vez qué, después de haber tenido sexo, se acercaban de manera afectuosa -la vez del festival de música no contaba- y eso le causaba escozor, uno desconocido que no sabía sí se sentía bien o mal. Simplemente estaba fuera de su comprensión. Rick acariciaba su espalda manteniendo la vista fija en nada en específico, como intentando ignorar la situación. Y era cierto, Rick no quería ni deseaba pensar en eso, los días con Morty le subían el animo aunque pareciera lo opuesto y eso, eso lo estaba matando.

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Notas de autora:
¡¡Heya!! No tienen la más mínima idea de cuanto disfruté escribir este capítulo, ¡enserio! Es sino quizás uno de mía favoritos, ¡hasta yo sentí las mariposas en el estómago!
¡Ojalá lo hayan disfrutado tanto como yo! Porque hablo enserio cuando digo que esta parte me hizo gritar mientras la escribía.

The Flesh Curtains [Rickorty]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora