• Dimensión N° E-137
Morty llevó a Vance al hospital más cercano, pasando el brazo del chico por sus hombros y sosteniendo su cintura para que no se cayera. Le sorprendía que no hubiese dicho nada en todo el camino, sí fuera por él, le atendería las heridas, pero los golpes que Rick le había asestado habían sido muy fuertes. Quizás podía ser algo más grave y delicado.
La mejilla del chico comenzaba a ponerse morado, formando un hematoma.
Cuando llegaron a la sala de urgencias, Vance seguía sin pronunciar alguna palabra, solo observaba el suelo. La linda interna rubia comenzó a revisarlo.
— Es un milagro que su nariz no esté rota, chico —Dijo, buscando otras fracturas.— Podrán irse solo terminando de rellenar unos formatos —Les sonrió y se retiró del lugar.
Vance estaba sentado en una camilla con una gasa enorme pegada en donde estaba el golpe más vistoso.
Esta era su oportunidad.
— Me gustas, Morty.
Dejó de mirar la gasa para verlo a los ojos.— ¿Me estás jodiendo, Vance? — No quería sonar cortante, pero simplemente salió.
— No, no lo hago.
Abrió la boca, intentando buscar las palabras más adecuadas.— No voy a dejar a Rick, sé —Retiró la mirada de Vance y le dio la espalda, abrazándose.— sé que parece que nuestra relación apesta, y tal vez lo hace, pero no voy a dejarlo.
Rechinó los dientes.— Bromeas, ¿no? —Sus manos se hicieron puños.— Morty, ¿por qué no puedes ver que simplemente soy mejor partido? Conmigo no te verías obligado a hacer cosas que no quieres, —Hizo énfasis en esas dos últimas palabras.— sí tan solo me dieras una oportunidad.
— ... —Respiró hondo y se giró.— Ni siquiera me gustas, acabo de conocerte.
Torció los labios.— ¿No es lo mismo con Rick? No son conocidos de años. —Suspiró cerrando los ojos.— Ya, ya sabía que no cambiarías de parecer, pero es frustrante.
— Es-Es diferente.
Y claro que lo era, quizás no era su mismo Rick, pero era un Rick. Existía una atracción entre ellos, que aunque no era necesariamente romántica, existía. Ningún Rick era diferente de otro, cada uno tenía lo suyo, pero eso no cambiaba la esencia de cada uno.
Prefería un Rick a un Vance.
— ¿Por qué? ¿Te gustan como él? ¿Por qué te gustan tanto?
Claro que eso no lo sabía Vance, para él, era un capricho por andar "con el chico malo" o "el guitarrista de la banda", alguien tan ajeno como él no podría comprender jamás que lo que Morty sentía, era más allá de un apego emocional.
Vance solo veía esto como el desesperado deseo de una groupie a su banda.
Algo tan tóxico.
— No, no me gusta, por favor, basta —Se alejó un poco de él, dejando un pequeño espacio entre ellos.— No puedes obligarme a quererte de esa forma... Creo-Creo que es hora de dejar se vernos, al menos un tiempo. —Dijo esto último como una oportunidad para volver a iniciar de cero.
— Rayos —Sonrió con un poco de amargura.— De verdad te desagrada la idea de gustarme —Intentó agarrar la mano de Morty vagamente, pero este la apartó llevándosela al pecho.
Bajó la mirada.— Es mientras aclaras tu mente. —Se giró, dispuesto a irse.— Porque necesitas entender que yo dejando a Rick, nunca va a pasar —Dio unos pasos y giro para verlo desde su hombro.— Hasta pronto, Vance. —Se perdió entre los pacientes que llegaban y los enfermeros e internos que se movían de aquí y allá.
Se llevó las manos a la cara. Con esto, quedaba muy claro. Siempre Rick, solo Rick.
Morty en cambio, no cabía en sí, le parecía casi estúpido la idea de gustarle a Vance, hasta cierto punto, le daba algo de, vaya, asco. No por el hecho de que fueran hombres, eso era estúpido, sino porque, ¡era Vance! Se trataba de alguien que en el futuro se volvería famoso y engreído.
Suficiente tenía con Rick, que sí bien no era famoso, parecía serlo desde un pésimo punto de vista y su actitud era relativa respecto a él.
Cuando llegó a su departamento con Rick, no esperó encontrárselo en el sofá recostado con una pipa de hierba con los ojos cerrados. Esperaba tanto que estuviese dormido o muy drogado como para recordar algo, pero el destino parecía cobrarle el día que pasó con Sulem y sus amigos porque giró su cabeza para dirigirle esa mirada que tanto le molestaba.
— ¿Cómo te fue con tu novio? Dime que le rompí la nariz —Su voz se escuchaba entre molesta y divertida.
Cerró la puerta y se apoyó en esta, como ya parecía costumbre hacer cuando le daba esa mirada.— Vance no es mi novio, y no, no le rompiste la nariz.
— Pfff, la próxima vez lo golpearé más fuerte.
Rodó los ojos.— No habrá próxima vez.
Por un corto momento, se reflejó terror en los ojos de Rick y enseguida creyó lo peor. Morty iba a dejarlo. No hizo ningún movimiento, pero estaba en pánico ante la idea y ni siquiera sabía porqué. Se iría con Vance, él se quedaría solo y eso lo destruiría. Pensó en qué provecho podía sacarle, ¿debía escribir una canción sobre eso?
— Escucha, Rick —Quitó su mirada de él.— Vance ya no nos volverá a molestar.
— ¿Qué?
Rick no estaba entendiendo nada, ni siquiera entendía el sentimiento de felicidad que se alojaba en él.
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Notas de autora:
¡Por algo el "Nos vemos en corto"! Ja, agradecimientos a NiceGhost que me ayudó con los diálogos de Vance y Morty aunque ella ni siquiera lee mi fic, jsjsjsjs, la adoro, a ella la conozco en persona, vamos en la misma escuela y es la que me ayuda con estos diálogos, el original era muy dramático y de telenovela mexicana y ¡hey! yo sé de novelas mexicanas XDDDD y sobre la sala de urgencias, yo veo Grey's Anatomy, así que me la imaginé como me la presentan en esa serie, originalmente iba a ser una habitación y Morty iba a azotar la puerta XDLas quise compensar con doble actualización por mi clara tardanza, espero les guste.
Deshacerse de Vance, listo ☑
Ahora sí se viene lo chidooooooo JAJAJA.Sin más que decir, nos vemos, les quiero :D ❤
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The Flesh Curtains [Rickorty]
FanfictionDespués de una fuerte pelea con Rick, en un arranque de imprudencia, Morty roba una de las pistolas de portales. Acaba en una dimensión donde conoce a un Rick más joven, un Rick Rockstar total, por quien desarrolla un enorme enamoramiento. « A c t u...