The Flesh Curtains [Rickorty]

Capítulo 7 - Rick

• Dimensión N° E-137

— ¡Morty! —Gritó Carlos intentado alcanzar a Morty.

En el escenario estaba Rick. Rick. Quizás no era su Rick, pero temía fuera una mala pasada de su mente. Ni siquiera supo como, pero se abrió paso entre los desesperados fanáticos hasta llegar a las primeras filas. Se odiaba así mismo, pero no podía apartar la vista de ese Rick. Con ese peinado hacia un lado, esa ropa ridículamente genial que lo hacía ver muy atractivo a sus ojos. Estaba rojo hasta las orejas, pero debido a la oscuridad de la noche, ni siquiera se notaba por completo.

Y entonces pasó.

Jamás creyó que algo como eso pasaría porque Morty realmente no era muy llamativo y además, además el no creyó que llamaría la atención por ser solo él, Morty. Pero pasó. De tanta gente que había a los pies de Rick, este cruzó mirada con Morty. Al igual que el castaño, no podía apartar la vista de él, quizás se mantenía estético y era un fan muy simple, pero algo simplemente hacía que no importara cuantas veces quitara su mirada de él, regresaba.

Morty juraba que por momentos le sonreía a él y solo a él, eso quería creer.

Cada canción que tocaban hipnotizaba cada vez más a Morty, se sentía prisionero de su mirada, como sí al rededor de él no hubiera gente y única y exclusivamente tocara para él y por él; sabía que no era así, lo tenía muy claro, pero cada acorde que tocaba con la presente mirada que le daba Rick, simplemente le hacía creer eso, como sí se tratase de un hechizo.

Por otro lado, Rick sentía la mirada de Morty tan fija en el que solo hacía que cada melodía que saliera de su guitarra fuera para él, sentía que así debía ser, nunca había experimentado algo así de la mirada de un fan en el, a veces subía a estos al escenario para que dejaran de mirarlo tan fijamente, pero por alguna extraña razón, no quería que ese adorable castaño le quitara la vista de encima. Casi sentía los suspiros que daba por él, observaba detalladamente sus mejillas rojas y podía ver el brillo de sus ojos.

Cada segundo, cada minuto de cada canción, el chico lograba acercarse más y más a el, cuando llegó lo más cerca que podía estar, Rick se acercó lo más que podía. No quería subirlo al escenario, no quería problemas con los mismos fans, así que se mantuvo a raya.

Morty casi podía sentir como el corazón se le salía del pecho, que latía cada vez con más fuerza, se sentía tan extraño respecto a todo y cuando observó como Rick se acercaba sutilmente a él, se sintió notado y con muchas más razones de creer todo lo anterior. Ahora simplemente miraría a Rick hasta el final del concierto.