Dime la Verdad

Liberación

- ¡Miranda! ¿Dónde estabas? - pregunta Alanis furiosa.  Cogiéndome a tu prometido, pienso y me regaño a mí misma.  - Tuve que atender una emergencia - le explico.  - Me voy, necesito que me redactes estos documentos y me los envíes a mi email, pero ya - dice muy autoritariamente como siempre.  - Puedes irte tranquila, los tendrás preparados antes de la cinco- respondo. Se va a su despacho sin decir nada y como a los 10 minutos sale con su bolso y hablando por teléfono. - No sé qué se cree Jonathan, no me ha contestado en todo el día escucho que dice. - Miranda, si necesitas algo me llamas al celular, trataré de estar disponible si llamas, adiós - dice y se marcha. Me río porque sé la razón por la cuál Jonathan no le ha contestado.

Hay silencio en la oficina, no me puedo concentrar en mi trabajo pensando en lo que Jonathan me hizo sentir. Tuve relaciones con mi primer novio de High School, con quién duré unos 4 años y con Jack, pero lo que acabo de sentir fue muy intenso. Suena el teléfono haciéndome brincar - Buenas tardes oficina de...- contesto, pero me interrumpen. - Sophia es Jonathan - dice esa magnífica ­voz que me encanta. - Hola - digo, siento que mis mejillas están sonrojadas. - ¿Estás bien? - pregunta. -Tratando de trabajar, se me está haciendo muy difícil concentrarme - digo sonriendo. - Pero tú eres muy eficiente en tu trabajo, ¿qué le distrae tanto? - pregunta en tono burlón haciéndome reír. - Una muy deliciosa aventura que tuve en el almuerzo - digo siguiéndole el juego.  - ¿Qué aventura comió en el almuerzo? - pregunta haciéndome reí­r a carcajada. - Mmm...un financiero muy bien dotado que ha aparecido en mi vida así como si nada - respondo sorprendiéndome de mis palabras. - Wow que suertudo es ese financiero - responde riendo. - ¿Sabes? quiero más de ti - dice con voz sensual haciéndome sentir cosquillas por todo el cuerpo. Suspiro - Creo que lo debemos dejar así­, esto no puede volver a ocurrir. Usted se va a casar muy pronto, tengo mi invitación, y yo, después de lo que usted me hizo sentir, tengo que arreglar mis asuntos también - digo y se queda en silencio por unos segundos. - No quiero aceptarlo, pero tienes toda la razón. Quiero que sepas que el momento que vivimos juntos no lo voy a olvidar nunca, ni el momento ni a ti. Tus besos, tu cuerpo, tu sonrisa, tu voz, tu olor, tu respiración, tus gemidos y jadeos han marcado mi vida. Siempre estarás en mis pensamientos - dice haciéndome sentir un agudo nudo en mi garganta. - Lo mismo digo, gracias por hacerme sentir tan bien. Lo que le hizo sentir a mi cuerpo...fue extraordinario y lo tendré impregnado en mi piel para siempre - digo otra vez sorprendiéndome de mi misma. - Wow...¿segura que no quieres que nos encontremos otra vez? - pregunta haciéndome reír. - Hasta luego Jonathan, vaya a atender a su prometida - le digo. - No te molesto más, adiós hermosa - dice y terminamos la llamada. No puedo creer todo lo que me ha pasado, necesito hablar con Beth a ver si ella puede entender mi comportamiento tan "que me importista"en relación a todo esto. Respiro profundo y hago todo lo posible por terminar todo el trabajo que tengo pendiente.

Al salir de mi trabajo llamo a Jack para avisarle que ya voy de camino. Me siento mal porque no me siento culpable de lo que he hecho, ni yo misma me conozco en estos momentos. Creo que es el momento de que demos por terminada nuestra relación, pero ¿podré hacerlo? Llego al restaurante y como él no ha llegado pido la mesa y me pido una Margarita. Cierro mis ojos y puedo sentir la respiración de Jonathan en mi piel, mi sexo siente la misma sensación que sentí cuando él estaba dentro de mí ­, visualizo sus gestos cuando estaba llegando.  - Hola Sophy - me saluda Jack con un beso en la cabeza interrumpiendo mis pensamientos.  - Hola Jack - respondo un poco agitada.  - ¿Tuviste mucho trabajo? Estás rojita - dice sonriendo.  - Un poco, ¿y tú?  Te ves muy feliz - pregunto.  - Es que tuve un buen día - responde haciéndome sentir mal por lo que le voy a decir.  El camarero viene y le toma la orden de la bebida a él.  -¿Viste las películas que rentaste anoche? - le pregunto.  - La verdad que no pude, tuve una visita sorpresa y no las pude ver - me explica, pero noto que se pone un poco nervioso.  Le traen su cerveza y casi se la toma de un solo sorbo impresionándome.  - ¡Wow, estas sediento! - digo riendo.  - Sophia tengo que decirte algo - dice con los ojos que parece se le van a salir.  - Me estas asustando Jack, primero estas muy feliz, luego te tomas esa cerveza de un solo sorbo y ahora estas sudando - digo también con los ojos muy abiertos.  - Sophia, yo te quiero muchísimo y tú lo sabes, pero lo de nosotros no está funcionando como pareja... - dice mirando hacia abajo.  - Jack, mírame a los ojos por favor.  Ambos sabíamos ya unos meses atrás que nuestra relación no estaba en un cien por ciento.  Yo me siento de la misma manera, así que no tienes por qué apenarte, yo también te quiero muchísimo, pero creo que es el momento de seguir como amigos - le digo y siento un alivio invadir mi pecho, pero de él noto que hay algo más que me quiere decir. - Jack, hay algo más que te incomoda, ¿cierto? - pregunto.  - Me conoces demasiado bien - responde.  - Tú y yo siempre hemos estados muy unidos y sabemos todos nuestros secretos - dice.  Miro para el lado por un momento ya que no estoy tan segura de eso.  - Por favor no lo tomes mal...pero....Cristal y yo nos queremos dar una oportunidad - dice otra vez sin mirarme a los ojos.  Me quedo perpleja en silencio por unos segundos y pienso en esta mañana cuando lo llamé.  - O sea, que la sorpresa de anoche fue ella que te visitó y asumo que pasó la noche contigo, por eso estabas agitado porque tu no acostumbras a trotar en la mañana y por eso estas tan feliz - digo con la esperanza de que me diga que si para no sentirme tan mal por lo que yo hice.  - Sophia, se me olvidó que en otra vida trabajaste en la CIA - dice haciéndome reí­r a carcajada.  - ¿No te molesta? - pregunta.  Tomo aire - Bueno, molesta no estoy, ¿sorpendida?...tal vez.  Pero está bien, lo más que yo quiero es verte feliz, y si Cristal te hace sentir bien, pues yo estoy feliz - respondo.  - No pensé que esta situación iba a ser tan fácil - dice con alivio.  El camarero nos vuelve a interrumpir para tomar nuestra orden, así que pedimos nuestra comida y mientras comemos hablamos de él y ella.

-  ¿Y tú?  ¿Qué me cuentas del Sr. Jonathan? - pregunta haciéndome toser.  - Hemos hablado de mi pero no me has contado cuál fue la propuesta que te hicieron - dice sonriendo.  No me atrevo a decirle todo lo que ha pasado entre nosotros, solo le digo todos los detalles del plan de negocios.  - Me parece excelente propuesta Sophia, tu sabes que tus postres son únicos .  ¿Y qué has pensado? pregunta.  - Honestamente no he tenido tiempo de pensar en eso - respondo con sonrisa traviesa.  - Pues debes... - dice y se queda callado mirando hacia un punto detrás de mí­.  - Já, llegó la insoportable de tu jefa supongo que con su prometido - dice haciéndome paralizar el corazón.  - Hola Jack, tanto tiempo.  ¿Cómo te va? - le pregunta ella al acercarse a nuestra mesa.  No sé ni para dónde mirar.  - Jonathan, él es Jack, el novio de Miranda - dice presentándolos.  Miro a Jonathan y luego a Jack sin decir nada.  - Mejor amigo - le corrige Jack haciéndome mirar a Jonathan, él me mira y levanta la ceja.  - ¿Mejor amigo? La verdad que siempre he pensado que eras rara Miranda, pero de novios a mejores amigos... - dice ella con gesto de asco.  Me dan deseos de ahorcarla - Ya sabes que nadie es perfecto como tu Alanis - digo en tono sarcástico.  - Que bueno que los encontramos les invito un trago - dice Jonathan sentándose en la silla que está de mi lado.  - ¿Es en serio? - pregunta Alanis poniendo los ojos en blanco mientras se sienta al lado de Jack.  - No te preocupes ya nosotros nos íbamos - digo y hago el intento de pararme, pero Jonathan me detiene.  - Solo un trago - dice sonriendo.  - Okay - digo suspirando.  Mientras nos tomamos el trago Jack y Jonathan hablan de Football ya que están pasando un juego por la televisión.  Alanis está en su teléfono mirando las redes sociales, supongo, y yo con unos deseos enorme de treparme encima de Jonathan.  Mi mente comienza a volar nuevamente a ese momento de placer máximo que tuve con él y sin querer dejo escapar un leve jadeo haciendo que todos en la mesa me miren.  - Disculpen estoy un poco cansada - digo fingiendo un bostezo.  Fue un gusto conocerlo en persona - le dice Jack estrechando su mano.  - Igualmente - él responde, luego se voltea y estrecha su mano para despedirse de mí.  - Sophia espero que pueda descansar esta noche - dice con mirada profunda.  - Muchas gracias - digo asintiendo con la cabeza, pero sin poder dejar de mirar sus ojos.  - Nos vemos el lunes - dice Alanis levantando su mirada de su teléfono.  - Adiós Jack, espero que vayas a la boda, aunque sea como mejor amigo de Miranda - dice en tono burlón.  - Adiós Alanis - digo poniendo los ojos en blanco.

- Como que ese tal Jonathan estaba muy atento contigo - dice Jake.  - Estás loco - digo negando con la cabeza.  - Solo digo lo que observé - dice encogiéndose de hombros.  - Con una mujer como la que tiene, no lo culpo. Tú no tienes comparación con ese ogro con quien se va a casar, pobre de él - dice sonriendo.  - Ay tan lindo que eres - digo pellizcando su mejilla.  En ese momento mi celular suena con notificación de un email.  Al leer que es de Jonathan siento emoción, pero no lo leo porque todavía estoy con Jack.  - ¿Quieres ir a jugar billar? - me pregunta.  - Estoy muy cansada, anoche me acosté muy tarde - respondo.  - Bueno si te arrepientes vamos a estar en Baileys - dice y nos despedimos con un abrazo.  - Wow, esto se siente raro - dice él sonriendo.  - No seas exagerado, hablamos luego - digo, le doy un beso en la mejilla y me marcho.  Tan pronto puedo leo el mensaje.  "¿Podemos vernos más tarde?" pregunta.  Lo pienso por unos segundos, y como siempre sigo mi impulso.  "Llega a esta dirección..." escribo poniéndole mi dirección y le añado mi número de teléfono para que me llame o me envíe mensaje de texto en vez de emails.  "Ansioso por tenerte" me responde por mensaje de texto.  Una felicidad inmensa se apodera de mí, manejo a toda prisa para llegar rápido a mi casa y arreglarla un poco.  Aprovecho y hago un postre con bizcotelas, cerezas y crema, como estoy tan ansiosa y feliz, me queda muy delicioso.  Luego me ducho, me arreglo y espero por su llamada leyendo un libro.