Adoro a este hombre

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Despierto y estoy cómodamente en la cama, los rayos del sol se filtran a través de las cortinas. Me volteo, pero Jonathan no está a mi lado. Hay una nota que lee "Hermosa estamos abajo para que descanses, tómate tu tiempo". Sonrío y vienen a mi mente imágenes de nuestra ardiente noche, lo único que no recuerdo es cómo llegue a la habitación. Me levanto, me ducho y bajo ansiosa por ver a mis caballeros. A mitad de camino me encuentro con Beth entrando por la puerta, nos miramos y nos comenzamos a reír a carcajada, ambas tenemos los mismos ojos brillosos y la sonrisa tonta revelando lo plena que nos sentimos. - ¡Que noche! – decimos al mismo tiempo provocando que nos riamos mucho más fuerte. Cuando nos calmamos un poco entramos a la cocina donde nos encontramos a Jonathan y Anthony preparando el desayuno con mucha energía, a Teddy dándole biberón a Sebastián y Amelie comiendo frutas coloreando en un libro con la ayudante de Teddy. – Buenos días – decimos las dos a coro riendo. Todos se voltean y nos saludan. Quiero ir a los brazos de mi Bizcocho, pero primero voy donde mi manicito, al verme se emociona y comienza a mover sus piernitas de felicidad y hacer sus ruiditos que lo caracterizan. Lo saco de su sillita para abrazarlo y voy a los brazos de mi hombre. – Hola hermosa ¿cómo te sientes? – pregunta en mi oído erizándome todo el cuerpo. – Llena de ti – respondo de forma coqueta. – Se ve que pasaron una noche muy bonita, ambas tienen las mejillas muy rosaditas – dice Teddy sonriendo haciéndonos reír. – La verdad que sí fue como nuestra luna de miel, esa cabaña es encantadora – responde Beth y comienzan a hablar entre ellos. Con la esquina del ojo veo que Jonathan no deja de mirarme poniéndome ansiosa. - ¿Cómo llegué a la cama? – le pregunto en voz baja. - ¿No recuerdas? – pregunta sonriendo. Niego con la cabeza riendo. – Ya mismo te cuento, estás radiante esta mañana – dice acariciando mi trasero disimuladamente. Sebastián lo mira y le hace una trompetilla causándonos mucha gracia. Acomodamos todo en el comedor grande y disfrutamos del banquete que Jonathan y Anthony prepararon para nosotras.

Luego Teddy y su ayudante Angelica se van de tiendas. Beth, Anthony y Amelie se van para la cabaña a ponerse sus trajes de baño y nosotros nos vamos a la habitación para también cambiarnos. Jonathan está jugando con Sebastián en la cama mientras yo me rasuro y me preparo. – Wow, mamá sí que es guapa – dice Jonathan mirándome de arriba abajo al salir con mi bikini puesto. Me doy una vuelta modelando, con él me siento tan cómoda y me encanta sentir esta seguridad de mi cuerpo especialmente después del embarazo. Me subo a la cama y él me da espacio entre él y el bebé, luego pega su cuerpo al mío por detrás. – Mmm...eres exquisita – dice oliendo mi cuello. – Ahora sí dime cómo llegué a la habitación – digo sonriendo. – Bueno...te me quedaste dormida abrazada a mí, así que con mucho cuidado manejé hasta la casa, me bajé de la camioneta y te cargué hasta aquí – dice acariciando mi espalda. – No puedo creer que me noqueaste – digo riendo. – Estabas deliciosa, no podía detenerme – dice besando mi cuello encendiéndome de excitación. – Tenemos que poner a manicito en su cunita – digo sin aliento, de repente escuchamos a Amelie llamando a su Bubu y a Anthony diciéndole que no nos moleste haciéndonos reír. – Ya sabes lo que te espera más tarde – me dice levantando una ceja, me besa el cuello y nos vamos.

Los hombres están en la piscina con los niños mientras Beth y yo nos bronceamos un poco. - ¿Y cómo estuvo la reunión de ayer...muy productiva? – pregunta ella sonriendo. – Ay Beth, tuvimos sexo desquiciado en su camioneta – respondo en tono juguetón. - ¿Teniendo una habitación inmensa se quedaron en la camioneta? – pregunta riendo. – Después de la reunión fuimos a cenar y me tomé creo que una botella de vino yo sola, estaba delicioso. Y como me emborraché parecía "chica fácil de la noche" y no nos dio chance de llegar hasta la casa – respondo haciéndola reír a carcajada. – La verdad que Jonathan saca lo mejor de ti. Nunca te había visto así tan sexual – dice ella tomando un sorbo de limonada. – Desde que lo conocí me hace sentir así y me encanta – digo retorciéndome en la silla haciéndola reír. - ¿Y ustedes?...Por la sonrisita que andabas en la mañana, sé que la pasaron muy bien – comento moviendo las cejas. – Estábamos festejando – responde tocando su vientre. Me levanto rápidamente de la emoción - ¿Otra semillita? – pregunto exaltada. – Shh...Amelie no sabe todavía – dice ella en voz baja. – Felicidades Beth... ¿cuánto tiempo tienes? – pregunto con mis ojos llenos de lágrimas de la felicidad. – Unas 6 semanas aproximadamente, Anthony se puso tan feliz. Me hizo el amor tan delicada, pero tan intensamente, pasamos una noche inolvidable. El amor que siento por tu hermano es inexplicable – dice risueña mirando a Anthony con amor haciéndome voltear la mirada hacia la piscina para ver a mi Bizcocho con mi Manicito. – Vamos a la cocina, estoy feliz y quiero cocinar algo muy especial para la ocasión – la tomo de la mano. – ¿Para dónde van tan sonrientes? – pregunta Anthony. – A hacer lo que nos encanta, les avisamos cuando todo esté listo – respondo mientras camino hacia donde están mis amores. – Los amo – digo acercándome a Jonathan para besarlos en los labios. – Yo también hermosa – responde besándome. – Quédate tranquila y descansando Sophy, hacemos algo a la parrilla – dice jugando con mi cabello. - ¿Sophy? – digo riendo. – Te escuchaste muy gracioso. No es molestia Bizcocho sabes que es mi pasión – continuo. – Yo pensé que tu pasión era yo – dice haciéndome sonreír. – Tenlo por seguro Bizcocho, y me encantaría tener otro momento de Afrodita y cocinar mientras hacemos el amor – le digo al oído. - ¿Otro momento de Afrodita? – pregunta a carcajada. – Sí, anoche fue el primero...sexo desquiciado en la camioneta – digo de forma sensual. - Sexo desquiciado pero lleno de amor – dice y besa mis labios. – Esta conversación me ha prendido mucho, manicito tápate los oídos – digo y él como si me entendiera hace una trompetilla haciéndonos reír. – Los amo – les vuelvo a decir, los beso a ambos en la mejilla y me voy a la cocina con Beth.

Luego de comer Jonathan, Sebastián y yo nos vamos a caminar por el rancho ya que ellos se van a tomar una siesta. Me siento tan en paz en este lugar, y ver cómo Jonathan es con mi bebé me hace reflexionar de la oportunidad de crecer en este lugar. - ¿De verdad que quieres que sea el papá de Sebastián? – Jonathan pregunta de forma sorpresiva. – Te escuché ayer en la mañana cuando le dijiste a Sebastián que iba a despertar a Papá – continúa sonriendo. – Me gustó escucharlo, este chiquillo es mi adoración y si me das la oportunidad seré el mejor padre para él – dice mirando al bebé con ternura. De pronto su celular suena y al contestarlo su felicidad se esfuma. – Esta bien Carlos, dame una hora – escucho que dice y termina la llamada. – Hermosa, tengo que ir a ver a Kate y a Carlos, pero quiero que ustedes vengan conmigo – dice tomando a Sebastián de mis brazos. Me quedo pensativa por unos segundos – Mejor nosotros te esperamos aquí Bizcocho para que hables con ellos con tranquilidad. Además, tengo que llamar a Carolina para ver cómo anda la repostería y el negocio con la chef Lucas - respondo acariciando las mejillas de mi bebé. – Me parece bien, aunque me hubiese encantando presumir a mi familia – dice sonriendo. Lo miro y admiro sintiendo esa cosquilla peculiar en mi pecho – Vamos a la casa, Sebastián necesita tomar su siesta y a mí me hace falta sentirte en mi piel – digo de forma coqueta. Él me mira profundamente y sonríe de medio lado. – Con mucho gusto Sophia – dice de forma sensual poniendome mucho más deseosa por él.

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