Despierto muy temprano porque escucho ruidos. Lentamente salgo de la cama me pongo mi bata y salgo de mi habitación. – Charlie – llamo tocando a la puerta y la abro. – Sophia – dice sorprendido al salir del baño. - ¿Cómo te sientes? – le pregunto. – Con una resaca mortal – responde aguantando su cabeza. – Ya regreso, te voy a traer agua – digo, pero él decide venir conmigo hasta la cocina. – Sophia por favor perdóname por mi imprudencia anoche, de lo que recuerdo sé que te dañé la noche – se disculpa. – La verdad que sí dañaste la velada, pero ya sé toda la verdad, así que no te preocupes – digo sonriendo. – Tu siempre viendo el lado bueno a cada situación – dice sonriendo un poco. – Lo escondí por tanto tiempo porque me parecía sin importancia, además que lo hizo por tu bien, y para mí lo más importante es que tu estés bien porque te mereces lo mejor – continua. Lo miro y suspiro – Déjame hacerte un café mientras te preparo un buen ceviche – digo y beso su mejilla.
- Buenos días – saluda Jonathan al entrar a la cocina. – Buenos días – le saluda Charlie. Se acerca a mí, pone su mano en mi cintura y me besa la mejilla – Hola hermosa – me saluda. Si Charlie no estuviese aquí le brincaría encima para devorarlo. – Jonathan podemos ir a la terraza, necesito hablar contigo – le dice Charlie, él asienta con la cabeza. – Tengan – digo dándole una taza de café a cada uno y se marchan. Mientras ellos conversan preparo el ceviche para Charlie y el desayuno para mí y Jonathan. A cada rato me acerco a la puerta para estar segura que no estén peleando, afortunadamente conversan civilizadamente. Cuando todo está listo, les aviso y entran. – ¿Todo bien entre ustedes? – pregunto al sentarnos. – Espero que sí – dice Jonathan mirando a Charlie. – Por lo menos tenemos algo en común, y es que queremos lo mejor para ti Sophia y así como yo entiendo que ustedes tienen una relación, Jonathan también entiende que yo soy tu amigo – dice Charlie mirando a Jonathan. – Les agradezco, pero si quieren lo mejor para mí, por favor ya no quieran controlar mi vida. Espero que todos los problemas se hayan resuelto porque ustedes son personas muy importantes para mí. Ahora a comer y a disfrutar en familia – digo haciéndolos reír.
- Muchas gracias por el ceviche Sophia, me siento mucho mejor – dice Charlie cuando terminamos de comer. - Tu ropa la lavé y está seca en la habitación – le indico. – ¿Te llamo un Taxi? – pregunta Jonathan mientras lava los platos. – Ya lo llamé, gracias. Me voy a cambiar ya regreso – Charlie responde y se marcha a la habitación. – Que forma más disimulada de votarlo – le digo a Jonathan en voz baja. – Necesito tenerte, sentirte, complacerte... - dice pegándose a mí. – Deseo tener sexo con usted Sr. Hopkins – digo de forma coqueta. – Mmm...me encanta lo que pide esa boquita – dice con voz ronca y me besa. – ¿Sophia puedo entrar? – escucho la voz de Beth interrumpiéndonos. – Sí adelante – respondo despegándome de Jonathan sin antes acariciar su miembro. – Buenos días – ella nos saluda al entrar a la cocina y cuando volteo tiene a mi hermoso bebé en sus brazos. – ¡Mi amor! – digo con emoción abrazándolo. Jonathan se acerca para darle un beso en su cabecita, Beth lo mira con ternura. – Buenos días Beth – le saluda Charlie haciendo que ella de un salto del susto. - ¿Qué haces aquí Charlie? – pregunta y me mira con confusión. – Una historia un poco vergonzosa – él responde mirándonos. – Ya me voy, muchas gracias por todo. Jonathan estamos en contacto para el proyecto de Anthony – dice y se marcha. Nos quedamos en silencio por unos segundos hasta que Beth rompe el silencio - ¿Él se quedó aquí a dormir? – pregunta. – Sí, pero luego te cuento. ¿Quieres algo de comer? – pregunto. – No gracias, tengo que ir al delicatesen para recibir la entrega para la orden del hotel – responde. – En un rato voy para ayudarlos – comento. – Tómate tu tiempo, creo que los interrumpí cuando llegué – nos dice sonriendo y se marcha.
Nos quedamos mirándonos por unos segundos, todavía no puedo creer que está aquí conmigo. - ¿Sabes hermosa? No te quiero perder nuevamente, sentir que te perdía anoche fue horrible así que no te voy a esconder que he organizado una fiesta en el rancho el próximo fin de semana por tu cumpleaños – dice tomando mi mano. - ¿Cómo sabes que es mi cumpleaños? – pregunto asombrada. – Anthony me lo dijo como también me dijo que no te gusta festejarlo con muchos invitados porque no te gusta ser el centro de atención – dice sonriendo – Así que solo seremos nosotros tres, Anthony, Beth, Amelie y Teddy ¿qué te parece? – pregunta. Me quedo pensativa porque sí me gustaría ir, pero a la vez me preocupa dejar el negocio y más cuando recién empezaremos con la cuenta de la Chef Lucas. – Es que no me puedo ir sabiendo que ni Beth ni Anthony estarán aquí tampoco – respondo. - Tu hermano tiene todo arreglado en el delicatesen, y considero que puedes dejarle el negocio a cargo de Carolina – dice moviendo las cejas haciéndome reír. – ¿Quieres conocer el rancho de Bizcocho? – le pregunto a Sebastián, el responde sonriendo. – Ves, manicito quiere ir – dice Jonathan sonriendo. – Bueno déjame hablar con Carolina primero, me tengo que reunir con ella de todos modos para hablar de la cuenta de la Chef Lucas – digo sonriendo. – Muy bien pero antes de tu reunión tenemos que terminar algo que se quedó pendiente – dice pegándose a mi cuerpo. – No al frente de manicito, además ella me está esperando – digo sonriendo pegada a sus labios. – Está bien yo te espero hermosa, pero estoy con muchos deseos de tenerte – dice haciéndome sentir esa maravillosa cosquilla en mi pecho. - Venga para acá jovencito – dice tomándolo de mis brazos. – Ve tranquila hermosa – besa mi frente. – Tranquila no puedo ir después de lo que me dijiste, pero regreso lo antes posible – respondo sonriendo, él me guiña el ojo y besa mis labios.
ESTÁS LEYENDO
Dime la Verdad
RomanceSophia conoce a Jonathan en las circunstancias menos esperadas. Ambos acceden a vivir una pequeña aventura dejando una marca muy profunda en ellos. Jonathan tiene un plan que no les permite estar juntos y después de varios años, ambos se encuen...