Dime la Verdad

Fácil decisión

Jonathan se ha marchado dejándome muy plena de él. Mi bebé está rendido dormido así que aprovecho y llamo a Carolina. Me comenta que todo está marchando muy bien y me alegra saberlo porque ya he tomado una decisión y ella es parte integral en mi plan. – Carolina, sé que hace unos días te nombré gerente general de la repostería. Tienes un potencial increíble y la mayor parte de nuestro éxito es gracias a ti...- comento y me interrumpe. – Es mi pasión y usted ha hecho mi sueño realidad – dice con emoción como es usual en ella. – Pues quiero que en vez de que seas la gerente general...quiero que seas mi socia. Quiero darte la mitad de las ganancias que se generen hasta que recupere todo lo que he invertido. Una vez lo recupere vemos cómo dividimos las ganancias – le explico. - ¿Carolina? – pregunto porque no se escucha nada más. – Aquí estoy – responde. – Se me ha presentado una oportunidad y no la puedo dejar perder...- digo, pero me interrumpe. – Acepto, acepto...gracias por confiar en mí. No lo puedo creer Sophia, realmente has sido como mi hada madrina - dice con mucho exalto haciéndome reír. – Cuando regrese hablamos mejor, muchas gracias por aceptar Carolina y este mérito te lo haz ganado tú, no son regalado por "tu hada madrina" – respondo. – Tengo muchas ideas Sophia, ya verás, cuando regreses te las presento. Tengo que irme, disculpa se me malogra el merengue – me dice con pena. – Tranquila Carolina, y una vez más gracias por aceptar Socia – me despido. – A ti Socia por la oportunidad...¡que bien se escucha! – dice haciéndome reír. – Adiós – digo entre risa y terminamos la llamada.

Cuando Sebastián se despierta nos vamos a las caballerizas ya que Anthony, Elizabeth y Amelie nos esperan. Al rato llegan Teddy y Angelica así que hacemos un picnic debajo del sauce llorón dónde Jonathan y yo dejamos escapar ese sentimiento tan fuerte que sentíamos haciéndonos el amor. Mientras Teddy felicita a Anthony y a Elizabeth por la nueva semillita y Angelica juega con los niños mi mente comienza a viajar pensando en mi Jonathan. Doy un salto cuando suena mi teléfono, pero al mirar quien es siento esa peculiar cosquilla en mi pecho. – Sophia – escucho, cómo me encanta esa voz. – Bizcocho – respondo en voz baja y me alejo del grupo. – Ya estoy saliendo de la reunión, ¿cómo están? ¿Quieren dar un paseo? – pregunta. – Sebastián está feliz con Angelica y Amelie, yo estoy extrañándote locamente y no quiero dar un paseo, muchas gracias. Prefiero irme a duchar y esperarte desnuda en la habitación. ¿Qué te parece mi plan? – pregunto con voz sensual. – Me parece perfecto Sophia. Ya sabes lo que has ocasionado – responde con voz ronca. – Mmm...sí y me pone muy ansiosa – respondo, mi corazón va a mil por hora. – Así que lo dejo para irme a refrescar y esperarlo como tanto le gusta – continúo. – Espero no encontrarme con ningún policía voy a toda prisa para llegar a ti hermosa – responde. – Adiós Bizcocho – digo coqueta. – Adiós Sophia – se despide. Les dejo saber a todos que voy a la casa y salgo corriendo para esperar a mi Sr. Hopkins.

Como estoy con muchos deseos de jugar, después de ducharme me comienzo a tomar fotos muy provocativas y se las envío. Pensar en su reacción a las fotos me hace subir la libido por las nubes. Estoy muy excitada y se puede percibir en las fotos. Escucho ruidos, creo que es él, así que me subo a la cama en una pose muy sensual. – Sophia – dice al entrar a la habitación. – Jonathan – digo jadeando mordiendo mi labio. – Mmm...hermosa...esas fotos... - dice mientras se desviste, puedo ver su excitada hombría a través del pantalón, mi respiración es muy rápida y mis ansias por tenerlo son muy fuertes. – Una de las maravillas que me enloquecen de ti es la inocencia que proyectan tus ojos a la misma vez que tu cuerpo emana deseo – dice quitándose su ropa interior. – Eso solo lo provocas tu – digo jugando con mis senos. – Te amo hermosa – dice mientras se sube a la cama y comienza a besar mis piernas. Sus labios tocan mi piel y veo como su cuerpo se eriza. No puedo creer lo que yo le provoco, esto ocasiona una deliciosa sensación dentro de mi haciéndome jadear de gozo. – Me fascinas Sophia – susurra cuando está muy cerca de mi sexo provocando que lo agarre por su cabello y lo pegue a mi cuerpo. – Disfrútame, saboréame, necesito que me tomes – digo agitada. Mientras me da placer su respiración es profunda, es intensa, dejándome saber que lo que siente por mí es más que deseo. Gimo de placer una y otra vez con cada orgasmo. Luego sube por mi cuerpo acomodándose para penetrarme – Sí – jadeo al sentirlo dentro de mí. Sus gemidos sordos son afrodisiacos haciéndome llegar fuertemente. Saco fuerza de donde no la tengo y logro voltearnos para quedar encima de él y tener el control. Al verlo debajo de mí y la forma que me mira me comienzo a mover buscando ese momento en el que ambos nos perdemos en el más profundo de los placeres.

- Quiero ver crecer a Sebastián aquí, en este hermoso hogar que has construido para nosotros. Quiero que seas su papá, quiero hacer una familia contigo Jonathan – digo acostada encima de su cuerpo. - ¿Estás hablando en serio? – dice levantando mi cabeza por la barbilla. – Muy en serio Jonathan – respondo sonriendo. – Lo he pensado y voy a hacer a Carolina mi socia para que ella se haga cargo de la repostería allá. Hablé con ella y aceptó – digo con emoción. – Me has dado la mejor noticia que jamás haya recibido hermosa – dice muy feliz volteándonos, ahora estoy debajo de él. – Dame tu mano - me pide y la pone en su pecho. – Siente mi corazón como late de amor por ti – dice sonriendo. – Parece que se te va a salir – respondo con emoción. - ¿Impresionada? – pregunta levantando una ceja, yo asiento con la cabeza. – Ahora siente lo que haces con mi cuerpo – comenta tomando mi mano para ponerla en su gran hombría haciéndome perder el aliento. - ¿Impresionada? – vuelve a preguntar y antes de contestarle me mira intensamente a los ojos y entra en mi para hacerme suya y demostrarme con su cuerpo que es mi hombre y yo su mujer.