Dime la Verdad

Segunda Propuesta

- Muchas gracias por todo – digo cuando nos estamos despidiendo.  – Fue un placer... ¡y que placer! – dice haciéndome reír.  – Nos veremos por ahí algún día, ¿cierto? – pregunta.  – Puede ser, me encantó tener sexo con usted, es divino – digo sonriendo.  – Sophia, eres una mujer encantadora.  Cuídate hermosa – dice, besa mi mejilla y se marcha.  Me quedo en la puerta observándolo, se sube a su auto, se despide con la mano y se marcha.  Entro, cierro la puerta y me quedo mirando todo el desorden que hemos dejado por toda la casa, no puedo aguantar y me comienzo a reír como desquiciada.  Que locura pienso, pero muy deliciosa.  Camino hasta mi habitación y me miro en el espejo.  Mi rostro, mi cuello están rojos, mi cabello esta hecho un desastre causándome más risa.  Luego me tiro en la cama, huele a él y disfrutando de su olor me quedo profundamente dormida.

A lo lejos escucho mi teléfono sonar, abro los ojos poco a poco y al mirarlo tengo diez llamadas perdidas y cinco mensajes de texto.  – Wow, ¿qué hora es? – digo.  – ¡Ya es mediodía! – digo y me levanto rápidamente de la cama.  Todas las llamadas son de Beth y tres mensajes de texto, y los otros dos son de Cristal.  – Hola Beth recién me desperté – digo cuando contesta la llamada.  – Ábreme la puerta que como no me contestabas pensé que te había pasado algo – dice un tanto enojada.  – Esta bien enojona ya abro – digo riendo.  – Niña, ¿qué pasó por aquí, un tornado? – pregunta mirando todo alrededor.  – Mmm... más o menos – digo sonriendo.  - ¿Cómo te sientes? – pregunto recogiendo los platos de la mesita de centro de la sala.  – Mucho mejor, pensé que me iba a morir – responde sentándose en el mueble.  – Tengo algo muy importante que decirte – le digo mientras comienzo a recoger todo.  – Definitivamente el por qué te levantaste tan tarde – ella dice haciéndome reír.  – Porque estaba muy cansada además me quedé hasta muy tarde atendiendo un asunto – le explico.  - ¿Un asunto que tiene que ver con tu ogro de jefa? – pregunta.  – Jumm...más o menos.  Pero eso no es lo que te tengo que contar.  Jack y yo nos separamos – digo.  – Eso era de esperarse Sophia, ni siquiera dormían juntos – dice.  – Pero eso no es todo, me confesó que entre él y Cristal hay algo, y lo tiene muy feliz –.  Ella me mira sorprendida - ¿Qué?  Ya tan rápido – dice con asombro yo me encojo de hombros.  – ¿Y no te molesta? – pregunta.  – Honestamente, no.  Él merece ser feliz – respondo.  – ¡Y tú también! Necesitas a alguien que te haga cosquillas por aquí y por aquí -  dice haciéndome pellizcándome las nalgas haciéndome reír como niña.

Al terminar de recoger todo y comer de mi delicioso postre vamos a mi habitación.  – Si no tienes nada que hacer acompáñame al mercado, tengo que comprar unos ingredientes para hacerle unos postres a Cristal – le digo desde el closet mientras saco la ropa que me voy a poner.  – Claro, yo te ayudo – dice y la veo que se levanta para ir al baño.  – Es una fiesta del... - digo, pero ella me interrumpe casi gritando mi nombre.  - ¿Qué te pasa? – digo asustada corriendo al baño.  – ¡Explícame qué es esto!  ¿No te habías dejado de Jack? – pregunta apuntando al basurero que está lleno de los paquetitos de los preservativos.  Siento que me sonrojo – No fue con él – respondo.  – ¿Entonces, con quién?  ¿Desde cuándo? – pregunta mirando el basurero.  – No te puedo decir con quién y desde ayer -  respondo.  – ¿Todo esto fue en 24 horas?! – pregunta.  – Más bien en una noche – respondo sonriendo.  - ¿Qué? – dice sorprendida.  - ¿Estás loca? – dice un tanto enojada.  – Mira Beth ya estamos bastante adultas para que me estés haciendo este drama – digo en tono fuerte.  Nos quedamos en silencio por unos segundos.  – ¿Y lo disfrutaste? – pregunta con gesto sugestivo haciéndome sonreír.  – Como no tienes idea – respondo haciéndola reír.  – ¿Y cuándo lo conoceré? – pregunta.  – Nunca, esto fue solo cosa de una vez – respondo asombrándola.  – Sophia Miranda ¿qué te ha pasado?, me tienes que decir al menos quién es el chico – dice sonriendo.  – Es confidencial y déjame ducharme que se nos hace tarde – digo empujándola fuera del baño para cerrar la puerta.  Mientras me ducho pienso en mi noche de locura, me gustaría saber cómo está él, si tuvo buen viaje de regreso... me regaño a mí misma, no debo estar preocupándome por eso, pero es que las cosas que me hizo... Sophia contrólate, peleo con mi subconsciente.