Siempre cuidandote

21 3 0
                                    

Finalmente llegamos al restaurante después de haber dejado a Sebastián en casa de Beth.   Nos llevan a un área que está reservada mientras esperamos por la chef.  – Tenemos una conversación pendiente, me tienes que explicar lo que comentaste que siempre estuviste en mi vida – comento tomando un sorbo de vino.  – Lo sé Sophia – responde.  – Buenas noches – nos saluda la chef al entrar.  – Buenas noches Chef Lucas, me encanta el concepto de este Bar and Grill – digo estrechándole mi mano.  – Muchas gracias, todo mi éxito se lo debo al Sr. Hopkins – responde asombrándome.  – No chef, yo solo le he asistido y aconsejado en cómo hacer su sueño realidad, el talento y el éxito son totalmente suyos – él comenta.  Nos sentamos y mientras cenamos hablamos de negocios, ella quiere que le supla los postres especiales para sus restaurantes.  Todo me parece perfecto, y estoy feliz en hacer negocios con ella, pero en mi cabeza no para de dar vueltas el comentario de Jonathan y esto que está pasando ahora.  -  Bueno, disfruten de la fiesta, hoy celebramos el aniversario de este lugar, aquí les dejo una botella de champagne – dice la chef, se despide y se marcha.

- Felicidades hermosa -  dice Jonathan sirviéndome champagne en mi copa.  – Creo que tuviste que ver en este acuerdo, ¿por eso me llevaste a cenar a su restaurante anoche? – digo mirándolo con enojo.  – Sophia, yo no tuve que ver en esto, te lo prometo – dice confuso.  – Dijiste que siempre estuviste en mi vida, luego que casualidad que me llevas a comer al restaurante de unas de tus clientas la cual quiere hacer negocios conmigo.  A mí me parece tan claro como el agua – digo tomándome el champagne que él me sirvió de un solo sorbo.  – Estas equivocada Sophia... -.  – Mira a quiénes me tengo que encontrar aquí – nos interrumpe Charlie y al parecer está tomado.  – La pareja del año, la bella Sophia y el asesor financiero – dice con tono sarcástico.  – Charlie por favor, estás tomado – le dice Jonathan.  - ¿Sabías que él me contactó para decirme que si tú venias con tu plan de negocios, que le llamara y le avisara? ¿Por qué crees que todo se te aprobó tan rápido?  ¿Le dijiste que fue tu abuela quién compró su town house? – dice dejándome perpleja y pienso en el nombre del comprador, Theodore Tate.  – Claro Teddy – digo en voz baja pensativa y confusa.  – Oh no disculpa Sophia, por tu reacción veo que no lo sabías.  Creo que esta relación no ha sido para nada honesta – dice mirándome. Miro a Jonathan quien me mira negando con la cabeza.  – ¡Ups! Lo siento Sr. Hopkins – dice Charlie sarcásticamente poniéndome mucho más furiosa.  - ¿Sabes Charlie?  Tanto tu como Jonathan jugaron conmigo, ¿no se supone que eras mi amigo?  Si me lo hubieses dicho desde un principio tal vez tu y yo fuésemos pareja.  No los quiero ver a ninguno de los dos.  Ustedes no son dueños de mi vida para manejarla a su conveniencia – digo poniendo énfasis a la última oración con mucho coraje.  Tomo mi cartera y salgo de prisa del local.

Está lloviendo torrencialmente, pero no me importa camino hacia mi auto y recuerdo que no tengo las llaves.  Quiero salir de este lugar, recoger a mi bebé e irme a mi casa.  No puedo creer que Jonathan me haya ocultado algo así después que estábamos en una relación formal.  Comienzo a llorar de indignación mientras entro por un callejón para poder salir a la calle principal y tomar un taxi.  – Sophia – escucho que Jonathan me llama, pero sigo mi camino.  – Sophia por favor detente – insiste.  – Necesito mi espacio Jonathan, déjame sola – digo con voz llorosa.  Escucho pasos que vienen corriendo, quiero correr, pero no puedo por mis tacones.  – Hermosa perdóname – dice aguantando mi brazo.  Ambos estamos empapados por la lluvia, se ven tan sexy con su ropa pegada a su cuerpo que se me hace difícil alejarme.  – Quería cuidarte Sophia, a pesar que no podía estar contigo, a la distancia siempre estuve pendiente de ti.  Sí lo acepto soy culpable de todo lo que él dijo, soy culpable de querer darte un mundo perfecto estando lejos de ti.  Estuve pendiente de todo Sophia, de cuando te cambiaste el color de cabello, el cual cambiaste de nuevo casi enseguida – dice mirándome a los ojos, noto tanta preocupación en su mirada. - Cuando te ibas a la casa de playa sola, cuando compraste tu nuevo auto, cuando... -.  No aguanto más y me abalanzo encima de él para besarlo.  – Hazme el amor Jonathan – pido pegada a sus labios.  Él me levanta en peso para llevarme a un lugar más escondido y oscuro, me arranca mi ropa interior ya que mis piernas están amarradas a su cintura.  La lluvia cayendo encima de nosotros, la adrenalina que alguien nos pueda ver, lo intenso que él se siente dentro de mi hacen que comience a gemir y creo que hasta con eco me escucho, pero no me importa.  – Shhh...hermosa...nos escuchan... - dice él entre dientes.  – Voy a llegar – digo jadeando – Sí... - él dice y ambos explotamos de placer en ese callejón tenebroso.

Nos miramos y me besa – Tienes suerte que lo que siento por ti no me permite dejarte porque lo que me ocultaste es inaceptable...te perdono bizcocho – digo pegada a sus labios.  Suelto mis piernas y lentamente me pone en el suelo.  – Lo lamento Sophia, estoy obsesionado contigo.  Sé que he hecho las cosas mal, pero es que no me podía alejar de ti – dice arreglando mi cabello.  – Por favor si hay algo más, este es el momento de discutirlo, no quiero más sorpresas – pido, de repente escuchamos a alguien como si estuviese vomitando.  A lo lejos me doy cuenta que es Charlie – Tenemos que ayudarlo – le digo a Jonathan.  - ¿Segura que quieres ayudarlo? – pregunta mientras me dirijo hasta donde está Charlie.  – Sophia, déjame, vete con él – dice recostado de un auto.  – Mira cómo estas Charlie, ven te llevamos a tu casa – digo ayudándolo a caminar, pero casi nos caemos así que Jonathan se acerca y nos ayuda.  – Déjenme, estoy bien – vuelve a decir.  – Charlie lo dices una vez más y te dejamos aquí tirado, quédate tranquilo y entra al auto – dice Jonathan con coraje.  Entramos todo al auto y nos marchamos.

Como Charlie se queda dormido y yo no sé dónde vive, nos vamos a mi casa.  Está todo mojado, así que le quito la camisa, realmente este chico tiene un cuerpo espectacular pienso.  Luego Jonathan le da unas palmaditas en el rostro para que se despierte y se quite el pantalón y ropa interior – ¿Puedes traer un pantalón pijama de los míos para él? – me pide Jonathan, asiento con la cabeza y voy a mi habitación.  Al regresar Charlie se está quitando sus boxers, me doy la vuelta y le doy el pantalón a Jonathan.  – Ven duerme conmigo Sophia – dice Charlie haciéndome reír, miro a Jonathan quien lo mira con furia.  – Mierda Charlie no te pego porque sé que estas borracho – le dice Jonathan mientras prácticamente lo empuja para que se acueste en la cama.  

Luego de dejarlo dormido y de ducharnos, estamos en la cama desnudos.  Estoy boca abajo acostada encima de su cuerpo.  – Que noche la de nosotros – digo disfrutando de sus caricias.  – Lo siento hermosa – dice besando mi cabeza.  – Ya está todo aclarado, no te preocupes – digo cerrando mis ojos.  – Pero hay algo que me ha dejado un tanto preocupado.  ¿De verdad que si hubieses sabido lo que hice para ayudarte, estarías con él? – pregunta.  – Absolutamente – respondo para ver su reacción, siento que su cuerpo se tensa y aclara su garganta.  - ¿No has visto su cuerpo? – digo y comienzo a reírme levantando mi cabeza de su pecho para mirarlo, está con el ceño fruncido.  – Sr. Hopkins, él puede tener el mejor cuerpo del mundo, pero no tiene todos los encantos que usted tiene que me enloquecen – digo y paso mi lengua por sus carnosos labios, él me aguanta y me besa intensamente.  - ¿Quieres que te llene de mis encantos? – dice pegado a mis labios sonriendo.  Como siento que esta excitado me muevo haciendo que su miembro entre en mí.  - ¿Te respondo o me muevo? – pregunto agitada.  – Ambas – responde entre dientes acariciando mis senos.  Así que le respondo con un gemido que tanto le gustan y me comienzo a mover cada vez más intensamente, como él solo provoca moverme.

Dime la VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora