Un momento para toda la vida

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Mientras preparo mi equipaje y el de manicito Jonathan va a hablar con Anthony y Beth acerca de los pasajes. Cuando termino me dan deseos de llenar la tina y tener un momento de unión con Sebastián. – Sophia – escucho que Jonathan me llama. – Estamos en la tina – respondo desde el baño. Al entrar se nos queda mirando y sonríe – Que imagen más hermosa – dice. Estoy en la tina con mi bebé recostado de mi pecho. – No sabes cuánto esto me llena de vida – le digo sonriendo. – Sí lo sé, sentí una hermosa sensación cuando se quedó dormido en mi pecho, claro que lo que tú sientes es más fuerte ya que es tu retoño – comenta. – Los dejo para que tengan su momento – dice acercándose y me besa la cabeza. – Ven con nosotros – pido. Así que sigue mis instrucciones, se desviste y entra a la tina. Me muevo para que se acomode y yo poder recostarme de su pecho. Siento una felicidad y un sentimiento muy fuerte, no puedo aguantar la emoción y comienzo a llorar. Jonathan no se da cuenta hasta que comienzo a sollozar. - Sophia hermosa ¿por qué lloras? – pregunta tratando de mirarme. – Es que ustedes me hacen sentir muy feliz y este momento es muy hermoso – digo como puedo. – Este momento es muy especial para mí también, siento que los tres somos uno – dice acariciando mi brazo. – Quiero que sepas que vivo por ustedes, el lazo entre tu, Sebastián y yo es muy fuerte. Desde que te conocí me levanto y me acuesto pensando en ti, bueno, ahora en manicito también y quiero darles todo a mi alcance. Me aterra pensar perderlos... - dice y lo interrumpo. – Nunca pienses en eso Jonathan. Cuando cada uno tomó su rumbo, no pude estar con nadie porque vivía con tu recuerdo, en mi mente y en mi cuerpo. Haz regresado en el mejor momento de mi vida para compartir esta bella etapa conmigo. Esto que estoy viviendo ahora no tiene precio y no quiero que desparezca...nunca – le digo y me quedo pensativa. – Gracias por aceptarme y dejarme entrar a sus vidas – dice besando mi cabeza. – Una pregunta, si tu estuviste pendiente de mi todo el tiempo, ¿cómo es que no sabías que estaba embarazada? – pregunto. – Hubo un tiempo que tuve que quedarme tranquilo porque no quería involucrarte en lo absoluto en mi situación con Alanis... - me explica y lo interrumpo. – Cambiemos el tema no quiero dañar este momento hablando de esa mujer – digo. – Luego tenemos que seguir conversando sobre esa etapa, hay cosas que tengo que hablar contigo – dice, siento su cuerpo tenso. – Está bien pero ahora no Bizcocho – digo para hacerlo sonreír y funciona. – Me encanta que me llames así – responde.

Como a mí se me antojó viajar hoy, los únicos pasajes de avión que conseguimos fueron tarde en la noche, estamos todos durmiendo en el avión. Abro mis ojos y veo a Jonathan trabajando en su computadora. Al él sentir que me muevo, me mira rápidamente – Dame a Sebastián para que descanses mejor – me dice en voz baja. – Ya descansé, gracias – respondo acomodándome. – ¿Y tú por qué no descansas? – pregunto recostando mi cabeza de su hombro. – Adelantando trabajo – responde besando mi cabeza. – Quiero que mañana me acompañes a una junta, podemos dejar a Sebastián con Teddy, así Anthony y la familia disfrutan del rancho sin estar pendientes del bebé – comenta. – Como usted diga Bizcocho – respondo haciéndolo sonreír. – ¿Jonathan Hopkins? – pregunta una chica con un estilo bohemio. Él la mira - ¿En qué le puedo ayudar? – pregunta educadamente. – Soy Alicia ¿no recuerdas? – pregunta. Él se queda pensativo. – Estudiamos juntos en el primer año de la universidad, tú me llamabas Afrodita – dice sonriendo. ¡Afrodita! pienso. Él abre sus ojos - ¿Cómo has estado? – le dice, lo noto un poco tenso. – Bien sigo en lo mío, de la vida larga, viajando y conociendo diferentes países y culturas. Supe lo de tus padres, y lo siento muchísimo – responde. – Gracias – él dice asintiendo la cabeza. – ¿Ya te tranquilizaste? Que aventuras que vivimos juntos, wow – dice pensativa y muy risueña. ¡Hey, mujer ¿qué estás pensando con mi hombre?! Pienso mirándola. – Sí, ya tengo mi familia – él responde sonriendo tocando mi pierna. - ¡Oh! Mil disculpas Sra. Hopkins – dice mirándome, noto que se sonroja. – El bebé es hermoso, es igualito a ti. Te felicito – comenta mirando a Jonathan. En ese momento la asistente de vuelo anuncia que estamos por aterrizar así que ella se despide de nosotros y se va a su asiento. - ¿Afrodita? – pregunta Anthony desde atrás acercándose entre mi asiento y el de Jonathan. – Vieja historia – responde él mirándome un poco sonrojado. – Y yo quiero escucharla – responde Anthony riéndose a carcajada.

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