Cabalgata lujuriosa

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- Me he quedado curioso con tu amiga Afrodita – dice Anthony cuando todos estamos en el carrito de golf de vuelta a las caballerizas. – Anthony no seas metiche – dice Beth riendo. Miro a Jonathan, se está sonriendo. – La historia de Alicia... - dice y me mira. – Hermosa eso fue hace mucho tiempo atrás...- dice antes de comenzar con su relato por culpa de mi hermano. – Alicia y yo nos hicimos amigos en la universidad. A pesar que no salíamos juntos, siempre teníamos encuentros para liberar el estrés de los estudios, en cualquier parte del campus universitario – explica y siento un poco de celos, pero quiero seguir escuchando la historia. – A ella nunca le importaba lo que la gente pensara de ella, si le iba bien en las clases...bueno ustedes la vieron como es, parece que su vida sigue el mismo camino – comenta. – Okay, pero ¿por qué el nombre? – insiste Anthony, me volteo para mirarlo y el muy sin vergüenza se está sonriendo. – No tienes que responderle, Anthony te está molestando – le digo poniendo mi mano en su muslo. – Si no le respondo, va a seguir preguntando – dice haciendo que Anthony se ría a carcajada. – Lo conoces muy bien – dice Beth entre risa. – Afrodita es porque cuando ella quería tener intimidad no le importaba en donde estuviéramos, siempre encontraba la forma de hacerlo – dice y noto que me mira con la esquina de ojo. Siento que mi estómago se cierra, a pesar que fue hace muchos años como quiera siento muchos celos, pero trato de disimular. – A pues entonces ahora te voy a llamar Afrodita – le dice Anthony a Beth haciéndonos reír. - ¡Oye! Que va a pensar Jonathan de mi – ella le dice empujándolo, él la hala y la besa. Me encantan verlos así de felices.

Cuando llegamos a las caballerizas, Teddy y la chica que la ayuda a cuidar a Amelie y a Sebastián están mirando los hermosos caballos. – Manicito, ya te extrañaba – digo sacándolo de su coche. Teddy se le acerca a Jonathan y ambos se alejan a conversar. – Este es mi caballito – nos dice Amelie tocando un pequeño pony. - ¿Tu caballito? – pregunta Beth. – Teddy dijo que Bubu me lo regaló, ¿me lo puedo llevar a la casa? – pregunta con emoción haciéndonos reír y nos quedamos un rato admirando el pony y cómo Amelie le da cariño. - ¿Quieren conocer el resto del rancho? – pregunta Jonathan acercándose a mí, lo noto un poco preocupado. – Pero a caballo – sugiere Beth. – Perfecto. Carl prepara tres caballos y el especial para la Señora por favor – le indica a uno de los trabajadores. – ¿Especial para la señora? – pregunto sonriendo, él me mira y me besa en los labios. – Gracias Jonathan por el regalo que le hiciste a Amelie – le agradece Beth y lo abraza. – ¿Sabes? me disculpo por haberte juzgado erróneamente, me he dado cuenta que eres un buen hombre, perfecto para mi amiga– ella le dice mirándolo a los ojos. – No te culpo por haber pensado así. Trato de ser prefecto para ella, aunque a veces dudo que lo sea – responde y me mira. – Ya están listos los caballos Sr. Hopkins – avisa Carl. – Perfecto, muchas gracias – le agradece. – Venga mi rey – dice Teddy acercándose para que le dé a Sebastián. – Adiós mi amor, ya regresamos – digo dándole un beso en su cabecita, mientras se lo dejo a Teddy. – Ven hermosa – Jonathan dice tomando mi mano. - ¿Quieres que cierre los ojos? – pregunto con diversión. Él se voltea para mirarme – Mira mis ojos y no veas para ningún lado – dice sonriendo, él está en frente de mi caminando hacia atrás, y yo, embobada con su hermosa mirada. – Tus ojos dicen que quieres tenerme – digo en voz baja. – Y los tuyos me dicen que estas ardiendo de deseo por mí – responde sonriendo en voz baja. – Pero sí, tienes razón hermosa quiero tenerte y hacerte el amor -. Siento que la sangre se me va al suelo haciéndome calentar.

– Sorpresa – dice sonriendo y se mueve a mi lado para dejarme ver el caballo especial. Me quedo perpleja con la boca abierta, es un caballo de raza Frison negro. – ¡Sophia que caballo espectacular! – dice Beth también perpleja. – Wow – es lo único que dice Anthony acercándose para tocarlo. – Jonathan está fabuloso, gracias – digo abrazándolo. – Bésame – me pide al oído. – Si te beso no podré aguantar mi excitación – le respondo también al oído. Se mueve para mirarme a los ojos - ¿De verdad? – dice sonriendo y me besa profundamente sin importar que Beth, Anthony y Carl están con nosotros. Quiero desnudarlo y devorarlo, pero escucho a Beth aclarar su garganta y es la señal para que me deje de besar. – Me has dejado muy mal – respondo sonriendo. – Lo sé hermosa – responde también sonriendo. – Pssst... ¿necesitan un cuarto? – pregunta Beth haciéndonos reír. – Vamos, monten sus caballos – dice Jonathan y me ayuda a subirme a mi caballo.

Mi sexo está muy sensible después del delicioso beso que nos dimos y el roce mientras cabalgamos, más lo comible que se ve mi bizcocho me tienen muy mal. – Sophy ¿todo bien? – pregunta Beth. – No, ese beso me ha dejado inquieta – respondo sonriendo. – Niña, ese hombre te quería comer – dice abriendo sus ojos – Tu hermano negó con la cabeza y volteo su mirada, pero no de enojo, si no de vergüenza – dice riendo. – Ay que pena, me tengo que disculpar con él – me sonrojo. – No se queden tan atrás – nos interrumpe Jonathan hablando en voz alta ya que se han alejado de nosotras. – Me encanta ese hombre – le digo a ella y agito un poco al caballo para que corra hacia donde él está. – Te ves increíblemente sensual montando. Veo tu cuerpo como se mueve e imagino que así te mueves encima de mí – dice el muy atrevido alborotando mis hormonas mucho más de lo que ya están. Respiro profundo – Y yo estoy a punto de orgasmo con tan solo mirarte – contesto haciendo que abra sus ojos y sonríe de medio lado. - ¿Qué hacemos con ellos? – pregunta. – Si los has invitado a cabalgar, tienes que llevarlos a cabalgar, así que sigamos – digo de forma juguetona y vuelvo a agitar un poco el caballo para que comience a correr.

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