Hola, Mike.
Hoy no estoy tan enojada contigo como antier, ni como ayer, de hecho estoy agradecida; por hacer que mi madre y yo nos acercaremos un poco.
Lograste lo que hace mucho tiempo deseé que pasara.
Debido a que después de la fiesta universitaria, dónde fuiste portando unos jeans oscuros, una camisa blanca de vestir ceñida a tu cuerpo marcando así tus pectorales y bíceps, junto con la actitud seductora y dominante que siempre te acompaña; volviste a romper mis estúpidas ilusiones.
Llevándome a algo bueno...
Ya que cuando salí del lugar con Nathan, esté se fue con una rubia que lo trae loco dejandome sola; y ni siquiera me importó, él no me importaba. Me tomé unos minutos afuera disfrutando de la brisa fresca de la temprana noche, intentando reprimir mi deseos de tirar a la mierda mi poca dignidad e ir a buscarte.
Fallando en ello, volví con la intención de simplemente iniciar un juego de seducción, tentando al destino, pero para mi horrible sorpresa, otra ya lo estaba haciendo.
¡Y vaya que lo estaba haciendo!
Volví a casa devastada y con el alma dependiendo de un hilo, sin embargo, lo merecía; por idiota, al creer que al tú querer hablarme era para algo más que no fuese humillarme o hacerme sentir mal.
Pero es allí cuando tengo que agradecer, por ese hecho; porque al romperme el corazón de cierta manera también lo mandaste arreglar.
Cómo dije, volví a casa antes de lo previsto, mi madre se encontraba sola en la cocina y al verme llegar levantó su mirada, la cuál chocó con la mía, pero esta vez su expresión fue distinta al verme directamente a los ojos; era reconfortando e integrante, y hasta podría jurar que había preocupación en su iris.
Se tomó unos momentos al igual que yo, y después, ocurrió la magia:
—¿Por qué has vuelto tan pronto a casa? —preguntó, mostrando un poco de interés en mi después de mucho tiempo.
—Me dolía el corazón, mamá —respondí, soltando una lágrima que varias cuadras atrás ya quería sacar.
ESTÁS LEYENDO
Sueños más salvajes
Teen FictionElla era fuego y él era hielo, entonces ¿quién quema a quién?