C U A R E N T A Y T R E S

10.9K 1.4K 165
                                    

Hola, Sasha.

Cada vez que cierro los ojos miro el ataúd de mi madre; se encuentra con los ojos cerrados y sin respiración alguna.

Y lo primero que quiero hacer es abrir los ojos de golpe y verte porque sé que de algún modo todo estará bien, pero no es así porque la realidad es que tú no estabas ahí, frente a mí.

Y es mi culpa, mi puta culpa.

Debí haberte seguido aquél día, cuando me peleé con Nathan por no saber manejar mis sentimientos y haberlos sincronizado de una mala manera.

Debí haber corrido tras de ti, debí besarte, debí detener está guerra; esa guerra dónde actuamos como si nos odiaramos cuando nos amamos, por sé que una parte minúscula en ti siente por mí lo mismo que yo siento por ti. Por mis cojones que así es.

Fuimos batalla, hace un año. Y nuestros cuerpos de estrechaban de ves en cuanto en símbolo de paz.

Ahora que somos la guerra, no quiero solo estrechar tu cuerpo, quiero consumirse toda; por completo, quiero robarme cada parte de tu ser y hacerla mía.

Debí habertelo dicho, en voz alta y no por simples cartas que ni siquiera llegan a tu destino.

Debí dejar de ser un completo idiota.

Pero cuando intenté, al día siguiente, ir tras de ti; mi padre envió un mensaje diciendo “el cáncer la venció”.

Esa maldita y estúpida enfermedad termino con las dos cosas que más quería en el mundo; a mi madre y a ti, por razones distintas pero por el mismo medio.

Fui hasta Florida ese mismo fin de semana para ver a mi madre y decirle lo que evite decir de frente durante mucho tiempo por miedo hacer justamente lo que fui hacer; dar el adiós.

Le dije «te amo» con un inmenso nudo en mi garganta y las ganas de darme un tiró en la sien. Ella no respondió.

En ese momento no sabía si estaba ardiendo en una hoguera o simplemente había perdido a mi madre; creo que sucedieron ambas cosas.

Cuánto intente regresar a Manhattan, no pude, una parte de mí no podría seguir su curso normal, necesitaba quedarme con mi familia, no sabía cuándo sería la última vez que los vería, y si me ponía a elegir entre mi futuro en Culumbia o mi familia... creo que ahora sabes porque no me has visto por allá, si es que lo notaste.

Me tomé el semestre libre de tonterías.

Quería sumergirme en mi propia miseria, y fui egoísta, lo sé, al dejarte sola sin decirte nada porque aunque no fueras mi novia eras mi mejor amiga y debí cumplir mi promesa de no dejarte sola jamás, pero si te arrastraba conmigo no iba a perdonarmelo, estaba, estoy hecho mierda.

Me perdí en una abismo.

Conocí lugares que ni en tus peores sueños podrías imaginar, me arraste por los suelos del infierno.

En mi paso fugaz por la periferia del infierno conocí personas que ni siquiera el diablo quiso comprarles el alma.

Ya te imaginarás como estoy ahora y por más que quiera tenerte de vuelta mi lado, no puedo; ya no soy digno de ti.

Y tal vez nunca lo seré más.

Sueños más salvajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora