51| El inicio de un para siempre

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Empezar de cero con Mike no fue fácil al principio, de hecho, fue muy incómodo pues no sabíamos qué decir, aunque de antemano se supo que eran muchos temas los que podíamos hablar puesto que habían pasado muchas cosas en los últimos meses que teníamos que aclarar pero tambien sabíamos que en su mayoría  eran temas que abrirían heridas del paso.

Heridas que al escuchar el «te amo» de su parte habían sanado por completo, y sé que las suyas también sanaron al oír mi respuesta.

Entonces, los primeros días solo íbamos al parque a caminar mucho y no hablar de nada que no fuese lo que íbamos mirando y lo que iba fluyendo pero siempre evitando temas desagradables.

Le conté un poco sobre la situación de mis padres, que si bien se están separando, ellos no pueden estar el uno sin el otro, y no porque se amen; hace mucho tiempo comprendí que no se amaban; simplemente están por costumbre.

En ese momento quería pedirle que pasará lo que pasará con nosotros me prometiera que nunca estaríamos así como mis padres; juntos por costumbre. Sin embargo, opté por quedarme callada eso iba hacer mucha presión para un inicio de un «nosotros».

Como decía, le conté sobre mis padres y lo mucho que la situación de ellos le afecta a mi hermana pero lo bien que ella intenta manejarlo; como toda una niña madura.

Él se mostró interesado en todo lo que decía pero jamás abrió paso a que yo pudiera preguntar sobre su familia, y yo quería preguntar sobre todo de su madre, quién está donde él me había contado tiene una lucha contra el cáncer, también quería saber cómo estaba su tía Carolina, quién es con quién vive aquí en Nueva York, ya tenía tiempo sin verla y me entraba curiosidad, pero como dije jamás se dió la oportunidad.

Nos sentamos en una banca del parque donde frente a nosotros corrían niños, gente trotaba, otras comían comida chatarra, perros jugaban, etcétera. Todo era de lo más normal, un día común pues muchas veces de mejores amigos hacíamos lo mismo.

Lo único diferente en el lugar éramos nosotros; ya no éramos mejores amigos pero tampoco éramos enemigos; éramos ese algo que deseé ser siempre.

Éramos la diferencia de todos y la conexión de ninguno.

El ambiente seguía llenándose de silencios incómodos y hasta parecíamos idiotas simplemente sentándose ahí; sin saber que decir, por primera vez en años de amistad.

Lo siguiente que pasó fue el sentir de su mano sobre la mía, era un toque torpe de una persona tan segura de sí misma que me hizo sonreír pues yo provocaba su nerviosismo. Giré mi vista hacía él quien ya me estaba mirando con detenimiento; una mirada salvaje y llena de amor, tanto como eso sea posible.

De pronto, el silencio no fue incómodo y el ambiente ya no fue pesado; todo era mágico, era rosa pastel. El mundo se detuvo por fracción de segundos, segundos en los cuales todo se sentía correcto, se sentía indicado.

Era el inicio de un para siempre.

Hasta que un señor obeso de aproximadamente 40 años abrió su agitada lata de soda y está nos salpicó llenando nuestro romántico momento en una escena perfecta para un dorama.

Irónicamente, fue el broche de oro..

***

Nota de autora: ¿Les esta gusta la nueva etapa de la novela?, la verdad es que esta sería una bilogía pero decidí que no, que todo bien redactado estaría bien en un solo libro y pues bueno... ¿les gusta o hubieran preferido dos libros?

Otra cosita, pero no menos importante, ¡SUEÑOS MÁS SALVAJES ACABA DE LLEGAR A 300K! estoy muy feliz y orgullosa de eso. Gracias a todas ustedes, bellas koalas, que hacen posible todo esto; son lo máximo<3

Sueños más salvajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora