Han pasado días, días en los cuales mi relación con Mike se tornó más sólida y, aunque no hemos hablando con seriedad lo que somos, sé que estamos en una relación. Se siente de esa manera.
Nos vemos todos los días; llega a mi casa a la una de la tarde y normalmente se va a las diez de la noche, y aunque nos vemos ocho horas por día, para mí, al final del día se siente como si solo hubiera estado con él cinco minutos.
Deja un vacío cruel cuando se va.
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Sueños más salvajes
Ficção AdolescenteElla era fuego y él era hielo, entonces ¿quién quema a quién?