Hola, mejor amigo.
Hoy llegaste más guapo de lo normal al cafetería de la universidad; tenías tu cabello negro como la noche algo revuelto, tus ojos azul zafiro tenían más intensidad que antes y tus hoyuelos se marcaban más de lo normal.
Créeme que si fuera hombre en ese instante te gusta hubieras dado cuenta cuan atraída me siento hacía ti.
No sé si cada día me enamoro más de ti o cada día me vuelvo más masoquista. No me importaba que esa miraba de ensueño y esa sonrisa roba suspiros fuera dirigida a Alissa, lo que me importará era que lo hicieras.
Me tembló todo mi cuerpo cuando en un punto dato, en la cafetería, tu mirada fue directo hacía la mía; me sonreíste de lado y después me guiñaste el ojo.
Lástima que no era con esa intención sexual con la que frecuentemente lanzas hacia las chicas, menos amorosa, fue más de «mejores amigos traviesos» en el buen sentido.
Pero ya ni sé si soy tu mejor amiga, las últimas semanas te has sido alejando mucho, ya solo te veo en dos clases y raramente en la cafetería.
Entiendo que no te llamé la atención como quisiera y viva por siempre en la «friendzone» pero es que ¿acaso también quieres mandarme a la «olvidazone»?
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Sueños más salvajes
Novela JuvenilElla era fuego y él era hielo, entonces ¿quién quema a quién?
