Nueva amenaza.

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- ¿Qué? -pregunté aturdida.

- Si, estamos en el hospital, tienes que venir aquí están viniendo todos. ¿Dónde estás? -dijo un poco más calmada.

- Estoy en una cafetería, ya voy -dije cortando. No quería darle explicaciones a nadie.

Me quedé pensando como podía llegar rápido si el próximo bus salía en veinte minutos, tenía que llegar ahora. Claro que tele-transportarme no era una opción, no podría hacer eso. De pronto me sentí mal.

- ¿Qué pasa Emma? -preguntó Thiago preocupado.

Oh si, me había olvidado de él.

- Uno de mis amigos tuvo un accidente, está en el hospital de Los Ángeles, donde vivimos -expliqué sin poder creérmelo. Temblando, no sabía si era por el frío, los nervios o tal sorpresa que me había llevado.

- ¿Y qué estamos esperando? Vamos, te llevaré -dijo levantándose y dejando dinero sobre la mesa.

- ¿En serio me llevarás? ¿No tienes nada que hacer?

- No, claro que no. Necesitas llegar allí pronto, vamos.

Salimos del lugar y subimos al auto.

- Tranquila, no puede haber sido nada grave -dice Thiago intentando animarme.

- ¿Por qué no? -pregunté confundida.

- No lo sé, pero la esperanza es lo último que se pierde -aseguró.

Me quedé en silencio. En diez minutos llegamos al hospital, de no ser por Thiago aún estaría en Beverly Hills.

- Gracias -dije en cuanto aparcó.

- No hay de que, para eso están los amigos. Iré contigo, me quedaré aquí un rato y luego me marcharé, ¿de acuerdo?

- No es que me moleste pero, ¿por qué? -pregunté abriendo la puerta del auto.

- Porque sé que seguramente necesitaras apoyo, y nada como un buen amigo para eso -respondió.

Me sentí muy mal, pero Thiago estaba conmigo intentando calmarme, no nos conocíamos mucho, pienso que llegaremos a ser muy buenos amigos. Tan sólo en unos minutos ya me había ayudado demasiado.

Entramos al hospital y un inmenso escalofrío me recorrió el cuerpo. Vi a mis amigos y a mi novio, estaban todos juntos apoyando a Jess, además, estaban los padres de Luke.

- Chicos -dije a punto de llorar. Ver a todos mis amigos llorar, y sufrir así me hacía sentir más mal de lo que ya estaba.

- Oh Emma -dijo Jess corriendo a mis brazos.

La abracé lo más fuerte que pude, me dolía la cabeza-. Tranquila amiga, estoy aquí.

- Gracias -me susurró-. En verdad gracias.

Nos separamos y fui directo a saludar a los padres de Luke, por suerte ya los conocía, antes vivíamos en el mismo barrio, y nuestros padres son amigos, por lo tanto, los conozco desde pequeña.

- Hola, siento mucho lo que pasó -dije abrazándolos-. Estoy aquí si me necesitan.

- Muchísimas gracias Emma -dijeron al unísmo.

Fui a donde estaban mis amigos, allí estaba Jess mirando el piso, mientras Jade le sobaba la espalda en señal de apoyo. Evan conversaba con Alex y Matt miraba a Thiago sin discreción. Oh, nuevamente olvidé a Thiago.

- Hola Matt -dije tomándolo de la mano.

- Emma -me besó-. ¿Dónde estabas? Te busqué por toda la casa, me asusté mucho, pensando que el imbécil podría haber aparecido de nuevo.

La Chica de la BibliotecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora