La Chica de la Biblioteca

Chocolate.

El almuerzo transcurrió en silencio un par de minutos. Pero no era un silencio cómodo, y ciertamente a mí y sé que a varios de mis amigos no les agradaba. Me sentía algo nerviosa, en el aire había mucha tensión.

- Así que... ¿qué hacen aquí? –preguntó Drew, bebiendo un poco de refresco.

- Drew –le llamó la atención Thiago.

- Es mi casa –se excusó el primero-. Puedo preguntar lo que yo quiera.

- Vienen a verme a mí –respondí mirándolo seria.

- Y por esa razón trajiste a este... chico –me dijo haciendo referencia a Logan.

Mi hermano lo miró furioso, y luego de verlo me miró a mí, triste y arrepentido. Estaba segura que eso le había dolido, porque sabía a qué se refería Drew.

- Drew, voy a ser clara contigo –hablé y llamé la atención de todos en la sala.

- Dime, hermanita –dijo retándome con la mirada, y luego de eso miró a Logan, divertido.

Me levanté de mi asiento y me paré frente a él.

- Todos ellos –señalé a mis amigos y a Logan-. Son mi familia, quieras aceptarlo o no. Y no me importa qué digas tú o cualquiera de los que está aquí. Más te vale que dejes de intentar provocarlos, o siquiera a mí. Primero, porque nunca podrás llegar si quiera a tener mi aprecio, no puedes comparar el amor que les tengo a ellos con lo que siento por ti. Y segundo, porque anteriormente no dije ni hice nada por todo lo que tú me hiciste a mí, así es que no creo que quieras que esta vez sí haga algo, porque te aseguro, que no te gustará –hice una pausa corta-. Y por cierto, creo que ya te habrás dado cuenta de que aquí nadie te soporta, así que en lugar de seguir fingiendo que somos la familia perfecta, ¿por qué no nos dejas en paz?

Drew me miraba fijamente, pero podía descifrar su mirada, aunque parecía que él no sabía eso.

- ¿Te crees que me asustas, niña? –me preguntó levantándose de su asiento, acercando su rostro a mí.

Matt se levantó de su asiento y se acercó a nosotros lentamente.

- El miedo lleva a la ira... la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento –dije lentamente-. Y yo percibo mucho miedo en ti, hermano –hice énfasis en la última palabra.

Drew me miró desconcertado y luego lo vi, efectivamente su mirada deslumbraba odio, miedo y sufrimiento.

Luego de unos segundos, se fue de la sala y todos se miraron atentos.

- ¿Estás bien, Emma? –me preguntó Matt tomando mi mano mientras me guiaba a mi asiento.

Automáticamente miré a Logan, quien con su mirada me agradecía.

- Sí –respondí.

Thiago carraspeó-. Bueno, todos somos familia, ¿no? –dijo mirando con una sonrisa a Logan, mientras le daba un pequeño golpe amistoso en su hombro.

Todos asintieron con una pequeña sonrisa.

Pero yo sabía que Thiago estaba feliz por lo que yo había dicho, sobre todo porque sabía que eso también me alegraba a mí.

- Bueno, cuando terminen me avisan así ya comemos el postre –habló Thiago.

- ¿Qué hay de postre? –habló Mac por primera vez desde que había llegado.

No hacía falta que Thiago respondiera, el olor iba apareciendo poco a poco.

- Mmmm –dijimos Logan y yo al unísono-. Chocolate.