Aceptar los cambios.

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CONNOR Pov's.

Mi primo estaba en absoluto silencio, rojo del enojo, y seguro que estaba a punto de llorar.

- Logan, ¿qué hiciste? –le pregunté.

- ¡TODO FUE CULPA DE ESOS DOS IDIOTAS! –gritó enojado. Pero no podía culparlo. Emma había sido muy brusca con él, sin embargo, ella tampoco tenía culpa de estar tan tensa, su vida había tenido un cambio muy drástico, ella seguramente necesitaría ir a algún psicólogo o algo.

- DIOS, LOS ODIO, MALDITA SEA –dijo él aún más enojado-. ¿VISTE CÓMO ME TRATARON? Ahora jamás... -comenzó a decir, pero se quedó tieso mirando el frente del auto, como analizando lo siguiente que diría.

- Jamás... -dijo, y luego de otros segundos en silencio, rompió en llanto. Nunca había visto a mi primo llorar, generalmente solo lloraba por cosas que le llegaban de verdad, nada más.

Sentí mucha pena por él, porque era como mi hermano, al igual que Emma. Y ahora ellos dos estaban mal por errores que los adultos habían cometido.

- Sé que nada de lo que diga te hará sentir mejor, Logan. Pero debes saber que te ayudaré en lo que sea. Quizás Emma nos saque de su casa, pero no puede sacarnos de su vida, formamos parte de ella le guste o no, y recuperarás su confianza, te lo prometo –le dije golpeando un poco su hombro con mi mano derecha, pues yo seguía manejando.

- Gracias, primo. Siempre sabes qué decir. Pero también me gustaría recuperar algo más –dijo él, triste.

- ¿Qué cosa?

- Su cariño –dijo lleno de lágrimas nuevamente.

- Logan... -me reí-. Eso no lo has perdido, créeme.

- ¿Cómo estás tan seguro?

- Porque vi cómo te miraba, ella te sigue queriendo, y te aseguro que te quiere más a ti solo, que a todos los que están en esa casa, juntos.

- ¿En verdad crees eso? –me preguntó esperanzado. Podía notar la ilusión en su mirada.

Asentí, realmente lo creía.

Luego de esa charla, el auto se llenó de silencio nuevamente. Pero yo sabía que el dolor de Logan aún no cesaba, así que planeaba ayudarlo.

EMMA Pov's.

Todos mis amigos se fueron, incluido mi novio, a quien vería mañana para tener un día solo para nosotros dos.

Posterior a eso, Thiago y yo fuimos al despacho, en donde nuestros padres nos esperaban.

- A ver, a ver, ¿qué pasó? –preguntó mi padre.

Me quedé en silencio, yo todavía no digería toda la situación.

- No volverá a ocurrir, papá, lo prometo –dijo Thiago acercándose un poco a ellos.

- Ya has prometido esto muchas veces, hijo. Y siempre pasa algo peor –le dijo mi madre.

Thiago hizo una mueca y retrocedió colocándose junto a mí.

- Lamento lo sucedido –finalmente hablé.

- No es tu culpa, hija. Pero debes entender que las visitas ahora serán más restringidas –dijo mi padre.

- Pero... ¿y mis amigos?

- Podrán venir. Yo me refiero a Logan –dijo él.

¿Cómo sabía de Logan? Él ni siquiera estaba cuando avisamos que ellos vendrían.

- ¿Cómo...?

- Yo sé quién entra y quién sale de mi casa, sin necesidad de estar aquí. Esta vez la seguridad mejoró mucho, desde que estás aquí, Megan. No te volverán a alejar de tu familia –dijo.

Tragué saliva.

- Entiende, Megan. Es por tu bien –habló esta vez mi madre.

Asentí lentamente, triste. ¿Por qué me sentía así, si era yo quien había sacado a Logan de mi vida?

- Bueno, ahora... veo que están cansados, ¿por qué no van a dormir? –Dijo mi padre-. Mañana nos espera un gran día.

- Sí... sobre eso –habló Thiago-. Mañana Emma tiene visitas...

- ¿Qué visitas?

- Su novio, ellos tendrán una cita. Así es que les pido que no la incluyan en sus planes –explicó mi hermano. Era tan bueno, Thiago realmente me ayudaba mucho.

- Oh, Megan, llevamos planeando esto hace días –habló mi madre-. ¿No hay forma de que lo pospongas?

Negué, realmente no quería dejar a Matt de nuevo. Necesitaba estar con alguien que me diera paz, no problemas.

- De hecho quisiera estar con él mañana. Estos días han sido realmente duros. Me vendría muy bien una cara conocida...

Mi padre me observó por unos segundos, y luego de suspirar habló:

- De acuerdo... si quieres. Ve con él, pero vuelve temprano, e invítalo a cenar si quieres, me gustaría conocerlo.

- ¿En serio?

- Claro, si tú lo quieres, es por algo. Tendré que darle una oportunidad y conocerlo mejor –dijo.

Mi madre asintió.

- Gracias –me acerqué a ellos y los abracé-. Son los mejores.

Mi padre me besó la cabeza y mi madre tomó mi mano.

- Queremos que te adaptes y bien y seas feliz –dijo ella.

- Sí, mañana tendremos una cena familiar, así estás con todos tus hermanos. Supongo que ya sabes cómo son Mackenzie y Drew, son algo difíciles, pero son buenos, te lo prometo.

- Claro –le di una pequeña sonrisa. En realidad yo no creía que eso fuera verdad, pero debía llevar la fiesta en paz, por mis padres.

- Está bien, pueden ir a dormir, chicos –dijo mi padre.

Thiago y yo nos despedimos de ellos con un beso y salimos del lugar.

- Uf, eso fue menos complicado de lo que creí –mi hermano me dio una sonrisa nerviosa.

Asentí.

- Emmie, sé que todo esto es difícil para ti, ¿de acuerdo? Pero ya verás que todo mejorará, de a poco. Te adaptarás, después de todo, la vida que tendrás aquí no es tan diferente a la anterior.

Le di una corta sonrisa y me fui a mi habitación.

Sí, él tenía razón, la vida ahí no sería diferente, en cuanto a lo material. Pero a mí el lujo nunca me importó. Porque tenía a mi hermano, estuve con él toda mi vida, de niña salía mucho con mi familia. Estaba acostumbrada a recibir amor el noventa por ciento del día, y aquí todo era muy diferente, era una familia rota y separada. Todavía no sé si por el dolor o por qué razón. Pero no me sentía en paz, y mi familia no me ayudaba mucho.

Quería irme lejos, desaparecer para siempre, alejarme de todos los problemas. Quizás irme con Matt y ser felices en otra parte, pero no tenía muchas posibilidades de hacer eso.

Ahora debía conformarme con los cambios que aparecían poco a poco en mi vida, y sobre todo, tratar de aceptarlos. Sino... terminarían por destruirme. 

La Chica de la BibliotecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora