8. No hay imposibles

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Maldita su estampa. Este hijo es de un payo y yo no me lo callo 🎶

* * *

-¿Alec estás loco? -esas habían sido las primeras palabras de Esperanza cuando Alec le explicó todo.

Alec gimió al teléfono. -Se supone que tú no me juzgarías.

-No lo hago -no sonaba sincera.

-Voy a enviarte la dirección. No quiero ir solo -ignoro el "Ni siquiera tendrías que ir"-. Te veo allá.

Se miró al espejo una última vez antes de salir y se dijo que era su imaginación. No había nada diferente en él. Y sus síntomas seguro eran por estrés.

Tal vez necesitaba unas vacaciones.

* * *

Esperanza ya estaba ahí cuando él llegó. -¿Ya viste la pinta que tiene este lugar? ¿Qué haremos aquí? ¿Van a leerte la mano? ¿El tarot?

-Cállate y vamos a entrar. No hagas comentarios desgradables...

-¡Pero, Alec! Mira eso. Dice "Fuerza lunar" -Esperanza hizo un sonido entre una carcajada y un bufido y Alec la miró mal.

-¿No fuiste tú quién hablo de deseos a la luna?

-Eso era broma, querido...

Alec la ignoró. Enganchó su brazo al de ella y la jaló dentro del local.

Olía a incienso. Alec olfateo tratando de reconocer el olor... ¿Era sándalo? ¿Había incienso de sándalo?

El lugar parecía un culto a la Luna.

Había imágenes tapizando las paredes. Y textos. Alec tuvo que ser fuerte para resistir las ganas de pasar su mano por aquellas imágenes y acercarse a leer.

-Te estaba esperando -se escuchó una suave voz detrás de una cortina.

Alec y Esperanza se miraron y, por un segundo, ambos pensaron en salir corriendo.

-Debiste ser advertido antes, Alexander Lightwood. ¿Leíste lo que aquí decimos sobre los deseos?

La curiosidad ya había picado a Esperanza. Nadie más curioso que un lector de fantasía en presencia de una bruja...o lo que fuera.

Soltó a Alec y retiró la cortina. Tras ella estaba una mujer, sus ropas parecían de gitana, pero no ella. Su piel pálida, sus ojos grises, ¿o eran plateados?, ¿las personas podían tener ojos plateados?, su cabello castaño envuelto en un paño rojo con adornos dorados colgando.

-Cuidado con lo que deseas porque se podría cumplir -le recordó la mujer a Alec.

Y él empezó a temblar. Sus manos fueron a su vientre sin darse cuenta. Había un nudo en su garganta. Y esos ojos... ¿no había visto él ojos iguales?

-¿Qué deseaste? -preguntaron ambas mujeres a la vez.

Y Alec las odió a ambas.

Hizo lo que pretendió ser una mueca de disgusto. Pero salió más como un puchero.

-Tú deseo, Alexander -insistió la mujer.

-Es imposible -logró farfullar Alec. Sentía que esta vez si iba a desmayarse.

-Nada es imposible si crees lo suficiente y pides a la fuente correcta -le recordó la mujer.

Y Alec gruñó. Esto era una mala broma. Quiso tomar a Esperanza e irse. Entonces la mujer dijo: -¿A qué fuente pediste? ¿Y cuál fue tu deseo? Si no quieres no lo digas en voz alta.

Alec estuvo a punto de no hacerlo. Pero parecía ya no tener control.

-Un hijo a la Luna -susurró.

Esperanza lo miró entre incrédula y horrorizada.

-Fue... Fue... -Alec empezó a tartamudear-. ¡Era un juego! ¡No es posible!

-Oh, Alexander, nada es imposible. Mírame a mí.

-¿Quién eres? -preguntó Esperanza, interponiéndose entre ella y Alec.

-Tessa Gray -fue él quien respondió.

Tessa sonrió y les señaló los sillas. -Soy mucho más que eso. Y tú eres más que una vida ahora.

¿Qué?



CONTINUARÁ...

comentarios sobre este capítulo?
la gran pregunta: qué es Tessa? 😱

al rato hago las demás actualizaciones. Mientras lean Amor sin palabras 🙌

Hijo de la luna (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora