Hijo de la luna (Malec Mpreg)

100. Estoy embarazado

Alec y sus hijos durmieron cómodamente entre los brazos de Magnus, escuchando la canción de la Luna. La melodiosa voz arrastraba sensaciones en Alec, intentaba traer recuerdos...

Mientras empezaba a quedarse estaba casi seguro que conocía esa voz de antes, mucho antes que unos cuantos meses.

Y aunque no lograba recordar, la sola presencia de él, su calor, su cuerpo contra el suyo, su voz lo tranquilizaban, lo hacían sonreír entre sueños y sentirse seguro.

Sentirse en su hogar.

Aquello que les había sido arrebatado y ahora volvían a tener.

Alec durmió cómodamente, su cuerpo pegado al de Magnus, en ningún momento se separó ni las manos de Magnus dejaron su vientre, sus hijos también dormían, pero los seguía sintiendo.

Magnus no durmió, él veló el sueño de sus amores, memorizando y atesorando cada detalle de Alec. Pero aprovechó para pedirle un favor a Cat...

* * *

Alec despertó lleno de paz, esa paz que sentía sólo luego de haber estado con su Luna...

...o con Magnus.  Por alguna razón que no entendía, el profesor tenía ese raro efecto en él.

Acariciando su vientre empezó su día, llamó a Magnus antes de ir a ducharse para ver si seguía en pie su cita. Él contestó que sí, a la hora del almuerzo estaría en casa de Alec.

Alec se fue a duchar, empezando a sentirse nervioso.

¿Y si Magnus no le creía?

¿O si creía que era una broma o que estaba loco?

¿Y qué tal si sí le creía y se alejaba de él por ser un fenómeno?

Alec sintió una lágrima caer de sólo pensarlo. Quería a Magnus en su vida aunque no entendía bien el por qué. ¿Qué iba a hacer si ya no quería verlo?

Casi se había arrepentido de su decisión cuando el timbre sonó. Pero ya lo había decidido, quería ser sincero, las relaciones de cualquier tipo se basan en eso. Y si Magnus se alejaba de él por sus hijos...entonces no valía la pena.

-Ustedes siempre serán primero -susurró hacia su vientre antes de abrir la puerta.

-Alexander -Magnus lo saludó con una gran sonrisa y un beso, aguantándose las ganas de acariciar su vientre como la noche anterior.

Alec le indicó con un gesto que pasara. Antes de que pudiera preguntar qué quería decirle, Alec le pidió acompañarlo a la sala. Se sentó en un sofá y tuvo a Magnus a su lado, respiró profundamente antes de cerrar los ojos y llevar una mano de Magnus a su vientre, sus hijos se movieron al instante.

La palma de la mano de Magnus cálida se sentía bien ahí, sus hijos lo sentían. La voz de Alec falló cuando intento hablar: -Y-yo... Yo sé que tú...tú eres de mente abierta, me lo has demostrado en nuestras muchas conversaciones. Y no sé por qué, pero me hace feliz tu presencia en mi vida, te quiero, no sé de qué manera, pero en estas semanas he aprendido a quererte. Me gusta tu presencia en mi vida, pero para que permanezcas tengo que confesarte esto antes...

Magnus no dijo nada, pero sus dedos se abrieron y cerraron, acariciando el vientre, sintiendo el movimiento de sus hijos. Sólo entonces Alec se atrevió a abrir sus ojos, su mirada fue a la verde dorada de Magnus cuando habló: -Si crees en ángeles, no debería resultar tan extraño esto... Yo... Esto que sientes...son mis hijos. Elara y Max. Yo... Ok, sí suena a locura...Estoy embarazado. Voy a ser padre, Magnus.

CONTINUARÁ...

¡Y llegamos a los 100! 🎉
Y justo Alec confesó 🙊
Muchas gracias por su apoyo en esta historia ❤