Rafa cumplía un mes de nacido.
Lo habían visto en su acta de nacimiento mientras veían los documentos que había traído Esperanza con ella.
-¿Quién tiene ya un mes? -había preguntado Alec, con esa voz aniñada que por alguna razón usamos, a veces sin darnos cuenta, con los niños pequeños. Tenía a Rafa sobre su vientre, como siempre, y estaba haciéndole cosquillas al bebé que de por sí siempre era risueño-. ¿Quién ya es un niño grande?
Magnus se había reído de la adorable imagen de ver a Alec así. Ya podía imaginarlo con Max y Elara, aunque entonces ya no tendría ese vientre de casi siete meses. Alec ya estaba enorme y, para Magnus, se veía cada vez más hermoso, su mirada más luminosa, su sonrisa más grande, incluso cuando estaba cada vez más cansado, seguía radiante y sonriente.
-Hay que festejar -Magnus se había acercado a él, a ellos, acariciado el vientre de Alec y su mejilla, como siempre hacía, y luego lo había casi obligado a soltar a Rafa-. ¿Qué tal un pastel?
Rafa había hecho un sonidito feliz.
-Rafa no puede comer pastel -dijo Alec, mirándolos con una sonrisa. Magnus sería un hermoso padre seguramente.
Ni Magnus ni Rafa perdieron su felicidad. -Entonces leche para Rafa y pastel para nosotros.
Alec no podía decir no a eso.
-¿De chocolate?
Alec asintió feliz.
Magnus prometió volver pronto. Alec se quedó con Rafa. Esperanza habló hasta que estuvieron solos los tres: -¿Alec? ¿Puedo hacer una pregunta?
Alec dijo sí todavía mirando a Rafa.
-¿Te das cuenta cómo lo miras? ¿Qué sientes por él, cariño? No pareciera que lo conoces de hace tan poco.
-Pero cómo no enamorarse de esta belleza, míralo, es hermoso.
El silencio hizo que Alec la mirara por fin.
-Hablo de Magnus, Alec.
* * *
Mientras tanto, Magnus tuvo un encuentro nada deseado.
Mientras manejaba al pueblo cercano, el sol enceguecedor se hizo presente, y la voz de Camille irrumpió en sus pensamientos:
-¿Ya sucedió, Magnus? ¿Te ama o te quería sólo por el enlace entre él y la Luna? El tiempo se acaba, querido.
CONTINUARÁ...
ESTÁS LEYENDO
Hijo de la luna (Malec Mpreg)
FanficTERMINADA» Alexander Lightwood no quería casarse, sus preferencias siempre fueron evidentes, pero él tenía un deseo demasiado grande: quería un hijo. Entonces se le ocurrió, ¿por qué no? Pedir un deseo...a la luna. La luna era una divinidad y, como...