Hijo de la luna (Malec Mpreg)

116. Rafa

POV MAGNUS

-...una noche de tormenta su historia comenzó. Esos ojos azules, tan azules, lo miraron y cualquier barrera cayó. B ya se había fijado en aquel chico, ¿quién no iba a hacerlo? Era hermoso, pero no sólo físicamente, ¿has notado como hay personas -una especialmente- que se mete bajo tu piel más allá de lo físico? Esa persona que te hace pensar que es cierto que los ojos son las ventanas del alma, B creía ver el alma de aquel ojiazul, era puro, era inocente. Y se atraían demasiado. Siempre quiso hablarle, acercarse a él más que como su jefe, más que con un saludo convencional, que con una orden o una petición. Él quería una sonrisa sincera, tomarse de la mano, charlar de ellos, de sus vidas, de sus sueños. Todo aquello que debería desear de una mujer, lo deseaba con él... Contigo.

Me congelo un momento cuando la última palabra sale. Es definitivamente difícil contar tu propia historia.

Pero entonces un suave ronquido de Alexander me hace darme cuenta que se durmió ya. Es tonto, pero me hace sonreír saber que se durmió entre mis brazos, de Magnus, no de la Luna.

Después de un rato de estar con él, sólo sintiendo su respiración, el subir y bajar de su pecho, la tranquilidad de Max y Elara en su vientre, decido moverme, intento desenredarme de su cuerpo sin moverlo demasiado. Pienso que podría cocinar mientras él duerme y Esperanza vuelve, antes busco una manta para Alexander y me aseguro de que esté cómodo y seguro.

Me quedo unos minutos observando que no se mueva, después de sentirme un loco acosador, acomodo por ultima vez la manta y entonces sucede, cuando mi mano se posa sobre su vientre, Elara me deja ver una imagen.

Demasiado clara. Es un bebé, de tal vez unas semanas de nacido. Su piel morena, cabello oscuro, y unos enormes ojos marrones.

Y entonces recuerdo las palabras de Raziel. Vamos a reconocer al nefilim y debemos cuidarlo. Pero, ¿cómo lo encuentro? ¿Y por qué Elara sabe quién es?

Y mi hija, demostrando la fuerte semidiosa que es incluso antes de nacer, me deja escuchar su voz, una sola palabra: Rafa.

CONTINUARÁ...

Rafa! 🙌