No muy lejos de donde Alec y Magnus estaban, un bebé abrió sus ojos -enormes ojos marrones-, su llanto se detuvo y su mirada se fijo en el cielo claro.
Su cuna estaba cerca de la ventana de una pequeña habitación, pobre pero acogedora. Una mujer, con fachas modestas, entró rápidamente. No se detuvo hasta tener al niño es sus brazos: -Rafa -susurró, mientras su nariz acariciaba las mejillas del bebé, provocando una risa burbujeante de él.
El pequeño Max cerraba sus ojitos entre risas, viendo a su ¿hermanita? -algo así sería para él-, la pequeña semidiosa de piel casi traslucida y ojos dorados.
* * *
Rafa.
Magnus se quedó con las manos congeladas sobre el vientre de Alec. Cerró sus ojos intentando ver...algo, lo que sea que Elara -o Max- quisieran mandarle. ¿A Rafa tal vez? ¿Conocía Elara la apariencia del nefilim que ellos debían cuidar?
Tenían que encontrarlo pronto.
Magnus frunció los labios, poniéndose de pie completamente, sus manos deslizándose en una caricia por sobre el vientre de Alec.
-Los quiero -besó dos veces la cima de ese abultado vientre, y luego la frente de su ángel-, te quiero, Alexander.
Con una sonrisa, pensando que -de algún modo- se había ganado una gran familia, un amor, hijos, todo aquello que antes se le negó, que hace dos siglos le arrebataron.
Pero ahora lucharía por ellos. Por conservarlos.
-¿Rafa? -repitió el nombre, mientras caminaba hacia la cocina. ¿Cómo encontrarte? ¿Dónde estás?
* * *
A sólo unos metros de él, Magnus ya no fue testigo, Alec se removió, su mano en su vientre, sus labios se entreabrieron, y pronunció el nombre del bebé que en sus sueños mecía aquella mujer: -Rafa.
En su vientre, Max y Elera se movieron felices.
Ahora estaban completos.
CONTINUARÁ...
Hola aquí! Como les dije en Tu corazón me siente, no he actualizado diario porque wattpad anda horrible, ya saben, capítulos que no se ven y eso, capítulos repetidos 😂😂 pero volveré a actualizar diario en cuanto wattpad esté bien :3
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Hijo de la luna (Malec Mpreg)
FanfictionTERMINADA» Alexander Lightwood no quería casarse, sus preferencias siempre fueron evidentes, pero él tenía un deseo demasiado grande: quería un hijo. Entonces se le ocurrió, ¿por qué no? Pedir un deseo...a la luna. La luna era una divinidad y, como...