18. Enamorado

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Luna, tú que lo ves, dile cuánto le amo 🎶

* * *

Magnus estaba cada vez más impaciente a la espera de que la noche llegara, poder ver a su mortal, a Alexander, que su luz acariciara aquella piel pálida, que sus ojos se fijaran en él aunque fuera como la Luna.

Tal vez nunca vería su verdadero rostro, pero al menos tenían esto.

Pronto Alexander tendría dos semanas de embarazo, y cuando fuera Luna llena y el pudiera bajar y pasar la noche ahí, ya tendría un mes, tal vez ya se notaria un poco lo abultado de su vientre, podría sentir más a su hijo.

Pero esa noche Alexander no salió ni dejo abierta la puerta. Y Magnus se preocupó. ¿Y si Alexander estaba mal? ¿Si estaba molesto? ¿Si ya no quería verlo?

Era tanta su agitación que los océanos lo estaban resintiendo. Las mareas vueltas locas, por el control que la Luna ejercía sobre ellas.

-Magnus, no puedes seguir así -le había dicho Catarina-. Un poco de interés, ya que él lleva a tu primer hijo, sería entendible. Pero lo tuyo va más allá, lo noto en tu mirada. En la necesidad que tienes de él, no es normal y no es bueno, para el mundo, para los dioses, para el mortal. Traerá muchas consecuencias si esto no permanece como la existencia de Tessa, en secreto. Y con tus continuas idas y venidas a la Tierra eso será evidente, por poco que sea el tiempo que te quedas con él, es demasiado para cualquier Dios. Además que pasaron milenios para que tú, tú Magnus quisieras bajar, y en cuanto a la Luna es su primera vez. Ningún otro había ido antes, mucho menos por un mortal. La Luna nunca había dejado su lugar ni siquiera cuando había sacrificios y ofrendas. Es peligroso tu enamoramiento...

Magnus pensó en decir "No estoy enamorado", pero en su lugar se encontró diciendo "Quiero buscar una forma de pasar más tiempo con él. Estar en la Tierra periodos más largos", porque era cierto, pasar tanto tiempo en este cuerpo tenía sus consecuencias.

Sentimientos. Sensaciones. Deseos. Necesidades casi humanas.

Él sabía que si se esforzaba podía sentir a su hijo, y a través de él, a Alexander. Pero eso no era suficiente.

-Voy a ir. Sólo a verificar que esté bien.

Catarina hizo una mueca. Se debatía entre lo correcto y ayudar a su amigo. -Ve rápido, un minuto mortal, Magnus.

Rayos de Luna se colaron por el cristal de la puerta del balcón, aquel que había bastado para impedirle ver a su mortal. Hasta que Magnus pudo materializarse junto a él. Arrodillarse a su lado. Sentir su piel, tocar su vientre, acariciar su rostro. Desear besarlo.

-Prometo venir en Luna llena -le dijo, dejando un beso en su frente, quitando los mechones rebeldes-. Recuérdalo, por favor. ¿Me escuchas, Alexander?

-Mnm -Alec se removió, acercándose más a él incluso dormido. Su mano en su vientre rozando la de Magnus. Electricidad recorriendo sus pieles.

-Sólo recuérdalo, mi Alexander -con una última caricia tuvo que irse.

Rayos de Luna dejando el lugar. La voz melódica sonando, como ecos, en los oídos de Alec.

Mi Alexander.

Magnus lo veía, lo sentía también, como suyo.

Se pertenecían aunque el Cielo fuera a interponerse en esta historia.




CONTINUARÁ...

Chan Chan Chan 🎶 ya empieza a formarse bien esto 🙌

Hijo de la luna (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora