5: El ángel que quiero yo
De nuevo tú te cuelas en mis huesos, dejándome tu beso junto al corazón. Y otra vez tú, abriéndome tus alas me sacas de las malas rachas de dolor, porque tú eres el ángel que quiero yo 🎶❤
* * *
¿Quién -había dicho Alec-, quién será la Luna?
La mano de Elara sobre el pecho de su padre, sintiendo su corazón, y la de Magnus sobre el de su hija. Hubo una pequeña sonrisa sobre los labios de la joven semidiosa, lágrimas cayeron de aquellos ojos verde dorado y se lanzó a abrazar a su hija, apretarla contra su pecho, negándose a soltarla.
-Papá, es tiempo -la voz de ella era firme, mientras que Magnus sentía que se estaba rompiendo completamente.
Alec miró a Rafa antes de soltarse de su hijo y se acercó a ellos. Se unió al abrazo, sintiendo que arrancaban una parte de su corazón de nuevo. -Mi niña -susurró acariciando el cabello dorado de su hija.
Elara sonrió, a pesar de las lágrimas que ya caían también de sus ojos. -Ya no soy una niña, papá. Tengo veintitrés y es mi momento de reemplazar a Esperanza.
-Ese debería ser yo -dijo Magnus.
Elara acarició los rostro de sus dos padres, su Ángel de ojos azules y quien fuera la Luna, antes de alejarse un paso de ellos. -Tú ya lo fuiste suficiente tiempo. Ustedes merecen estar juntos y ser felices. Merecen su felices por siempre.
-¿Y nosotros? -Rafa, que estaba solo en ese momento, no pudo evitar la pregunta. Ni había reproche en su voz, simplemente dolía. Tanto tiempo perdido y ahora ella se iba.
-Lo siento, Rafa -ella no lo miró, no podía. Su corazón no resistiría eso.
Max miró los ojos azules de Esperanza y apretó su mano antes de soltarla y dar un paso adelante. -Puedo ir yo -se ofreció-, papá Magnus tiene a papá Alec, ustedes se tienen entre sí, yo no pertenezco aquí, siempre me faltó algo, yo puedo hacerlo.
Incluso cuando sentía que a unos pasos de él estaba lo que siempre le hizo falta.
Pero Elara negó. Se encontró con los ojos azules de su hermano y se lanzó a sus brazos, lo susurró en su oído: -Cuando estábamos en el vientre de papá Alec, la Luna se lo dijo. La pequeña de ojos dorados tendrá más de mí, de la Luna, que el ojiazul que heredará de ti, mi Ángel. Lunas y Ángeles parecen destinados. Nuestros padres. Ahora tienes a tu Luna, mi pequeño ángel. Sé feliz, Max.
Max ya estaba llorando para ese momento.
Alec estaba aferrado a Magnus, los dos viéndose destrozados.
Esperanza sostuvo a Max cuando Elara lo soltó de repente.
Rafa no se había movido, no estaba llorando, él sólo sentía el vacío devorarlo, y en su espalda algo picaba, algo ardía.
-Nadie me obliga -dijo Elara, ya abriendo la puerta-, no sientan culpa y cuando miren el cielo de noche, ahí estaré. Siempre estaré, aunque no me vean. Te amo, Rafa. Eres tu el Ángel mío.
Ella salió de la casa de los Lightwood Bane y ascendió como tenía que suceder.
Mientras el Nefilim, criado por una Luna y un Ángel, recibía sus alas en es momento.
* * *
¡Hola aquí! Perdón que tardé tanto, he estado un poco complicada, pero no los dejaré con la duda, ya volví. Gracias a quien siga leyendo estos extras y a quienes me preguntan ❤
¿Ahora qué creen que sucederá?
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Hijo de la luna (Malec Mpreg)
FanfictionTERMINADA» Alexander Lightwood no quería casarse, sus preferencias siempre fueron evidentes, pero él tenía un deseo demasiado grande: quería un hijo. Entonces se le ocurrió, ¿por qué no? Pedir un deseo...a la luna. La luna era una divinidad y, como...