Magnus llevaba días raro. Alec no entendía por qué. Empezaba a sentir que por fin, después de meses, se había dado cuenta de toda la carga que esta amistad traía. Un hombre embarazado de dos pequeños, un bebé huérfano que criar, la Luna...
Cualquiera se sentiría abrumado y harto. Seguramente Magnus se iba a ir, lo iba a dejar solo, con sus hijos, con Rafa, y Esperanza...
Los labios de Alec temblaron y sus ojos se humedecieron. Magnus iba a romper su promesa. No iba a estar ahí cuando nacieran ni después, no iba a conocer a su Luna...
Alec hubiera querido abrazar sus rodillas y llorar, pero ni eso podía hacer. Estaba enorme ya. ¿Cómo Magnus iba a querer quedarse con alguien así?
Seguro Magnus ya se había ido sin decirle, por eso tardaba tanto. Un sollozo se le escapó ante la imagen de Magnus lejos de él, dolía sólo pensarlo.
* * *
Magnus venía de la cocina, de haber preparado leche para Rafa. El bebé en sus brazos, ya con el biberón entre sus manitas.
Recordaba cuando Alec le gritó como enloquecido. Magnus había corrido, pensando lo peor, y había llegado sólo para ver a Rafa tomando su leche el solo.
Los ojos de Alec habían brillado tanto que Magnus sólo esperaba llegar a ver esa misma mirada por sus propios hijos.
Magnus se tensó cuando escuchó el sollozo de Alec y vio sus hombros temblar. Avanzó lo más rápido que pudo, sin molestar a Rafa, y llegó hasta él. De nuevo pensando si le dolía algo o qué había pasado.
Los ojos de Alec estaban tan llenos de lágrimas que estuvo seguro que no lo veía. -P-pensé que... T-te habías i-ido.
-¿Ido a dónde, cariño? -Magnus intentó limpiar sus lágrimas, hubiera querido abrazarlo, pero era difícil con el voluminoso vientre de Alec y Rafa en sus brazos-. Estaba en la cocina, tú lo sabías.
Alec siguió sollozando y sorbiendo un rato más. Magnus no sabía qué hacer, no estaba preparado para los cambios hormonales de Alec. -Tengo miedo de que te vayas -Alec se abrazó un poco a él.
Esperanza, como caída del cielo, apareció en ese momento. Magnus se separó de Alec para dejar a Rafa en brazos de una muy confundida Esperanza. Magnus rogó con la mirada y señaló a Alec. Esperanza hizo una mueca, pero se llevó al bebé.
Alec tenía nuevas lágrimas por el nuevo fugaz abandono de Magnus. Se detuvo un poco cuando sintió a Magnus abrazarlo lo más fuerte que podía son lastimarlo o a los bebés. -Cariño, no me voy a ir. Te prometí quedarme. Y lo haré. No porque te lo haya prometido, sino porque quiero. Te quiero. Los quiero.
Alec hizo un puchero. -También te quiero -Alec ya no dudaba eso, estaba más que seguro cada día que lo quería. Max y Elara se movieron. Ambos, Magnus y Alec, se rieron-. Te queremos -corrigió Alec.
Magnus se bajó del sofá, riendo ante el lamento de Alec cuando lo soltó, se arrodilló, frente a él. Subiendo su suéter, besando su vientre desnudo.
Alec cerró sus ojos y disfrutó del contacto entre su piel y los labios de Magnus. Asustado un poco ante las imágenes fantasiosas, y prohibidas, que se le venían a la mente de esos mismos labios...
Magnus cerró los suyos, preguntándose qué demonios iba a hacer al día siguiente cuando él y la Luna se supone que iban a verse.
CONTINUARÁ...
Ya por fin vamos llegando al último mes y la recta final de la historia después de eso 🙈 después de tantos capítulos, gracias por aguantar ❤
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Hijo de la luna (Malec Mpreg)
FanfictionTERMINADA» Alexander Lightwood no quería casarse, sus preferencias siempre fueron evidentes, pero él tenía un deseo demasiado grande: quería un hijo. Entonces se le ocurrió, ¿por qué no? Pedir un deseo...a la luna. La luna era una divinidad y, como...