-¿Estás bien, mi am...Alexander?
Dolió no poderle decir "Mi amor". Pero no podía hacerlo, no ahora, con suerte dentro de poco más de un mes, cuando sus hijos nacieran y él pudiera bajar, entonces sería libre de llamarlo "Amor", de besarlo, abrazarlo y acariciarlo sin culpas ni restricciones. Sólo entonces. Faltaba poco. Él podía y podía no presionarlo, podía esperar a que ese "Te amo, Magnus" se lo dijera despierto y se lo dijera a él y no a un recuerdo disfrazado de sueño.
Alec se estremeció ante su voz y la palabra interrumpida, recordando parte de su sueño de hace unas noches. No tenía imágenes exactas, pero recordaba claramente tres palabras, "Te amo, Magnus", era indiscutiblemente su voz, y lo peor de todo es que la sensación del sueño no se fue al despertar, el fuerte sentimiento en su pecho seguía ahí, no se desvaneció y no entendía por qué. Sí, quería a Magnus, lo había aceptado, sobre todo cuando se dio cuenta que no soportaría verlo con alguien más, pero de ahí a amar...
-Estoy bien -su voz era débil y no se giró en la cama para enfrentarse a Magnus-, sólo...cansado. Pero supongo que es normal, no es que haya estado embarazado antes o cerca de una mujer en este estado, pero creo que los últimos meses son pesados porque estoy enorme y me canso y tengo sueño, pero es difícil dormir... Ya se pasará. Pronto. Estamos cerca de la novena Luna, en unos días cumpliré nueve meses de embarazo y luego sólo uno más...
-¿Seguro sólo es eso? -Magnus se sentó a su lado, acariciando su cadera suavemente. Alec se congeló, dividido entre alejarse o acercarse más al toque-. Estás raro hace unos días. Hoy ni siquiera insististe en cuidar a Rafa.
-Estoy cansado -insistió Alec-. Y Esperanza quería pasar un rato con él.
-Ok -respondió Magnus después de un momento-. ¿Quieres que me vaya para que descanses entonces?
Sus ojos se cerraron y los segundos que Alec tardó en responder parecieron una eternidad. -Quédate.
* * *
Esperanza miraba fascinada al bebé en sus brazos. ¿Cómo era posible que viera a Ángela?
Emitía soniditos felices y estiraba sus manitas hacia el ángel, hacia su amiga de toda la vida.
Ángela estaba radiante, más que cuando se convirtió en un ser celestial. Su rostro y su mirada se iluminaban más que sus alas cuando veía a su hijo.
-Pronto van a nacer Max y Elara, Rafa. Serán como tus hermanitos, Max será tu hermano menor y tendrás que cuidarlo, y pasarás tu vida al lado de Elara.
¿Pronto?, se preguntó Esperanza. Faltaba más de un mes. Pero, teniendo en cuenta sus últimos sueños, no quería hacer preguntas cuyas respuestas le daban miedo.
CONTINUARÁ...
Nos acercamos al final y todos están teniendo pesadillas 🙊
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Hijo de la luna (Malec Mpreg)
FanfictionTERMINADA» Alexander Lightwood no quería casarse, sus preferencias siempre fueron evidentes, pero él tenía un deseo demasiado grande: quería un hijo. Entonces se le ocurrió, ¿por qué no? Pedir un deseo...a la luna. La luna era una divinidad y, como...