Lucía.
—Lo mato— masculla mi hermano dándose la vuelta para irse.
Yo empiezo a reírme como una foca sufriendo un ataque epiléptico.
—Qué te da?
—No estoy embarazada, inútiles de mierda.
Me tiro al suelo riéndome.
De un momento a otro, José está encima mío aplastándome.
A este aplastamiento masivo se une Julieta.
—Muere monstruo, muere— exclama el castaño encima mío.
—Julieta Paciarello— pronuncio casi sin poder respirar— pensaba que eras mi amiga.
A continuación, el dúo dinámico se une a esta tortura.
—Besas mal, te tengo rencor— suelta Mario.
—No mientas, me tienes rencor porque no te di otro, te quedaste con ganas de más.
Dicho esto, me intento mover, haciendo que se caigan de encima mío.
Me levanto rápidamente con una sonrisa triunfal.
—Verás— musita el moreno levantándose.
—No me mates— susurro andando hacia atrás viendo como se acerca— corro?
—Corre.
Subo las escaleras corriendo mientras me persigue.
Entro a mi cuarto y antes de que pueda cerrar, se cuela dentro.
A continuación, cierra la puerta con pestillo.
Lo miro y ando hacia atrás mientras se acerca a mi.
Choco con la cama y me caigo.
—Ouch— me quejo y se pone encima mío sin cargar peso— qué pretendes?
—Sh, relájate— susurra y me besa la mandíbula.
—Estoy con Jesús— mascullo e intento apartarlo de mí.
—Yo no lo veo por ningún lado— reprocha dándome un beso en el cuello— además, no tienes nada con él.
—No lo hemos oficializado, pero estamos ahí, ahí— explico dudosa.
Me besa el cuello repetidas veces.
A la mierda, por liarme con él no pasará nada, no?
Él sigue besando mi cuello y yo dejo de reprimir los gemidos.
Con mis manos, hundo su cabeza en mi cuello.
—Qué ganas tienes ahora, no?— cuestiona con una pequeña carcajada.
—Calla y besa— susurro dándole un fuerte empujón hacia el lado para acabar yo encima suyo.
—Tigresa— susurra con voz ronca.
Comienzo a darle besos por la mandíbula, bajando por el cuello y volviendo de nuevo al punto de partida.
Él suelta algún que otro gemido.
Me besa ferozmente los labios y yo me limito a seguirle el beso.
Sus manos se pasean por mi cuerpo a su antojo, posándose mayormente en mi trasero.
Aprieta mi culo, haciendo que me impulse hacia arriba situando nuestras partes juntas, separadas por capas de tela.
Inconscientemente, comienzo a mover mis caderas lentamente.
Su boca vuelve a mi cuello, provocando así que un gruñido se escape de mis labios.
A la par, que mi garganta empieza a emitir sonidos placenteros.
Introduce sus manos en mi jersey acariciando mi espalda desnuda.
Pongo mi boca pegada a su oreja y doy pequeños mordiscos en ella, mientras que él gime.
De repente, noto un bulto debajo de mí e involuntariamente un gemido sale de mis labios.
Paso mi lengua por su oreja.
Él gira la cara para besarme de nuevo.
Julieta.
Dios, qué cojones estarán haciendo esos ahí arriba?
—Voy a subir—sentencia José levantándose del sofá y cojo su brazo y tiro de él para sentarlo se nuevo a mi izquierda.
—Déjalos que hagan lo que les de la gana— digo sujetando su brazo.
Vuelve a hacer el amago de levantarse y me siento sobre su regazo.
—Luego el que intenta cosas soy yo— ironiza el castaño.
—Era esto o atarte a una silla— hago una pausa— prefiero esto, tardo menos.
—Aquí todo el mundo en pareja y yo aquí de solterón— se queja Manu.
—Soltero de oro— rectifico— además yo tengo una especie de rollo y Lucía— hago una pausa y pienso en Jesús— me cago en la puta hay que sacar a esos dos de ahí ahora mismo.

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Me llamo Lucía.
Fanfiction¿Cómo alguien puede hacer que mandes todo a la mierda sin conocerla realmente? ¿Cómo puede ser que serías capaz de arriesgar tu vida, tus sueños y tu felicidad por complacerla? ¿Cómo puede una chica conseguir convertirse en todo para sus íd...