A ti. (18)

283 10 0
                                        

Lucía.

    Joder, qué mono es.

    Me lo como con patatas, vamos.

    —Lucía— pronuncia.

    Qué bien suena en su boca.

    Y esa voz ronca, pf.

    Este niño me mata.

    —Lucía?— repite , vez interrogante.

    Gilipollas, te ha pillado distraída.

    Vuelve al planeta Tierra.

    —Dime— respondo volviendo a estar despierta.

    —Qué hacemos ahora?

    Yo no sé de que tienes tu ganas, pero yo te dejaba seco.

    —Bueno, podemos— miro la hora— hacer tiempo para preparar el desayuno.

    Reímos.

    Joder, que puta risa tiene el maldito niño.

    —Tan tarde es?—pregunta consultando su móvil— ostias que si es tarde, las siete de la mañana Dios santo.

    —Qué vas a querer desayunar?

    —A ti.

    Vale, eso si que no me lo esperaba.

    Qué respondo a eso.

    —Me parece correcto— río— ahora enserio.

    —Pues no sé, como no creo que ninguno de los dos tengamos ganas de cocinar, podemos salir.

    —Yo siempre tengo ganas de cocinar, venga lo que tú quieras— ofrezco.

    —Sorpréndeme.

    —Pues espero que tengas mucha hambre.

    Dicho esto, me destapo, me levanto del sofá y me dirijo a la cocina.

    Juraría que me está mirando fijamente el culo.

    —Oye, me gustaría un nesquik, por favor— pide amablemente.

    —En esta casa no hay nesquik, eso es un pecado, además de una ofensa al ColaCao— hago una pausa— por cierto, quieres una foto de mi culo para que lo puedas mirar más tiempo?

    Él se limita a reír.

    Sigo caminando hacia la cocina y comienzo a sacar cacharros y productos.

    Tengo que sacar a la luz mis geniales dotes de cocinera.

    Llevo haciendo inventos culinarios toda la vida, pero empecé seriamente entre fogones a los 12 años o así.

    Vamos allá, le voy a preparar el desayuno de su vida.

Jesús.

    Bueno, yo ahora qué hago?

    Voy a ver si puedo hablar con Dani, o si por lo menos, leyó mi mensaje.

Jesús Oviedo.

Bro, estás despierto?

Visto.

Sé que estás leyendo.
Háblame.

Visto.

Pero vamos a ver.
Qué te pasa ahora?

Daniel Oviedo.

No me pasa nada.
No te preocupes.
Sólo que no quiero chafaros.
Parejita.

Jesús Oviedo.

Pero qué dices de parejita?
Hemos estado viendo películas.
Ya está.
Como amigos.
Tan malo es eso?

Visto.

Para de dejarme en visto.
Molesta.
Y no poco.

Daniel Oviedo.

Déjame ya, pesado.
Que eres muy pesado.

Jesús Oviedo.

Lucía está cocinando.
Dice que va a hacer mucho.
Vente.

Daniel Oviedo.

No creo que quiera.
Es más, no le caigo bien.

Jesús Oviedo.

De dónde te sacas eso?
Anda.
Ven ya.
Sin rechistar.

Archivo de ubicación.

Visto.

    Bloqueo el móvil.

    —Lucía— grito.

    —Qué?— dice apareciendo con un delantal.

    Que mona está.

    No te desvíes del tema.

    —Dani puede venir a desayunar con nosotros?

    —Siempre que no traiga a la rubia de bote con él, puede hasta quedarse aquí a vivir— responde y ríe.

    —Mejor, porque ya le he dicho que venga— suelto recibiendo una mirada de advertencia por su parte— no creo que la traiga.

    Asiente con la cabeza y vuelve a la cocina.

    Reviso mi instagram, el cual esta lleno de etiquetaciones.

    En su mayoría son del confrontamiento entre Lucía y Mar, Lucía y Dani, y cómo no, Lucía y yo.

    En el fandom va a haber movimiento.

    Me meto en una de las publicaciones y leo lo que creen que sucedió.

    Qué historias más raras se montan, voy a inventarme algo.

@jesus_om_ No dramaticéis, chicas, lo único que pasó fue que empezamos a hablar y se metió mas gente de la que se tenía que meter.

    A los segundos recibo miles de notificaciones, indicándome que habian dado me gusta al comentario.

    —Ala, ahí llevan, relajaditas.

Me llamo Lucía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora