Lucía.
Termino de cocinar y lo pongo todo en la mesa, junto con tres platos, varios vasos de zumo y varios vasos de chocolate caliente.
Mejor que sobre a no que falte.
Recojo todo lo que queda.
Suena el timbre.
Justo a tiempo, así me gusta.
-Voy yo- grito dirigiéndome a la puerta y quitándome el delantal al mismo tiempo.
Dejo el delantal en un perchero del hall.
Abro la puerta, encontrándome con un Dani sonriente que sostiene unas carátulas.
Me lanzo a abrazarlo, él me corresponde el abrazo como puede.
-Pasa, anda- digo echándome a un lado.
Cuando entra cierro la puerta y le doy un tortazo al nuevo invitado en el culo.
-No abuses de mi- se queja riendo.
-¿A qué te dejo sin comer y que te de de comer la rubia de bote?- amenazo.
-Cocina fatal, no sabe ni freír un huevo- hace una pausa- pero la quiero.
Porque no quiero follones, que es que lo echaba de mi casa a patadas.
Vamos a calmarnos.
-Jesús, deja de hacerte gayolas y ve a la cocina- digo apareciendo por el salón seguida de Dani.
Jesús se levanta del sofá y Dani me da las carátulas.
Este niño es un puto Dios, me ha traído las 9 películas de Star Wars, me lo follo.
Ambos chicos se abrazan como si no se hubiesen visto en años.
Se separan y me miran, pues estoy sacándoles unas fotos más cutes.
-Ni se te ocurra subir eso, que te la lían- advierte Jesús.
-Que sí, papá.
-De papá nada- replica y me acerco a el y le doy un pico.
Ala, Daniel, ya estamos en paz.
-No te piques, tonto.
-Jesús, ve llendo a la cocina y pon los cubiertos y servilletas.
Se va dejándonos solos.
-Pero, tu no tenías de novio al chico de la discoteca? Qué haces ahora con Jesús?- interroga el Dios Griego que tengo ante mí.
-No era mi novio, no sé el porqué de lo que dijo, pero es sólo un amigo de mi hermano- explico.
-Vale.
-Fue Jesús el que te dijo que me encantaba Star Wars? O fue Jules?
-No me lo dijo nadie, de hecho, no lo sabía, son de las que más veo en casa y pensé, ¿por qué no llevarlas?
-Gracias- poso mis labios en su mejilla y suelto las carátulas- vamos.
Vamos a la cocina.
Cuando llegamos me doy cuenta de que Jesús ha cambiado la distribución de las cosas en la mesa.
¿Qué le da a este muchacho?
-Yo me siento a tu lado eh- susurra el gemelo mayor.
-Y por qué yo no?- replica el menor.
-Poneos juntos y yo enfrente- propongo y recibo miradas de desaprobación por su parte- o jugadlo a piedra, papel, tijeras.
Eso hicieron, no se puede ser más infantil.
-Jódete, me voy a sentar yo con ella- vacila Dani sacándole la lengua a su hermano.
Me siento y el ganador del juego anterior, a mi lado.
Jesús no se sienta, saca el movil y se dispone a hacerle una foto de postureo a la mesa.
-Deja de hacer fotos, eres un posturetti, Jesusín.
-Ya la he hecho, ¿qué os parece?
-Súbela pero, sin que yo salga, no es bonita.
-Quiero comer- se queja Daniel.
-Pues come- suelta Jesús sentándose por fin.
-Mira, si quieres, te explico cómo comer- vacilo- abres la boca y metes la comida, la masticas y la tragas.
Coge un vaso de chocolate mete el dedo y me lo pasa por la frente, nariz, boca y barbilla.
-Por chula- sonríe victorioso.
-Ya me estás limpiando.
-¿Con la boca?
-Con la boca.
SIENTO MUCHO NO HABER PUBLICADO, TUVE PROBLEMAS CON WATTPAD.
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Me llamo Lucía.
Fiksi Penggemar¿Cómo alguien puede hacer que mandes todo a la mierda sin conocerla realmente? ¿Cómo puede ser que serías capaz de arriesgar tu vida, tus sueños y tu felicidad por complacerla? ¿Cómo puede una chica conseguir convertirse en todo para sus íd...