Guardaespaldas. (42)

205 8 0
                                    

Lucía.

    —Bueno, hoy podrás ahogar tus penas en magdalenas— bromea Julieta— traigo algunos paquetes, por si acaso se acabasen las tuyas, aunque, tienes tantas, que nunca se acaban.

    —Te amo, pino.

    —Y yo, gusano.

    —Y esos motes?— pregunta la mayor extrañada.

    —La altura— aclaro.

    Mio mi reloj y son las ocho y media de la noche.

    —Ya es tarde, no?— pregunta Jules.

    —Bastante— respondo— coged ropa— sentencio— va a dar comienzo el desfile.

    Alguien llama a la puerta.

    —Lucía— grita el sujeto.

    Creo que es mi hermano.

    Abro la puerta lentamente para ponerlo nervioso.

    —Qué quieres?— pregunta Jules.

    Qué borde está esta mujer, no?

    —Esta noche duermen aqui los chicos.

    —Y a nosotras qué nos cuentas?

    Celia también parece estar bastante borde.

    —Estáis todas con la regla o qué coño os pasa?— pregunta serio.

    —Qué chicos?— pregunto cortando la pequeña discusión que estaba dando comienzo.

    —Imanol, Manu, Mario y yo— enumera.

    —Ya sabes lo que pienso al respecto?

    —Que como Mario intente algo llamas a Jesús y a Dani para que estén de guardaespaldas— bromea.

    —Y a Guille— dice Julieta con una gran sonrisa.

    —Déjala está enamorada— comenta Celia restándole importancia.

    —Bueno, si queréis jugar a alguna de vuestras gilipolleces podéis venir y nos desaburrís— hago una pausa— pero solo un rato— digo amenazante— y nada de alcohol.

    —Sí, mamá— bromea José— ala, hasta luegui.

    Cierro la puerta negando con la cabeza mientras río.

    —Bueno, entonces, qué nos ponemos para el minidesfile?— pregunto con una sonrisa cual niña pequeña.

  —Vamos a arrasar tu armario— anuncia Jules.

    —Dos conjuntos por cabeza— sentencio— no me toquéis la moral.

    —Entendido— responde Celia.

    Cogemos cada una dos conjuntos y bajamos a la planta baja corriendo.

    —Vamos a hacer desfile— grita Celia emocionada.

    Quién diría que ella es la mayor?

    El DNI lo dice.

    —Por los viejos tiempos, no?— pregunta mi padre riéndose.

    —Ay, ya creía que os había perdido— dice tía Amelia emocionada.

    Soltamos unas leves carcajadas y nos fuimos al baño.

    Tras patadas y empujones no intencionados, nos vestimos y salimos.

    Primero salió Jules, ha elegido una ropa de la ostia.


    Seguida de la ya nombrada, salió Celia, ella eligió algo más atrevido e informal.

    Y por último, yo.


    Nos situamos frente a mis padres y a mis tíos y hacemos tonterías.

    —Dios, qué hacéis?— pregunta Imanol bajando las escaleras y riéndose.

    —Tú eres el siguiente en ser disfrazado— amenaza su hermana.

    —Mejor me voy— murmura divertido dándose la vuelta y subiendo de nuevo.

    —Siguiente ronda— grita Jules como una niña chica.

    Salimos corriendo al baño y salimos en el mismo orden.

    Jules no va a caber en el salón, Dios mío, ese vestido no es que sea cortito.

    Celia esta vez ha elegido algo mas clásico.

    Y bueno, yo como siempre, extravagante perdida.

    Al llegar al salón hay cuatro chicos con moviles esperando a que entremos.

    —Chicas, los fans— avisa mi madre.

    Empiezo a posar y me río como una gilipollas.

    Las chicas me miran raro.

    —Qué? Ya estoy acostumbrada a echarme fotos con las niñas, es más fácil sola— suelto divertida.

    —Julieta, tu y yo mejor nos quitamos de en medio.

    —Yo también quiero fotos con Lucía, jo— se queja mi mejor amiga.

    —Venga, ya vale, que me canso, quiero ponerme el pijama— anuncio cogiéndome el vestido y acercándome al baño.

    Recojo mis cosas y subo.

    Al rato entra Mario en mi habitación.

    —Hola— saluda tranquilo y le miro con asco.

    —Me causaste muchos problemas con Jesús la última vez que te vi— le recuerdo— vete, por favor.

    —No vengo a hacer nada— levanta las manos en señal de paz— me voy a Madrid en Navidad.

   

Me llamo Lucía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora