Lucía.
Se encoge de hombros y se dispone a volver a besarme, pero me aparto y me zafo de su agarre.
Subo rápidamente las escaleras y me dirijo a la habitación de Dani sin pensarlo.
¿No había nadie mejor que nos pillase en esa situación?
Doy unos suaves toques en la puerta y no obtengo respuesta, por cual entro sin más.
Lo veo sentado en la cama mirando un punto fijo con los ojos cristalinos.
Me acerco lentamente a él y al llegar hasta él me agacho y apoyo mis codos en sus muslos y sonrío.
-Te quiero- musito mirándolo a los ojos.
Pone sus manos en mis hombros y los masajea levemente y noto que sus ojos vuelven poco a poco a su estado normal.
Mi sonrisa crece y me levanto bruscamente, asustándolo, y me lanzo a abrazarlo y caemos tumbados en la cama.
Acabamos ambos boca arriba tumbados en la cama riendo como locos, por un momento nos miramos.
-Eres tan perfecta que duele- confiesa mirando el techo.
Sus manos descansa sobre su barriga y yo dirijo la mía hasta una de ellas para enlazar nuestros dedos.
Un silencio cómodo, con alguna que otra risa estúpida por parte de alguno de nosotros.
Repentinamente, suelta su mano de la mía y lo miro extrañada, él ignora mi mirada y se levanta de la cama enérgico y se acerca a un reproductor de CD's y le da al play.
OH, MI GOD.
ME ESTÁ PONIENDO EL DISCO DE OPERACIÓN TRIUNFO.
Cierro los ojos y sonrío, deleitándome de los primeros acordes de la canción, cuando, de repente, siento unos brazos tirando de los míos suavemente.
Abro los ojos y ya me encuentro de pie bailando, de una forma muy extraña, con Dani.
Se podría decir que Dani no es un gran bailarín, menos mal que es guapo.
Mientras bailamos no puedo evitar reírme de él, risa que el comprende y me devuelve.
Me agarra de las manos para voltearme y seguir bailando pero esta vez cogidos.
Me puse de puntillas y le di un beso en la mejilla.
-Por momentos así, me encantas- confieso.
-Tú a mí me encantas siempre- susurra dejando de hacer el tonto y comenzando a bailar sus dedos desde la parte alta de mi cintura hasta mis caderas.
Vale, tengo una confusión enorme en la cabeza, ya no sé si el indicado es Jesús o Dani.
Analicemos.
Con Jesús me siento bien como novios y nada más, como amigos no me gusta. Tiene el poder de relajarme, pero no de consolarme. Piensa más en sus sentimientos que en los de su hermano y, a veces, incluso más que en los míos.
Con Dani me siento bien en todos los sentidos. Me relaja y me consuela. Sacrifica su corazón cada dos por tres para no hacernos daño ni a su hermano ni a mí.
Ahora los pros y los contras.
A Dani le gustan Star Wars y Crónicas Vampíricas, pero no le gusta Lily Collins.
A Jesús le gusta Gucci y Justin Bieber, pero no le gusta Shakespeare.
Estoy igual de confusa que hace un momento, me dejaré llevar.
-¿En qué piensas?- preguntó con su enorme sonrisa.
-Estoy confusa- suspiro- Dani, te quiero, pero a Jesús también le quiero. Lo malo es que los momentos contigo son más cómodos que con él.
Cogió mis manos y tiró de ellas hasta que nos sentamos en la cama y me miró a los ojos profundamente.
-¿Qué dice tu amiguito sobre el asunto?- pregunta poniendo su dedo índice en la parte alta de mi pecho.
Ya sabéis, sin tocar pechuga.
-Ahora mismo... La verdad, no lo sé- confieso aturdida.
-No pienses, si te pregunto de quién estás enamorada, ¿qué dices?
-De los dos.
-¿Con quién te ves pasando el resto de tus días?- preguntó.
-Contigo- respondí al segundo.
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Me llamo Lucía.
Fiksi Penggemar¿Cómo alguien puede hacer que mandes todo a la mierda sin conocerla realmente? ¿Cómo puede ser que serías capaz de arriesgar tu vida, tus sueños y tu felicidad por complacerla? ¿Cómo puede una chica conseguir convertirse en todo para sus íd...