El Brujo tiene un Mate

Capítulo 1: Sobrenatural

ABEL

Me remuevo incómodo en mi asiento, mientras leo por quinta vez la página de un libro. Sin embargo como las cuatro veces anteriores sigo sin retener lo que estoy leyendo, frustado uso mi magia para sacar de un ademán el libro de la mesa, saliendo este expendido a la otra punta de la habitación. Me paso una mano por la cabeza mientras aprieto los dientes con fuerza, tratando de calmarme.

Estupidas expectativas inalcanzables.

Cuando abro los ojos, y hecho una mirada de reojo a mi ventana, me doy cuenta que ha pasado más tiempo del que pensé, y que seguramente es ya es bastante tarde, por lo que decido dejar esto para mañana. Ya que tampoco me ayuda mucho a mi situación el ir a la escuela hecho un desastre.

Suelto un enorme suspiro mientras me levanto, aprovechando para estirarme, sintiendo inmediatamente lo resentido que esta mi cuerpo por estar tanto tiempo en la misma posición.

Cierro los ojos con fuerza mientras suelto un gemido. Mi cabeza da vueltas, denotando lo saturada que se encuentra, mi energia esta en números negativos y a esto se le suma los gruñidos que suelta mi estómago.

Quedarse hasta tarde estudiando y practicando no salio bien.

Gastar mi mana no salió bien.

No bajar a cenar no salió bien.

Bueno, esas ideas casi nunca salen bien y menos si las junto.

Con pereza poco a poco me voy quitando mi uniforme, y me pongo un pantalón ancho para dormir. Para luego tirarme sobre mi cama, y entre movimientos cansados agarro una manta y me tapo.

Sin embargo aunque pensé que caería dormido con el pasar de unos minutos debido a mi notable cansancio físico, esto no sucede, ya que parece ser que mi cabeza no esta de acuerdo, porque no deja de divagar, y de recordarme cosas que ahora mismo no quiero pensar.

No te atrevas conciencia mía, es hora de dormir. Me repito una y otra vez, no obstante, como muchas otra veces los pensamiento intrusivos siempre ganan.

No estudie lo suficiente,  estoy siendo un vago....

Gimo frustado.

Mi familia, la escuela..

No.

Mis defectos, mis fallas, no puedo leer ni un simple texto...

No y no.

Mis notas, la presión, el estrés..

Que no.

Mi futuro..

Cállate mierda.

Lo infeliz que soy la mayoría del tiempo...

Gruño fastidiado, mientras restriego mis manos sobre mi rostro. Sabiendo perfectamente que los pensamientos no van a parar, y antes de dejarme guiar por ellos prefiero distraerme un poco.

Es desesperante tener que luchar con mi conciencia todos los dias.

Me acomodo sobre la cama, quedando boca arriba y con los brazos fuera de la manta. Entonces comienzo a crear pequeñas figuras luminosas con mi mágia, algunas con mejor apariencia que otras, sin importarme demasiado los resultados, ya que me entretiene mucho mas el imaginarlas y el hacerlas.

Puedo haber nacido siendo parte del mundo sobrenatural, pero aún hay cosas que me emboban como si fuera la primera vez.

Una vez me canso de hacer figuras, me doy cuenta que mi mente ya esta despejada y embobada con las variadas figuras que inundan mi habitación, entonces solo me dedico a verlas una por una hasta que en algún momento cierro ojos y me dejo llevar por mi cansancio.