Capítulo 28: Gran amigo

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HARRY

Abel está herido.

En mis ojos no podía parar de repetirse las mismas imágenes, el saliendo disparado del auto junto con nosotros, sus ojos preocupados y su único acto de reflejo en protegernos.

No me controlo, no me tengo.

— ¡Maldita sea!— gime de dolor el deformado chico que se solía ver como un adolescente.

No se exactamente en qué momento me transformé, solo me limite a verlo sufrir, sangrar y luchar.

Nublado por la ira, sin arrepentirme, lo agarro del abdomen con mi hocico, lo muerdo y lo tiro como si solo fuera un saco.

El lastimó a Abel.

El apenas puede levantarse, con cada uno de mis ataques guiados por mi lado animal, que hasta el día de hoy había sabido controlar, solo ya no puedo controlarme ni quiero hacerlo. Tiene mis colmillos marcados por donde sea que lo mires, grandes rasguños hecho por mis garras, y de hecho aún no se como puede seguir respirando.

— Perro asqueroso, has lo que quieras, el chico igual se va a morir— habla divertido, como si ya no le importase la cantidad de sangre que pierde.

No, no, ¡NO!

Mi mirada solo se centra en su cuello, con solo clavar mi dientes en ese lugar, terminaría con el en un santiamén. Es un punto muy débil y mucho más para el, por las condiciones en que se encuentra.

Cuando ya estoy por arrasar con su cuello, justo en el momento en que me lance a su cuerpo, soy detenido por una extraña burbuja azul, que me envuelve y me encierra.

Como si no fuera una persona, lucho como todo un animal para tratar de romperla, no puedo detenerme aquí, el lastimó a mi pareja, a mi mate.

— ¡Harry! ¡Cálmate!— creo que esa voz es de Alec— ¡No es momento!

¿No es momento?

¿De que lado estas?

¿No te importa que dañen a tu mejor amigo?

Gruño como todo un animal, hecho una furia, doy bruscamente doy una vuelta y fijo mi vista en el.

Definitivamente no estaba preparado para esa imagen.

Alec no se encontraba en un buen estado, pero no era nada comparado a como se veía Abel, estaba rodeado de sangre por donde sea que lo veas, sus bellos ojos estaban cerrados y su pecho apenas se movía, demostrando que su respiración cada vez era menos. El estaba recostado en la piernas de Alec, el cual lo sostenía con la mayor delicadeza posible, con una mano sobre su estómago, de la cual salía un pequeña luz verde.

Alec esta arrodillado en el suelo, con varias heridas atendiendo a Abel, mientras que con la otra mano disponible la sostenía en mi dirección, demostrando que esta burbuja de magia pertenecía a él.

Me quedo inmóvil frente a tal situación.

— Por favor Harry, te necesito calmado— Alec hace su mejor intento en sonar tranquilo— Esta situación no puede ser peor, pero necesito decirte la realidad.

Sigo sin salir de mi forma de lobo, el silencio se hace presente, el me mira esperando a que cambie de forma, pero es como si no pudiera controlar mis propias acciones y yo solo estuviera viendo que pasa.

— Así lo quisiste amigo— su voz de rompe— La cruda realidad es que Abel, por si no lo notaste, se está desangrando y por más que quisiera ayudarlo, en este momento soy un completo inútil, no puedo hacer nada por el que no sean las cosas básicas de primero auxilios, lo que en este caso es muchísimo menos de lo que necesita— a pesar de la oscuridad, mis ojos son capaces de ver en todo su esplendor la sofocante imagen de ver a Alec llorando— Tiene múltiples heridas, y definitivamente ¡No se esta curando!, mi amigo es fuerte, yo lo se, pero también es una persona y hasta el día de hoy no puede contra lo imposible aunque lo intente. Tiene muchos huesos rotos y sus pulmones se están llenando de sangre, obstaculizando su respiración, ¡Ha este paso él no vivirá!— grita entre lágrimas— Me encantaría matar a ese malnacido, pero no hay tiempo y antes que una venganza prefiero a mi amigo con vida, al igual que tú. Por favor, toma el control de ti mismo, por favor vuelve a ser humano, te necesito, Abel te necesita.

El Brujo tiene un MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora