Capítulo 21: Secretos al descubierto

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Ella suelta una risita cuando escucha esas palabras salir de mis labios- ¿Abuela? Es lindo volver a escuchar que alguien me llame de ese modo.

- ¿Dónde estoy? ¿Estoy muerto....?- pregunto lo primero que se me viene a la mente- ¡Un momento! ¿Donde esta Harry? ¡Tengo que ayudarlos!

Sobresaltado me levanto de inmediato, en un estado de nerviosismo y miedo, al no saber donde me encuentro, ni cómo volver a donde estaba.

- Abel, tranquilízate- la mujer la cual reconozco como mi abuela me toma por lo hombros suavemente, tratando de tranquilizarme- Prometo explicarte todo.

- ¡P-pero no hay tiempo!- por más curioso que este por saber lo que sucede, no puedo dejar de preocuparme por Harry-Necesito ir a ayudarlos.

- No creo que seas de mucha ayuda estando en ese estado-sus palabras caen sobre mi como un balde de agua fría, haciéndome recordar lo inútil que fui.

Al ver que no contesto nada ella habla nuevamente-Si te tranquilizas, yo te podría decirte que te sucedió.

¿Puedo confiar en ella?

Después todo, últimamente me he dado cuenta que tengo muchas personas buscándome, ¿Que me dice que ella no es una de esas personas?

No tengo de otra, tengo que fiarme de su palabra.

Resignado me siento en la banca donde desperté, después de todo no tengo otra opción. Ella se sentó a mi lado y se quedó en silencio, calculo que esperando a que yo hablase.

- ¿Donde estamos?-es mi primera pregunta.

- En una especie de limbo-explica tranquilamente- Que después de un poco de esfuerzo, pude traerte.

-¿De qué hablas?- inquiero confundido por su confesión.

- No estas aquí por casualidad- niega- Yo te llame y te guíe hasta aquí.

- ¿Tu eres quien me ha estado hablando?- entonces, ¿Todo este tiempo ella estuvo tratando de traerme aquí?

-Si, yo era voz que escuchabas de vez en cuando- me sonrío- No fue nada fácil traerte.

- ¿Por qué me quieres aquí?

- Para hablar- responde.

-¿Y no podía ser en un mejor momento?-ironizó, demostrando mi mal humor- Deje a mis amigos y tengo que ayudarlos, no se que podría estarles pasando ahora.

- ¿Tengo que repetirte que en ese estado no podrás hacer nada?- la escucho suspirar.

Yo simplemente no le respondo, sabiendo que ella tiene razón, soy inservible en estos momentos, aunque aun no entiendo que sucedió.

-No lo digo para lastimarte, ni para hacerte sentir menos- siento su mirada sobre mí-Porque yo se que eres capaz de muchas cosas, ya lo has demostrado.

- Si fuera cierto..- aprieto mis puños con impotencia- Ahora mismo, los estaría ayudando.

- No te preocupes, no les está sucediendo nada- responde apacible.

-¿Y tú cómo lo sabes?- cuestiono.

- Como te dije, nos encontramos en un limbo- recalca- No estamos ni con los vivos, ni con los muertos, entonces aquí el tiempo no pasa- sigue explicando tranquilamente- Por lo tanto, cuando despiertes, no habrá pasado ni siquiera un minuto.

¿Voy a despertar?

- ¿Entonces no estoy muerto?- es la pregunta que más me inquietaba.

- No, no lo estas- ríe, mientras que yo siento un gran alivio- Sin embargo yo sí lo estoy y soy la única que puede responder tus preguntas.

El Brujo tiene un MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora