Capítulo 20: ¿Ella es..?

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La habitación quedó en un silencio sepulcral, nadie se atrevía a decir algo, seguramente esperando mi reacción. Según mi madre mis abuelos murieron por causas naturales, diciendo que ellos ya tenían una edad muy avanzada y que hacían demasiado esfuerzo físico, por lo cual en un momento eso le hizo mala jugada.

- No puedo creer que esto está pasando- Laura se levantó y comenzó a caminar de un lado para el otro

- ¿Que quiso decir con eso? Mi madre me había dicho que murieron por causas naturales- inquiero sorprendido.

- Oh créeme, de "causas naturales" no tuvieron nada- ríe sin gracia- Tu madre te contó la versión que ella quiere creer.

Alec nos mira en silencio, sin decir o acotar alguna palabra.

- ¿Como puedo saber que tu me dices la verdad?- me niego a creer así de fácil que mi madre me mienta tan descaradamente.

- ¿Acaso ella te dijo el secreto de Xenidis? Porque si lo supieras no estarías aquí- contesta apacible.

- Tampoco es que tu me hayas dicho mucho- tanto como mi voz y mi enojo crecen cada vez más.

- Se que es difícil de creer que alguien tan preciado como una madre te oculte esto, pero te estoy diciendo la verdad- afirma- Tus abuelos fueron asesinados y tu madre nunca quiso creerlo.

- ¿Por qué haría eso?- aprieto mis puños con fuerza.

- Porque ella cree que lo que te esta pasando es un engaño, un cuento sin sentido- su voz es suave, está tratando de calmarme- Pero tu eres la prueba viviente del secreto Xenidis.

- No se de lo que hablas- niego- Dime claro, ¿Que es lo está pasando?

Nadie me dice lo que sucede, cada vez que siento que estoy cerca, me alejó cada vez más, intento que esto tenga sentido pero no lo tiene y ya no se que hacer.

- Entiende, no es mi responsabilidad contarte el secreto- pone una mano es su pecho y me mira avergonzada.

¿Ella también me va a mentir?

- ¡¿Entonces de quien?!- levantó mi tono de voz.

- No te puedo decir- suspira- Ella debería estar aquí.

- ¡Estoy harto!- me levanto de mi lugar, dispuesto a irme- Esta visita no sirvió de nada, no vine aquí a que me dijeran más mentiras.

- No son mentiras- ella me sujeta de mi brazo izquierdo usando sus ventajas como vampiro- Se que es dific- quito su agarre con una fuerza que desconozco.

- ¡No! No sabes nada- volteo mi rostro y la miro furioso.

Ella se queda estática al igual que Alec, que hace unos momentos él se había levantado para acercarse a nosotros. Ambos me miran impactados, sin embargo no entiendo la razón y ni quiero averiguarla.

Mi paciencia se terminó.

- Estoy metido en una gran maraña de mentiras- declaro con firmeza, al ver lo que he dicho Laura intenta replicar- ¡Y no te atrevas a decir algo! Porque no tienes ningún hecho firme que pueda contradecirme, ¡¿Como quieres que me fie en tu palabra si me ocultas cosas?!

Ella se queda en completo silencio sin saber que responderme.

- Abel, creo que deberías calmarte- Alec me mira con pena y trata de acercarse a mi.

- No puedo, no quiero- me alejo de él, evitando cualquier contacto.

- Abel, tus ojos- me señala Alec- Cada vez se ponen de un amarillo más fuerte.

El Brujo tiene un MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora