Capítulo 31: Cambios

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Una vez que le doy una última mirada al cuarto, ojeando que no se me olvide nada, agarro la bolsa con mis pertenencias y me retiro de la habitación.

Camino por los pasillos del hospital, cruzándome con una que otra cara reconocida, personas que me han atendiendo durante estos tres días. Desde el día que desperté y el gran problema que se armo con mi madre, el hospital dijo que no me darían el alta hasta dos días más, por lo tanto estuve en este lugar desde el lunes, que fue cuando me ingresaron de urgencia.

Mi padre seguramente me ha de querer degollar, de solo saber que de una semana entera de clase solo asistí el lunes, porque seguramente mi madre no le habrá dicho las razones por las cuales no he ido, ya que el decirlas implica un montón de secretos mas que ella se ha esmerado en esconder.

Aunque estoy un poco dolido con la reacción que tuvo, también sobre lo que me escondió y contando el hecho de que no nos encontramos en muy buenos términos, nunca, no importa que haga, voy a dejar de tenerle el enorme amor que le tengo.

Y creo que ella siente lo mismo, porque se tomo el tiempo el día en que vino, antes de irse,  de dejar un bolsa llena de ropa para mi, incluido el informe de la escuela, lo cual es de mucha ayuda, ya que hoy pienso asistir.

A pesar de todo, ella no deja de preocuparse por mi.

— Nunca vi a nadie tan entusiasmado por ir a la escuela— la doctora Hill se aparece en mi campo de visión, sacándome de mi burbuja.

— Oh créame estoy desesperado por estudiar— hablo con confianza— Ademas de que posiblemente también me encuentre con un profesor al cual necesito sacarle algo de información.

— Quien lo diría, no vas por el estudio si no por interés— se hace la sorprendida.

— Soy el alumno ejemplar— sonreímos cómplices.

Ella es muy amable conmigo.

— Gracias por todo doctora— la miro directamente ya sin jugarretas, le doy la mejor de mis sonrisas.

— Fue un gusto tenerte aquí— se acerca un poco y me devuelve la sonrisa— Ademas no estuvo tan mal ver viejas amistades.

La realidad es que estos dos últimos días no la pase tan mal, estuve altamente acompañado, y es sin contar las visitas de los Collins, de hecho vinieron los Bennett, tanto Julieta como sus hijos.

Ellos fueron muy atentos, al parecer no pueden dejar de estar agradecidos porque los ayude, el día que ellos vinieron no tuve queja alguna, se aseguraron que no me hiciera falta nada, aunque por otro lado me encanto poder conocerlos mas, ya que a pesar de ser mellizos tiene personalidades bastante diferentes, aunque ese dato no fue el que me hizo pensar que era parecidos.

Cuando los vi por primera vez, sin contar el hecho de la peligrosa situación, ellos parecían estar sincronizados como si sus personalidades no chocaran entre si, si no que se ayuden mutuamente sin sobre actuar, como si supieran lo que hacia el otro.

Cameron, es del tipo que no expresa tan bien sus sentimientos como otros, si no en pequeñas acciones que demuestran su cariño, también me di cuenta que es bastante  inteligente por lo tanto no tira las acciones a la ligera, piensa bastante antes de hacer algo, lo cual lo hace prudente. En cambio Lana, es más eufórica, no del tipo pesado, si no de esas personas que hacen llevadero tu día, no se molesta en demostrar lo que quiere, aunque a veces dice mas de lo que le gustaría.

Obviamente ademas de sus visitas, no podrían faltar las visitas de Alec y su familia, los cuales trajeron varias de mis comidas favoritas, a pesar de que en el hospital me alimentan bastante bien, la mamá de Alec dice que es porque estoy muy flaco, pero en realidad es su manera de demostrar que esta muy preocupada, y para ser honestos, no me molesta en lo absoluto que me den comida.

El Brujo tiene un MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora