Capítulo 16: Sorpresas

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- Me tengo que ir- susurro en su oído.

- Ya lo se- ríe bajito- Pero no te quiero soltar.

- Mañana nos veremos otra vez, no exageres- me hago el rogado, sin embargo me siento muy a gusto entre sus brazos.

- Pero es mucho tiempo- reclama como niño pequeño.

- Últimamente hemos estado compartiendo mucho tiempo juntos, lo cual no me molesta en lo absoluto-declaro- Pero he abandonado a los chicos, son mi amigos y debo compartir tiempo con ellos.

- Hace media hora estoy aquí parado- suelta Alec frustrado-Abel puedo esperar, puede ser otro día.

Harry suelta un gemido de forma de protesta, sabiendo que tengo razón, últimamente he dejado en el olvido a mis amigos.

Ya ha pasado una semana desde que me enteré que somos mates, y desde entonces hemos pasado todo el tiempo juntos, incluso algunos días tuvimos una que otra salida.

- Adiós perrito- depositó un beso en su mejilla.

- Adiós- deshace el abrazo y me mira haciendo un puchero.

- Aleluya-Alec mira al cielo y extiende sus manos.

- Vamos, deja de ser tan dramático- lo agarro de un brazo y comenzamos a caminar.

-Nunca- me saca la lengua- Por cierto, ¿Que es lo que tienes planeado hacer?

- Primero tenemos que ir al supermercado por unas cuantas cosas.

- Esta bien- Alec se dirige a su auto y le quita el seguro a este- Sube.

Antes de subir, volteo mi rostro y miro hacia mis costados, vigilando que no haya nada extraño alrededor nuestro.

Tengo que ser precavido, no quiero que suceda lo paso la ultima vez.

Ambos subimos al auto, cuando este arranca y salimos del estacionamiento de la institución, le doy instrucciones a Alec, para ir al supermercado que se encuentra más cerca de mi objetivo.

- Llegamos- avisa Alec.

Apenas salgo del auto me dirijo hacia la pila de canastas, agarro una y seguido por Alec entramos al supermercado.

- ¿Exactamente que vinimos a comprar?- pregunta Alec.

- Productos de limpieza- contesto.

- ¿Querías verme para limpiar?- se hace el ofendido.

- Algo así-confieso-Ten, busca estas cosas- le entrego una pequeña lista.

Alec rueda los ojos exageradamente y se pone en búsqueda de las cosas de la lista.

Después de comprar todas las cosas que necesitábamos, volvimos al auto y nos dirigimos a la casa de mis abuelos.

- ¿Esta no es la casa de tus abuelos?-inquiere Alec cautelosamente, sin salir del auto.

- Lo es.

- No me habías contado que tenías- me mira confundido- La ultima vez te quise preguntar, pero estabas en otro mundo.

- Todos tenemos- ruedo los ojos- Cuando ellos murieron me dejaron su casa, no preguntes mucho, hace poco me entere.

- Anda, sal-le hago señas.

Entre los dos agarramos las bolsas y nos dirigimos a la puerta, la cual abro con la llave que me entrego mi madre.

- ¿Así que tienes la llave?-Alec me mira con cara de pocos amigos.

El Brujo tiene un MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora