Capítulo 3: ¿Es él?

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Me encuentro caminando rápidamente por las calles de la ciudad, chocando sin querer con varias personas a las cuales no alcance a pedirles disculpas, estoy llegando tarde al instituto, no tengo tiempo de sobra para disculparme con cada uno.
Hoy a la mañana tuve una discusión con mi padre, por lo cual enojado, tal y como un niño berrinchudo salí de la casa, por supuesto sin pensar muy bien mis acciones. Porque en el momento de enojo, se me dio la gran idea de ir caminando.

No todo el tiempo puedo controlar mis emociones.

De solo recordar la razón de la discusión todavía me hace enfurecer.
No suelo estallar con cualquier cosa, estoy acostumbrado a muchas actitudes de mi familia, de las cuales no estoy de acuerdo o orgulloso, pero hay cosas que sé que no puedo cambiar.
Sin embargo hay un límite para todo, y yo hoy alcancé el mío, debido a que se me hace impresionante hasta el punto que puede llegar la idiotez de mi padre.
La actitud de mi padre siempre ha venido de mal en peor, pero al parecer la charla que tuvimos en el auto ha sido un detonante para que su actitud empeore, ya que empezó a tratarme de otra manera.

Flash Back

—Ayer hable con mi hermana, y charlamos de varias cosas—comentó mi madre, llamando la atención de todos— Entre ella me contó que su hija rechazó la posibilidad de trabajar para los Wilson.

—¿Y qué hizo tu hermana?—le preguntó interesado mi padre, dejando el periódico de lado.

—Nada—vi como bajó la mirada—Me dijo que si su hija no deseaba servir a ellos o quien sea, ella no lo iba a hacer—pude ver como mis hermanos hacían una cara de desacuerdo, ellos no dejarían escapar una oportunidad parecida—Que no importaba que ellos les sirvieran a esa familia, nunca iba a obligar a su hija a vivir de algo que no quiere.

—Un pensamiento bastante estúpido y sentimental—dijo riéndose—Se nota que tu hermana no sabe aprovechar las oportunidades, si fuera inteligente, no habría dejado ir una oportunidad de esa magnitud, realmente no valora nada su suerte.

—¿A qué te refieres?—preguntó mamá sin importarle que haya insultado a su hermana.

—De ella dependía que tu apellido siguiera teniendo algo de relevancia—habló despectivamente, volviendo su mirada al periódico— Para próxima generación tu apellido dejara de tener valor, lo que traerá deshonra para cualquiera que lleve tu anterior apellido, por eso nuestros hijos llevan el mío.

Mi madre ya no respondió, y mis hermanos se quedaron en total silencio, lo que llego a sorprenderme. Al parecer era el único con la suficiente cordura para pensar la falta respeto de nuestro padre.

¿Pero que no van a decir nada? ¿Cómo se atreve a hablar así de su propia esposa?

—¿Pero qué rayos te pasa?—le hable enfurecido—Es de nuestra familia de quien estas hablando, es a nuestra madre a quien también estas rebajando. 

—¿Y? No valen nada, si no son capaces de mantener su reputación, y tu madre lo sabe perfectamente.

La forma en la habla de ellos, y como rebaja a su propia esposa, me hace quedarme pasmado. Me sorprende que mi madre se deje hacer esto y me sorprende que mi padre lo este haciendo, porque no puedo creer como él ha cambiado tanto su personalidad, y solo por los estándares sociales.

Creo que tal vez hay ocasiones en que las personas más fuertes se vuelven demasiado débiles ante los deseos de otros, mi padre es un ejemplo de eso.

Porque mi padre no era así.

Cuando éramos pequeños era básicamente otra persona, era cariñoso, era bastante alegre, paciente, razonable, y fuerte.
Pero creo que lo ultimo lo idealice demasiado, porque no fue lo suficientemente fuerte para detener la opiniones ajenas.
Al cumplir mis hermanos cumplieron los 6 años comenzó a tratarnos diferente, no se si fue por el despertar de sus poderes o por otra cosa en particular, él simplemente cambió, y siguió al pie de la letra los deseos de mi abuelo.

El Brujo tiene un MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora