Capítulo 26: Primer intento

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— ¿Estás seguro?— me pregunta Alec sin soltar a Thomas, el cual esta dormido.

— Me has preguntado eso hace cinco minutos y te vuelvo a decir lo mismo— mi paciencia está por explotar— ¡No lo sé!

— ¡No alces la voz bruto!— susurra, seguidamente me pega un zape.

— Entonces no me quites la paciencia— ruedo los ojos— No es tan difícil de entender.

— Es que me parece un poco irreal— se encoge de hombros— Nunca me vi siendo la pareja de alguien en forma tan real.

— ¿Y si tengo razón qué piensas hacer?— pregunto un poco desconfiado.

— Primero te deberé $50 dólares— comenta — Y seguramente trataré de conocerlo, no puedo decirle que si, porque no puedo obligarme a querer a alguien y no puedo rechazarlo sin intentarlo.

Le sonrío sincero— A veces pareces una persona seria.

— ¿Como que parezco? Soy mucho más maduro que tu— en un rápido movimiento, al estar tan cerca de él, me da un gran lametón en el brazo, dejándolo lleno de sus babas.

A estas alturas ya no se que pensar de él.

— Pero luego recuerdo que hasta un simio puede ser más educado que tu— ruedo los ojos, mientras que trato de limpiarme.

Si mi teoría llega a ser cierta, te deseo suerte Mike.

— Así que, aquí estás— Katy se recuesta en el marco de la puerta— Laura dijo que te avise que ya se termino el descanso.

Suspiro cansado— Voy en camino— me levanto de la cama de Thomas— Esto no termina aquí— amenazo a Alec.

— Esti ni tirmini aqui— Alec me mira burlón.

— Hablo en serio— lo reto.

— Ya lo sé— me saca la lengua y me tira una almohada usando su magia— Tranquilo, por ahora voy tratar de dejar atrás el tema, ya veremos que pasa.

— Suerte— Katy me sonríe, sin prestar atención a nuestra conversación.

Antes de salir de la habitación lo miro con cara de pocos amigos y a pasos lentos comienzo a caminar por los pasillos de la casa, los cuales cada vez se me hacen más fáciles de recordar, haciendo que en solo unos minutos llegue a la planta baja, específicamente a la cocina, donde hice una pequeña parada.

Me apoyo en la mesada mientras tranquilamente tomo un vaso con agua, mi mente comienza a divagar a la vez que mis ojos se centran en un punto inexistente.

Unos minutos más de descanso no me harán daño.

Ayer después de escuchar la charla de Katy y Mike, saque mis propias conclusiones, llegando a la única respuesta posible, Alec es el mate de Mike.

Decidí guardarme esta información sólo para mí, hasta hoy en la mañana donde le confesé a Alec la nueva información y la verdad es que aún no se lo puede creer.

A diferencia mía, cuando me enteré de que era el mate de Harry, yo ya lo conocía y le tenía aprecio, en cambio él, ni siquiera sabe el nombre de la persona de la cual se supone con quien debe estar.

Si no lo conociera, realmente pensaría que se lo está tomando bien.

Pero, no es así.

Un pequeño estruendo hace que salga de mis pensamientos, volteando instintivamente al lugar de donde provino el estruendo.

— Se supone que quería ser silencioso— se reprende así mismo el papá de Harry, el cual se encuentra en una posición bastante incómoda, mientras sostiene cuidadosamente varios artefactos de vidrio que estuvieron por caer— Perdón, te vi tan concentrado que no quise molestarte, pero no pude mantenerme en silencio ni por dos segundos.

El Brujo tiene un MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora