Capítulo 10: Mejores amigas.

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Ya era de noche en la Preparatoria de Auradon, y Mal estaba contenta de volver a la escuela.

—¿Cómo te fue hoy?, E —pregunto Mal a Evie cuando ambas llegaron a su habitación en la Preparatoria de Auradon.

—Genial, M. Hoy estuve en el castillo de Blanca Nieves y le encantó mi diseño —respondió Evie, mientras se sentaba en su máquina de coser.

—E, ¿te vas a poner a coser a esta hora? —preguntó Mal sorprendida mientras se sentaba en su cama y se quitaba los tacones.

—Ya voy a terminar el vestido de Blanca Nieves, y debo empezar el tuyo para el Baile Anual en Honor a los Héroes de Auradon —dijo Evie con una aguja entre los dientes.

—Trabajas tanto, de seguro dentro de unos años te compraras tu propio castillo —Mal sonrió.

Evie sonrió. —¿Que tal te fue con la familia real de Cinderellasburg? —preguntó ella mirando a Mal.

—Bien, toda su familia es... —Mal dijo.

—¿Encantadora? —Evie sonrió débilmente.

—Supongo que si —Mal rió—. Son muy diferentes de Chad. Qué suerte que ya no sales con él.

—Oh, claro que sí, aunque me pregunto cómo hubiera sido mi vida si hubiera sido su novia —Evie sacudió la cabeza—. De seguro, muy falsa y vacía. De puras apariencias.

—Hubieras sido princesa consorte de Cinderellasburg —comentó Mal.

—Y mi vida muy aburrida. Siendo solo una cara bonita. Debo agradecer a Doug que me hizo abrir los ojos

Mal asintió.

—¿Y qué tal las hermanas de Chad? —Evie preguntó.

—Son muy amables y sinceras, y lo más interesante es que se ven como princesitas primorosas que solo hablan de vestidos y carruajes, pero son todo lo contrario, de hecho tuve una plática muy interesante. Hablamos de la Isla de los Perdidos —Mal dijo a Evie.

—¿Enserio? —Evie parecía sorprendida.

—Lo sé, hasta yo me sorprendí.

Alguien llamó a la puerta. —Evie, soy yo. ¿Puedo pasar? —preguntó una voz detrás de la puerta.

Evie sonrió, y fue a abrir la puerta, cuando la abrió, encontró a una niña de cabello castaño con mechones coloridos y con un vestido verde y amarillo.

—Dizzy, que bueno verte aquí hoy. ¿Qué tal la escuela? —preguntó Evie tomando a la pequeña nieta Tremaine de la mano.

—Bien, es todo tal cual como lo imagine, la comida, las personas, la ropa —Dizzy abrazó a Evie.

Evie se sentía feliz de que su amiga, mejor dicho, esta hermana, estuviera con ella en Auradon.

Durante una hora o algo asi, Evie, Dizzy se pusieron a conversar y coser, Dizzy pegaba accesorios a una pulsera, y Evie el vestido de Blanca Nieves.

—Creo que esta pulsera con una manzana de rubí falso iría muy bien con el vestido de Blanca Nieves —Dizzy le mostró una pulsera hermosamente diseñada con un rubí en forma de manzana en medio.

—Es perfecto, encaja a la perfección con el conjunto. Se lo llevare a Blanca y le diré que tu lo diseñaste —Evie sonrió admirando la pulsera.

Dizzy sonrió y se emocionó como la niña pequeña que era. Evie sonrió, haría que Dizzy alcanzará su éxito, haría que la fama que tenía la usara para ayudar a su pequeña hermana.

Después de que Dizzy se fue, Mal le hizo una pregunta a Evie que no había podido decirla por la hija de Drizella que había entrado.

—E, sé que sonará loco, ¿pero tengo unas ganas de visitar la Isla e ir al castillo de mi madre, hay algunas cosas que deje allá que son parte de mí y me gustaría traerlas a Auradon —dijo Mal un poco melancólica y nerviosa.

Evie lo pensó por un instante. —Bueno, si vas a buscar unas cosas, primero debes avisarle a Ben y no ir sola, y tener cuidado de que no te vean, seguramente Harry Hook y sus piratas deben estar odiándote aún más, ya sabes, por lo que paso con Uma.

—Tienes razón, voy a hacer todo lo que me dijiste. De seguro, nadie le gustará volver a verme por allí —dijo Mal pensativa—. Y hablando de Uma, ¿qué paso con ella?. ¿Andará suelta o estará escondiéndose bajo el mar?

—No lo sé, pero a lo mejor debe estar teniendo una lucha interna, decidiéndose si ser mala o buena, tu vistes que decidió redimirse y no luchar contigo —Evie pensó mientras se acercaba a la cama de Mal.

—Me di cuenta, pensé que lucharía con ella hasta que una de las dos estuviera muerta —dijo Mal.

—Pero al final no fue así, que bueno que Ben intervino, no sé qué hubiera pasado si Uma te hubiera destruido —Evie tomo la mano de su amiga.

—Siempre estaré allí para ti, se necesita más que una bruja marina gigante para separarme de mi mejor amiga. Gracias, Evie, gracias por siempre estar ahí para mí —Mal abrazo a Evie.

—Gracias a ti, Mal. Por qué siempre estarás ahí para protegerme —dijo Evie.

Mal se sentía tan feliz. No podía creer que hace mucho tiempo ella odiaba a Evie por una tonta fiesta.

—Mira el fabuloso vestido que diseñe para ti. Lo hice cómodo, y con tus colores favoritos —dijo Evie levantándose de la cama y cambiando de tema.

Malsonrió, el vestido era bello, era a su estilo, con púrpura, negro, verde. Erafabuloso. Por pequeñas cosas como estas, Mal amaba ser parte Isla y ser parteAuradon. Era una Lady de Auradon pero también era una niña villana. Y leenorgullecía. Su vida no era perfecta, pero era feliz. Tenía amigos, y teníaamor. ¿Qué más podía pedir?    

La Descendencia de la Isla de los PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora